Denunciante y denunciado se conocen de toda la vida, viven a escasos metros y hasta hace poco tiempo mantenían una relación amena. Pero todo cambió cuando el acusado decidió retirar un cable con el que abastecía de luz a su vecino y comenzaron las discusiones, provocaciones, peleas y denuncias. Buscan una salida alternativa al conflicto.

El juez Juan Pablo Laurence aceptó la formulación de cargos que planteó la fiscal Alejandra Bartolomé y a la que no se opuso el defensor oficial Marcos Miguel. Para el juez, las circunstancias de una agresión del acusado hacia la víctima estaban correctamente descriptas de acuerdo a le legislación. De todos modos también escuchó una versión muy diferente por parte del acusado y estableció medidas cautelares para intentar evitar que los enfrentamientos entre los vecinos se repitan.

De acuerdo a la descripción que realizó la fiscalía, el hecho a investigar ocurrió entre el 15 y 16 de agosto pasado en el interior de una vivienda de la calle Don Bosco, lugar en el que, sin mediar palabras, el acusado se presentó y le pegó con un palo en la cabeza a la víctima, para después arrojarle agua hirviendo.

Pero el acusado lo negó. Explicó que durante largo tiempo había abastecido de luz a la vivienda de su vecino, pero un día decidió retirar el cable y dar por terminada “la gauchada”. A partir de entonces, “vino todo el problema, venía todos los días a la puerta y a prepotear”, dijo el acusado, que además negó haberle pegado con un palo ni haberle tirado agua hirviendo a su vecino. “Él me cacheteó y yo le metí una piña”, explicó y agregó que se conocen de toda la vida, siendo vecinos hace más de cincuenta años.

Además, el acusado contó que al día siguiente fue hallado por su hija, desmayado en el interior de su vivienda y con el rostro cubierto de sangre. Debió ser asistido en el Hospital Zonal y la situación está documentada.

La defensa no se opuso a la formulación de cargos y acordó con el plazo de cuatro meses que requirió la fiscalía, aunque aseveró ante el juez de Garantías que claramente demostrará otra teoría del caso.

Finalmente el juez Laurence admitió la apertura formal de la investigación y requirió al acusado que durante el tiempo que dure el proceso se abstenga de protagonizar nuevos enfrentamientos con su vecino.