29/10/2021

El final del Juicio

El final del Juicio

“El inconsciente no está estructurado como un lenguaje”

  1. F. Guattari

Justo cuando nadie lo espera —ladrido—,  el traje se oscurece, la plenitud se va y, a upa, la alegría del florecimiento; se apagan las hojas —efluvio— conforme avanza la oscuridad. Oasis irrepetibles se abisman —canción— bebiendo dejos de hidrogénesis. Abrazan así todo lo que se consume en ser y rendirse —cadencia— abarrotado de vacuidad.

Entonces, Am vuelve tres escalones hacia atrás: kiñe —truenos—, alrededor había luces y estábamos con los ojos cerrados; distantes, creyendo en singularidades. Epu, caer en la arrobada cuenta —ombligo— de que es posible la risa, la sonrisa y respirar un aire nuevo. Küla, ventocanada.

(((Embelesadas, las imágenes flotan en un aire-sin-cuerpo y olvidan así todo instinto de permanencia)))


Primero (porque si somos hay Posibilidad), estirar los dedos de la mano para hablar, aunque más no sea de, a, viñetas. Después (porque si somos hay Después), Antu imanta —destello— su conmoción y sus charcos; bulle en formas geométricas —holograma— y placeres índigos.

Respiración cósmica.  Lo imaginable se manifiesta —niveles— y exhala el perfume propio hasta la parálisis e inspira —reflejo— el aliento de la auto conservación.

(Eso que se vé desde la cumbre de los sábados y sirve para pensar la lágrima entre las líneas del cuento a Glenda)

((Casi siempre la manía de sentir lo vivo))

En círculos imperfectos, cambiando velocidades, decir. Tender el cuerpo hasta lo catatónico precreativo y grandes pasos en territorio onírico, dar. Buscar en la memoria, en la imaginación y en el olvido significados que nos validen, que nos merezcan, aunque el Latido nada sepa de la más torpe conjugación.

/arcano 20

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