25/09/2021

Aseguran que si no se planifican las construcciones en las laderas puede suceder una catástrofe

Aseguran que si no se planifican las construcciones en las laderas puede suceder una catástrofe

Un grupo de expertos ha desarrollado un trabajo basado en los riesgos que significa habitar la ladera del cerro Otto, investigación que es aplicable a muchos sectores de la ciudad por el desnivel del suelo y lo que afecta la intervención del hombre.

El doctor en Ciencias Geológicas Gustavo Villarosa, habló en el programa "Chocolate por la noticia" que se emite por El Cordillerano Radio (93.7) explicando las tareas realizadas. “Fue un trabajo que hicimos hace varios años y tenía que ver más que nada con las cuestiones de vulnerabilidad de la zona que está por arriba de la cota 900”.

El informe no estaba pensado desde la perspectiva de riesgos para la construcción sino que se orientaba a definir el ambiente en función de sus características naturales.

“Desde el punto de vista geológico tratábamos de ver dificultades de riesgos, por ejemplo frente a la erosión, remoción en masa, es decir esas laderas que tienen pendientes pronunciadas y algún nivel de riesgo hídrico”, explicó.

Identificaron otros problemas, “relacionados con la intervención del hombre en lugares que estaban incluso por debajo de esa cota”. Notaron dos temas preocupantes, “la intervención sobre los sistemas de drenaje naturales, es decir, cuando uno hace una casa cómo se modifican las líneas por las que escurre el agua superficial de lluvia o de nieve”.

Construir una zona urbana relativamente densa modifica esa topografía “y afecta la permeabilidad, o sea la cantidad de agua que absorbe el suelo, aumentando la que va por superficie”. Aclaró, “el agua comienza a circular por donde la naturaleza no tenía previsto que lo haga entonces los resultados pueden ser negativos”.

Esta situación se da en muchos sectores de la ciudad, “Bariloche tiene una geografía, geología y cuestiones de vegetación y características naturales bastante particulares, muy diferentes de una zona de llanura”.

Agregó: “Somos una ciudad construida por inmigrantes entonces muchas veces no se toma en cuenta esta serie de factores, de adecuar lo que sabemos y aplicarlo a la montaña”. Esto trae una serie de problemas que se sufren de manera permanente.

Impacto ambiental

Romper con el equilibrio natural de la ladera del cerro Otto tiene un costo. “Melipal es un ejemplo porque está poblada hace mucho tiempo incluso hubo algún episodio de flujo de material producto de una gran lluvia donde los sedimentos y bloques que bajaron todavía se pueden ver en algunos lugares de Pioneros”.

Villarosa dijo, “si bien hubo un nivel de adecuación de los desagües superficiales no es que lo tengamos muy bajo control, hay casas que están construidas arriba de pequeños arroyos y me pregunto si la persona que la construyó tuvo en cuenta cuál puede ser el nivel de caudal máximo de ese arroyo en algún evento natural especial”.

Dijo que hoy en día está de moda hablar del cambio climático, “es algo que nos tiene que preocupar mucho pero sin tenerlo en cuenta, cuando se habla de ríos y caudales tienen una normalidad en cierto período de tiempo pero si se tienen en cuenta las crecidas en diferentes décadas vas a encontrar que llevó mucho más agua e inundó zonas que se creían no inundables”.

Lo mismo sucede con la erosión “uno ve que hay cosas quietas pero el paisaje es dinámico, está cambiando constantemente y cuando interviene el hombre es mucho más dinámico, los procesos van a cambiar del lugar natural y la geología de alguna manera te puede avisar cómo será ese cambio”.

Sobre todo para hacer las cosas de manera inteligente y no construir u ocupar de manera inadecuada lugares que fácilmente podés predecir que es peligroso hacerlo.

Acerca de los estudios realizados dijo “en su momento nos lo pidió la Provincia para ver cómo gestionaba lo de la cota 900 que hace alguno años era conflictiva”. Fue presentado a las autoridades municipales “propusimos un modelo a seguir para de alguna manera ayudar a reglamentar o direccionar el uso del territorio”.

"Bariloche tiene muchos problemas ambientales y lejos de desaparecer se van a ir incrementando porque cada día tenemos más habitantes, más demanda de servicios y una mayor carga sobre el ambiente”, recordó el geólogo.

“No hace falta decir mucho sobre la gestión de los residuos, es importante empezar a poner en la agenda, si queremos seguir creciendo ver cómo hacerlo y ordenarlo de manera que sea funcional”, consideró.

Citó un ejemplo, “en Villa La Angostura los problemas de deslizamiento y corte de ruta estuvieron relacionados con la forma en la que se utilizó el ambiente”.

De no haber una mayor conciencia sobre los riesgos reales de alterar el medio natural los resultados podrían ser muy graves. Urge encontrar un equilibrio entre la necesidad de construir y la preservación del ambiente. “Hoy hay un nivel mayor de información pero no es lo suficiente, en la sociedad con el tema riesgos nos cuesta mucho convertir esa información en una acción comunitaria concreta”.

Agregó, “nos cuesta gestionar el riesgo de una manera inteligente, con estas cosas no hay otra forma que no sea la gestión de riesgo que involucra no solo reacción o estar preparado para la emergencia, sino minimizar”. Para eso hay que hacer un diseño de cómo se va a utilizar el territorio, “sino cada vez estaremos más expuestos a situaciones catastróficas”.

“El tema catástrofes es complicado porque uno a veces no sabe de qué se trata hasta que muere alguien, pero hablamos de eventos adversos que no queremos que nos pasen y que nos perjudican”, dijo Villarosa.

Eso claramente está pasando en Bariloche “en 2011 tuvimos una erupción volcánica que nos perjudicó mucho, uno no puede evitar que suceda pero sí se puede estar preparado para lidiar con eso”. En general en toda la región se ha mejorado el sistema “queda mucho por hacer” aseguró.

En la línea de la historia de nuestra ciudad se fue creciendo de una manera desprogramada “tiene que ver con cuánto sabés y qué percepción tenés del problema, hemos hablado con funcionarios o vecinos que piensan que no hay mucho que hacer”.

Hay cosas que no nos estamos dando cuenta que influyen “si hablamos del manejo de los cloacales cuando vos infiltrás tus aguas negras se están yendo a alguna parte, el agua misma que estás bombeando del lago y metiendo debajo de la tierra no estaba en el subsuelo y eso cambia las propiedades del terreno”.

 “Las soluciones no son fáciles ni sencillas, todo requiere dinero, reglamentación, planificación, controles y capacitación de los profesionales que diseñan y piensan urbanizaciones en la ciudad”, concluyó.

Y aseguró que es un tema "complicado, que hay que ir abordando cada día con más profundidad y generando las herramientas que hacen falta".

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