El juez Marcelo Álvarez Melinger habilitó la instancia de juicio tras someter a control la acusación que pesa sobre Carlos Denis Solís, a quien le atribuyen ser el autor del disparo mortal contra Ricardo Alvarado. No obstante, las partes acordaron la suspensión de los plazos en la búsqueda de un acuerdo que ayude a resolver la causa antes de llegar a juicio.

Para el defensor particular Rodolfo Rodrigo, Solís actuó en defensa legítima de sus bienes, asolado por una ola de cuatrerismo que no encontró ayuda de parte de las autoridades y el hecho acontecido se trató de un desenlace anunciado, en el marco de un cuadro de emoción violenta. Para la fiscalía, no hay dudas de que Solís detuvo el tránsito del vehículo que conducía Ricardo Alvarado y tras asomarse por la ventanilla le manifestó “me debés una grande”. Instantes después descerrajó un disparo con la escopeta que portaba y provocó lesiones que derivaron en la muerte del destacado futbolista del ámbito local.

Ambas teorías podrían ser defendidas en el marco del juicio oral con un cúmulo de declaraciones testimoniales que tanto el fiscal Francisco Arrien como el defensor Rodrigo requirieron para esa instancia.

No obstante, las partes acordaron la suspensión de los plazos procesales en la búsqueda de un acuerdo de juicio abreviado que ayude a resolver el caso sin la necesaria convocatoria de una enorme cantidad de testigos que requirieron para la instancia de debate.

El hecho investigado ocurrió en diciembre de 2020, a unos 40 metros del ingreso a un campo ubicado sobre Ruta Provincial N° 86 del paraje Mallín Ahogado. Solís interceptó a Alvarado, atravesando su vehículo en el camino de la camioneta que conducía la víctima, que viajaba acompañado de otro hombre identificado como Ricardo Torres. Consta en el legajo judicial que el acusado descendió de su automóvil empuñando una escopeta y se acercó a la puerta del conductor, mientras Alvarado bajaba la ventanilla. El acusado le apoyó la escopeta en el vientre, le dijo: "¡Me debés una grande!" y efectuó un disparo.

Luego se retiró del lugar, quedando la víctima herida de gravedad. Su acompañante, Torres, tomó el volante de la camioneta y lo trasladó a una sala de primeros auxilios ubicada en el paraje. Como la encontró cerrada condujo posteriormente hacia el Destacamento 145 de la Policía de Río Negro, en donde finalmente Alvarado no resistió y perdió la vida.

Apenas horas después del hecho, Solís fue formalizado y se le aplicó una prisión preventiva de carácter domiciliaria con uso de dispositivos electrónicos de control. La medida, según acordaron las partes, se extenderá hasta el momento en que el tribunal colegiado que intervenga dicte sentencia o hasta que un eventual acuerdo de juicio abreviado quede firme.