La problemática de los perros en nuestra ciudad se acrecienta día a día y más aún cuando está en riesgo la seguridad de los niños y niñas.

Valeria Olagüe, directora de la escuela N°187 preocupada por una serie de hechos que se vienen sucediendo en dicha institución, comenzó a movilizarse con su equipo de trabajo para alertar y apostar a la prevención de manera inmediata. El establecimiento está ubicado en la intersección de las calles Morales y 25 de Mayo del barrio El Mallín.

“Me reuní con la persona encargada de Zoonosis para comentarle lo que sucedió con un perro y hablé con la Junta Vecinal para que hagan un pedido a los vecinos de mantener a sus mascotas en sus predios”, comenzó diciendo.

Como no se han visto resultados favorables ahora planifican tareas relacionándose directamente con las familias, “que sepan el peligro que significa que los perros acompañen a sus hijos a la escuela, esperándolos hasta que salgan”. Cuando los chicos salen al recreo los perros ingresan a la escuela directamente.

Pero el inconveniente no queda allí, “el Consejo Provincial de Educación envió personal para que adelanten el arreglo de una de las puertas de acceso, eso ahora permite cercar el espacio de recreación de los alumnos”. Pero como tienen rejas siguen entrando los perros más pequeños.

Mordeduras

El que un perro muerda a un alumno no es simple de resolver “necesita de un seguimiento, que el estudiante vaya a la guardia, un certificado médico, la denuncia de la familia, la idea es poner en alerta al barrio, informarles todo lo que estamos haciendo para evitar futuros accidentes” dijo la directora.

Tanto el equipo directivo como el plantel docente están en alerta, “sabemos el alcance de nuestra responsabilidad por eso apelamos a la toma de conciencia de las familias”.

No se trata de perros callejeros, todos los conocen, tienen dueños que los largan para que o ensucien en otro lado o que den una vuelta. “El otro día un perro mordió a una docente que venía al jardín 39 a buscar a su hijito, tenía todo ensangrentado y obviamente que no pudo dar clases” se lamentó. Por supuesto que se habló con el dueño de la mascota que la atacó.

“Hace un tiempo casi sobre Pasaje Gutiérrez otro animal mordió a un nene, le tuvieron que poner varios puntos para cerrar la herida, la queja se la instalan a la escuela cuando es responsabilidad absoluta de los dueños de los perros", recordó.

“Eso pasa también con la basura, se quejan que la escuela tiene el patio sucio pero si mirás son cajas vacías de vino o pañales descartables, eso no se genera en nuestra institución", aseguró.

“Educación nos brinda las bolsas para residuos y lo sacamos todo de manera prolija para que se los lleve el camión recolector”. Y esto se vuelve a relacionar con los perros que roban bolsas por el barrio y las llevan al patio de la 187 para abrirlas y comer los restos de alimentos. “Igual hay familias que nos llenan ese canasto en la vereda cuando ellos tienen los propios”.

No es un tema simple de resolver porque estamos hablando de la toma real de conciencia de los vecinos “no pretendemos enfrentarnos ni criticar a las familias del barrio, solo apelamos a trabajar en conjunto y planificar acciones entre todos para el cuidado del medio ambiente y sobre todo, de la salud” aclaró.

“Hay muchos que se enojan cuando les pedimos que guarden a los perros en sus patios pero la escuela a raíz de situaciones problemáticas realiza acciones para mejorar la calidad de vida de todos”, explicó.

“Zoonosis nos ofreció enviar un inspector para ver la situación en los recreos y luego identificar a los dueños para alertarlos”, continuó.

También caballos

Hay vecinos que llevan a sus caballos al predio amplio del mallín para alimentarse, pero algunos se sueltan y van también al patio de la escuela. “Eso es otro riesgo enorme porque si patearan a un alumno sería muy grave pero además, dejan bosta en el pasto, los chicos sin querer la pisan y la entran en sus calzados al aula”.

Como si todo esto fuera poco hay un vecino con una conducta antisocial que todos los mediodías ingresa al patio a comer y se queda tomando vino delante de todos los alumnos. “Ya hice una exposición policial porque eso tampoco se puede permitir en una institución educativa”.