Alejandro Marín (51) admitió su responsabilidad por una serie de abusos sexuales a los que sometió a una pequeña y aceptó una condena de diez años de prisión. Tras el juicio fue detenido y trasladado de inmediato al Penal 3, en donde ya cumple su pena. Ya tenía otra condena previa por delitos sexuales.

En el marco de un acuerdo pleno de juicio abreviado, Marín, el fiscal Martín Govetto y el defensor oficial Marcos Miguel lograron resolver el caso de manera inmediata y el acusado ya cumple su condena en el establecimiento penal de la ciudad.

Según la acusación que el propio Marín reconoció, los hechos ocurrieron entre los años 2008 y 2009, cuando aprovechando las reiteradas visitas de una amiga de su hija, sometió a la pequeña, que por entonces tenía 9 años de edad.

Los jueces Gregor Joos, Marcos Burgos y Juan Pablo Laurence homologaron el acuerdo alcanzado entre las partes e impusieron la condena al sujeto. Pero además las partes renunciaron a los plazos procesales, consintiendo de ese modo que la sentencia quede firme en el momento, lo que permitió la detención inmediata de Marín y el traslado al Penal 3, en donde ya cumple su condena.

Marín fue condenado por abuso sexual agravado por acceso carnal -nueve hechos-, promoción y facilitación a la corrupción agravada por la edad de la víctima y porque los hechos fueron cometidos mediando violencia y amenazas. Anteriormente, Marín había sido condenado a tres años de prisión en suspenso, por episodios de violencia sexual también contra una menor de edad, a la que sometió mediando un consentimiento, pero aprovechando su inmadurez sexual.