Nelson Leonardo Acuña Franco, de nacionalidad venezonala, médico de Comallo, logró evitar el juicio en su contra al acceder a una “probation” mediante la cual quedó sujeto a diversas pautas que deberá cumplir durante tres años, para resultar definitivamente eximido de su responsabilidad penal en la muerte de una paciente que acudió al Hospital con un dolor de muela.

Por tres años, el galeno quedó sujeto a una serie de pautas entre las que detacan la prohibición de realizar guardias pasivas y completar un total de cien horas de tareas comunitarias, como parte de un acuerdo que alcanzó la fiscal Betiana Cendón con el abogado querellante Jorge Pschunder y el defensor particular Leandro Lescano.

Por el hecho ya había sido condenado en el marco de un juicio abreviado el enfermero Gerardo Añahual, quien se declaró culpable y acordó una pena de un año de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación para ejercer su oficio.

El hecho investigado ocurrió en julio del año pasado en el hospital de Comallo, luego de que Susana Raquel Muñóz se presentara en la guardia médica con un fuerte dolor de muela. La mujer fue asistida por Añahual, quien se comunicó por radio con el médico Acuña Franco y tras brindarle los detalles del caso, recibió la orden de colocarle una vía venosa intermitente con ceftriaxone endovenoso 1 gramo diluido.

Pero trágicamente Añahual confundió el recipiente del diluyente y tomó una ampolla de cloruro de potasio e inyectó a la mujer. Inmediatamente la víctima se descompensó y apenas una hora después falleció, pese a los intentos que practicaron en la sala de Shockroom.