El médico forense Juan Manuel Piñero Bauer declaró este martes en el juicio oral y público que se sigue a Matías Vázquez y puso en duda el “rigor científico” de las pruebas de alcoholemia que la fiscalía toma como un elemento fundamental para sostener que el acusado conducía alcoholizado al momento de atropellar y asesinar a Lucas Caro.

Piñero Bauer había realizado un estudio en retrospectiva para determinar la graduación alcohólica, al menos aproximada, que tenía Matías Vázquez en la medianoche del 27 de febrero de este año cuando atropelló y asesinó a Lucas Caro. Ante los jueces Marcos Burgos, Bernardo Campana y Marcelo Álvarez Melinger, admitió que aplicó una fórmula matemática carente de rigor, para determinar que el acusado tendría al momento del siniestro una intoxicación alcohólica superior a 1,5 gramos de alcohol por litro de sangre.

El forense afirmó que para confirmar los cálculos que él realizó, es necesaria la realización de un examen toxicológico y explicó que según se sabe, la curva de eliminación del alcohol del organismo es equivalente a 0.1 gramo de alcohol por litro de sangre por hora y por eso tomó como base el test realizado a Vázquez al momento de su detención en la comisaría 27, que alrededor de las diez de la mañana del día siguiente al siniestro, había dado 0,52.

De todos modos aclaró que no se trataba de un método muy exacto y contrariando a la fiscalía denunció que las pipetas de los alcoholímetros del Cuerpo de Seguridad Vial, están cuestionadas.

Juan Pablo Álvarez Guerrero, defensor de Vázquez, consultó si la situación se podría haber alterado a partir de la ingesta alcohólica luego del siniestro, una vez que Vázquez arribó a su domicilio: “Cambia la ecuación, desde luego”, respondió el forense.