Se agrava la sequía en Río Negro, un grupo de profesionales vinculados al INTA-Bariloche confeccionó un documento sobre la situación por la falta de lluvias en territorio rionegrino en los meses de setiembre y octubre del presente año. Consideran que la última información generada a través de índices de vegetación por el Laboratorio de Teledetección y Ecología Espacial de la EEAVI y el IFAB (INTA-CONICET) indica el incremento de las áreas potencialmente afectadas por la sequía, en particular en el oeste provincial. Por otra parte, se advierte que “en la zona oeste de Río Negro también se comienza a evidenciar una recaída avanzada en zonas de la Cordillera de los Andes y Precordillera que, en vistas de la significativa reducción de precipitaciones, es esperable que la merma en la productividad se intensifique hacia el verano y otoño, aumentando el riesgo de incendios en zonas de bosques”.

El interesante informe refiere que “el estado de la vegetación comenzó a mostrar señales de hallarse por debajo de lo normal en agosto de este año, especialmente en el este provincial. A partir de septiembre la situación se hizo manifiesta también en los departamentos del oeste. Esta información se contrasta con la provista por los registros de hacienda y los datos provistos por los asesores, lo que podría implicar que si no se consideran medidas de mitigación, se producirá un agravamiento de los efectos de la sequía sobre la producción”.

En la introducción del documento se explica que la sequía es un evento natural caracterizado por una disminución de las precipitaciones recibidas en un área en un determinado periodo de tiempo. Estos eventos son reconocidos como un desastre ambiental con consecuencias de marcada magnitud, tanto de tipo social y económica como ambiental.

La provincia de Río Negro presenta una gran extensión espacial, con patrones de distribución de las precipitaciones diferenciados. Hacia el oeste, se presenta una concentración de las precipitaciones durante el invierno, influenciada por el sistema de circulación de masas de aire del océano Pacífico. En la zona central, las precipitaciones presentan dos picos en mayo y en octubre, determinadas por la actividad del centro de alta presión del Atlántico Sur. En el este, la precipitación presenta una distribución casi homogénea a lo largo de todo el año con valores mayores en los meses de febrero y marzo.

La determinación del inicio de una sequía, su desarrollo y final es una tarea compleja. El uso de herramientas de análisis espacial, como la confección de mapas de índice estandarizado de sequía (SPI) y de variaciones y tendencias en el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI) ofrecen una potencialidad para realizar un seguimiento de estos eventos permitiendo, a través de la toma de decisiones, atenuar parcialmente sus impacto negativo sobre la comunidad.

En el desarrollo del trabajo se indica que el mapa del Índice Estandarizado de Precipitaciones señala que continúa la sequía en las regiones del este y oeste de la provincia, con distinta intensidad y con una afectación moderada a severa de las actividades agropecuarias. La disponibilidad de pasto natural está limitada en estas zonas. La progresiva aparición de lotes con escasa cobertura vegetal provoca riesgo de erosión por acción de vientos fuertes. Solo algunos lotes acumulan agua en las capas profundas del suelo, que se volverán críticas de no haber precipitaciones en los próximos meses.

De acuerdo a la información generada hasta aquí se puede concluir en cuanto a lluvias que analizando los mapas de precipitaciones de los meses de septiembre y octubre para la provincia de Río Negro, los registros estuvieron por debajo de la media histórica en el oeste (Cordillera y Precordillera) y este (Dpto. Adolfo Alsina). En el norte de la misma (Río Colorado y Catriel) se registraron valores por encima de la media, al igual que en un sector. De la región sur (Dpto. 9 de Julio). En el mes de octubre, prácticamente la totalidad de la provincia registró valores por debajo de la media. Los mapas del Índice Estandarizado de Precipitación correspondientes al mes de septiembre, para 3, 6 y 12 meses, continúan mostrando la situación de sequía que se veía en los anteriores, principalmente en las regiones del este y el oeste.

Ya en los conclusiones indican los profesionales que las perspectivas climáticas a largo plazo no son optimistas. Se pronostican precipitaciones por debajo de lo normal en todo el territorio provincial durante el mes de noviembre. Se espera una situación parecida para el trimestre Noviembre-Diciembre-Enero. En resumen, el semestre Noviembre 2021-Abril 2022 presentaría registros por encima de la media en el este y sudeste y más bajos en el centro y oeste de la región.

La situación actual es compleja y requiere de medidas de acción concretas para mitigar los efectos de una potencial sequía en la provincia. Es responsabilidad conjunta tanto de decisiones institucionales como de los productores ganaderos en general, afrontar este evento alarmante.

(Autores: Mariana Villablanca. Daniela Carola Echevarría. Gabriel Adrián Olmedo. Karina Rodríguez. Daniel Alberto Bolla. Maria Gabriela Garcilazo. Juan Alberto Antenao. Marcos Horacio Easdale. Octavio Augusto Bruzzone. Fernando Umaña).