UN TEMA DEL QUE SE HABLA POCO

| 24/10/2021

Lo que hay que saber del cáncer bucal

Lo que hay que saber del cáncer bucal

El estomatólogo Daniel Brandizzi es muy cuidadoso al hablar de cáncer.

Sabe que el término asusta.

Así, el especialista en trastornos relacionados con la boca recuerda, por ejemplo, la vez que tras leer un artículo sobre el tema en un periódico nacional un hombre llegó con un gran nivel de angustia porque pensaba que tenía cáncer, y se trataba sólo de un afta.

“El cáncer bucal es poco frecuente en sociedades como la nuestra. Se trata del tres al cinco por ciento del total de cánceres”, apunta Brandizzi.

Igualmente, expresa que no se lo tiene en cuenta como debería hacérselo.

Y eso es en referencia, en especial, a los odontólogos que no suelen hacer las revisiones correspondientes a los pacientes.

En ese sentido, expone que sería bueno que todas las personas, cuando van a un consultorio odontológico, pidieran que se les efectúe una revisión.

“El cáncer de cuello de útero es del mismo tipo que el de la boca, y hace cuarenta años las mujeres se morían de cáncer de cuello de útero; ahora, en cambio, quienes hacen formación en las residencias de ginecología muchas veces no conocen lo que es un caso de ese tipo, y eso tiene que ver con la prevención, con el Pap que las mujeres, en general, se hacen aún sin saber bien para qué”, desarrolla Brandizzi.

“El odontólogo trabaja permanentemente en la boca, y la realidad es que la mayoría de los pacientes ha pasado por varios y no le han visto el precáncer ni el cáncer. Una persona se está haciendo implantes, coronas, ortodoncia, y sin embargo no se lo perciben. He visto una paciente que se estaba realizando ortodoncia desde hacía cinco años y tenía un cáncer de lengua”, expresa.

Sin embargo, aclara que se trata de algo “muy sencillo de detectar”.

“Quienes enseñamos estomatología de grado le explicamos al odontólogo cómo revisar la boca. El examen bucal anual es como el Pap para la mujer, y lleva sólo cinco minutos”, indica.

“El odontólogo, si hay algo que le llama la atención, que no le parece normal, lo debe derivar; eso facilita el diagnóstico precoz”, manifiesta.

En tal sentido, relata que el profesional “tiene que agarrar la lengua con una gasa, sacarla, revisar los bordes y tocar con el dedo”.

“Se trata, simplemente, de hacer una inspección”, considera.

Expone que el tipo de cáncer más frecuente que se encuentra en la boca es el de lengua, aunque aclara que también hay de encía, paladar, piso de boca y labio.

“Las causas en nuestra sociedad tienen que ver con el tabaco, el alcohol, enfermedades autoinmunes como el liquen (una afección inflamatoria continua que afecta las membranas mucosas dentro de la boca)... que se observa en grandes ciudades, donde el estrés en un factor de su generación”, informa.

“Hay otros factores agravantes, como el HPV; incluso se habla de algunos hongos que favorecen el desarrollo del cáncer”, desarrolla.

“A veces las lesiones tempranas son simples manchas rojas o blancas, úlceras, tumores ulcerados, tumores verrugosos, tumores vegetantes… Por eso el odontólogo tiene que prestar atención a las manchas, úlceras, erosiones…”, continúa para enseguida aclarar que, justamente, si el profesional "no agarra la lengua con una gasa y la saca para afuera para mirarla, tocarla, palparla, es como si una mujer fuera al ginecólogo y no le hicieran el Pap”.

“La sobrevida del cáncer de boca en estadios iniciales es del noventa por ciento”, comenta, “mientras que en el caso de los más avanzados el porcentaje en la Argentina es del veintisiete por ciento”.

En cuanto a cómo es el procedimiento que se debe seguir, comunica: “El odontólogo lo deriva al estomatólogo -que sería yo- para que haga el diagnóstico. El tratamiento está en el ámbito médico, no odontológico, más allá de que se interrelacione y muchas veces los médicos me consulten”. 

“En los buenos lugares del mundo, el tratamiento se decide en un comité de tumores, con un grupo de médicos: cirujanos, radioterapeutas, quimioterapeutas, patólogos, radiólogos…”, sigue.

“Si lo agarran a tiempo, es quirúrgico; si no, se combinan tratamientos”, desarrolla.

Por otra parte, dice que él también trata cuestiones que se dan a la inversa, es decir pacientes oncológicos que luego desarrollan inconvenientes en la boca: “Si tienen cáncer de pulmón, mama, próstata, se hacen diversos tratamientos, algunos de los cuales son radiantes, y la quimioterapia y la radioterapia generan complicaciones en la boca, desde simples infecciones por hongos hasta lesiones con una patología nueva que apareció en 2003, asociada a un tipo de droga que se utiliza cuando hay metástasis de hueso”.

Así, se producen “enfermedades que se manifiestan en la boca”.

Volviendo a la temática del cáncer bucal, reafirma: “Hasta que no logremos que todos los odontólogos sepan que es obligación y responsabilidad -antes de hacer un implante, ortodoncia, realizar un conducto o arreglar caries- revisar la lengua, la situación no va a variar, y lo que a mí me gustaría es que se cambie la realidad del cáncer bucal en la Argentina; me encantaría que a quienes estudian estomatología les cueste, como en la actualidad a los ginecólogos, encontrar pacientes con cáncer”. 

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