Desde las juntas vecinales de El Trébol y Llao Llao alertaron acerca del proyecto hotelero Cauma, que está dentro de una reserva natural.

Daniel Aldo Gómez, biólogo y ecólogo, entrevistado en el programa "Chocolate por la Noticia" que se emite por El Cordillerano Radio (93.7), aclaró: “Soy el referente técnico de las dos Reservas Naturales Urbanas de lago Morenito y laguna Ezquerra y asesor ambiental de las Juntas Vecinales del Oeste”.

Habló de los puntos que despiertan preocupación ante este proyecto, “lo que se está pidiendo es que se cumplan todos los canales de participación que se establecieron por ordenanza cuando fueron creadas las reservas”.

Cada una de ellas tiene su plan de manejo “hay una contraposición o conflicto con el Plan de Oeste, ciertos funcionarios piensan que este va por encima de los manejos de las RNU y no es así”.

Agregó, “estos mecanismos de participación y consulta no se están llevando a cabo y queremos aclarar cuando dicen que ciertos vecinos se oponen al progreso o que no quieren que nadie más viva ahí, no es así”.

Dijo, “ese progreso tiene que ser sustentable pero no en detrimento del entorno natural ni de la calidad de vida de los habitantes, debe hacerse siguiendo las normativas vigentes”.

Son estos canales de diálogo los que se están solicitando, “también se ha pedido a los funcionarios la información técnica y no hemos tenido respuesta”. Todo lo referido al ordenamiento de flora y fauna, a lo arqueológico, “está dentro del mapa de bosques y sectores del municipio como área de alto valor”.

Aclaró, “no es un baldío cualquiera que tendría poco valor ambiental y cultural, por eso se prenden las luces rojas de alerta para ver qué es lo que pretenden hacer allí”. El apuro es lograr toda esta información antes de iniciadas las obras, “aunque ya realizaron desmontes y tala pero en realidad no sabemos qué es lo que se sigue haciendo adentro de ese predio”.

Daniel Aldo Gómez habló de las zonas grises dentro de las normativas “eso muchas veces hace que los funcionarios tiren para un lado y los ecologistas y vecinos para el otro pero de todas maneras hay una que no se puede ignorar y es lo que rige por ley”.

Se trata de un lote al que no se tiene acceso por las calles del barrio, “por eso desde afuera solo se ve una masa forestal continua y se pretende usar una calle vecinal para el acceso al futuro hotel”. Es uno de los barrios donde se prioriza la poca alteración del entorno, “el impacto visual y acústico en una zona de alta sensibilidad ecológica entonces no podemos estar de acuerdo con un proyecto que va a multiplicar el impacto en el terreno”.