Los doctores en Biología Susana Calvelo y Alfredo Passo, autores del libro Guía de identificación de líquenes de los bosques andino-patagónicos y sus alrededores, brindaron una charla para conocer un poco más al respecto y poder incluso reconocerlos y distinguirlos a simple vista.

Calvelo, investigadora del CONICET, habló en el programa "Mano y contramano" de El Cordillerano Radio (FM 93.7) y brindó detalles del encuentro virtual, además de realizar una breve introducción a la temática.

En primer lugar, explicó qué son los líquenes: “Si vamos caminando por el bosque o en la ciudad, los vemos como plantas de color generalmente verdoso”. Son la combinación de dos o tres tipos diferentes de organismos.

Detalló: “En la parte exterior está formado por un hongo y dentro de él existen células fotosintetizadoras, es decir que generan materia orgánica a partir del dióxido de carbono del aire y de la energía solar”. Trabajan en concordancia  y armonía con este hongo que las recubre, lo que les permite generar estructuras mucho más complejas de lo que es cada uno por separado, “por un beneficio enorme que les otorga el tener las algas aportando al conjunto”. Es por ello que la profesional lo define como “una simbiosis entre un organismo fotosintetizador y un hongo”.

En general, estos líquenes no tienen nombres comunes: “La gente no pone su ojo en estas estructuras, pero culturalmente han denominado a algunos de ellos  barba de viejo, compuestos por un hongo y un alga”.

En nuestra zona hay algunos ejemplares de más de un metro de largo “se van acomodando entre las ramas, sobre todo en cipreses y coihues, y eso llama mucho la atención. Aparecen frecuentemente en el bosque de Llao Llao, en el camino a la Cascada de los Duendes, por ejemplo, hay muchas especies que son pequeñas, grises o verdosas”. Los más coloridos están en la zona de Puerto Blest, ejemplares mucho más grandes porque la humedad los favorece. “Allí hay algunos muy vistosos de 20 o 30 centímetros de diámetro”. En el libro del cual Calvelo es coautora, se pueden apreciar fotografías, casi todas captadas por Alfredo Passo.

Los líquenes no solo crecen sobre árboles: “Sobre rocas también sucede muchas veces, en el arroyo Casa de Piedra a los costados del agua hay rocas muy grandes, algunas cubiertas casi por completo”.

Estos tienen una función muy importante y es que son formadores de suelo: “Al estar sobre las rocas por medio de unos ácidos que se llaman liquénicos, van penetrando en ellas, disolviendo sus componentes y las van fracturando, esto es un proceso muy lento que no llegaría a verlo por completo la vida de una persona”.

Indicadores reales de contaminación

Los líquenes solo pueden vivir bien en lugares donde hay aire puro. Donde hay contaminación atmosférica, por emisión de vehículos, fábricas, chimeneas o combustión de calefacción desaparecen. “Las algas que están dentro de la estructura general no pueden hacer su trabajo normalmente, hubo un ejemplo muy claro en Londres en los años 40 cuando tenían aire puro”. Continúo describiendo: “Había líquenes sobre los árboles de la ciudad y unas maripositas que tenían sobre sus alas unas manchas que las asemejaban a estos líquenes y las defendían de aves predadoras. En un momento dado aumentó mucho la contaminación sobre todo por uso de carbón con contenido alto en aceite y los líquenes desaparecieron y lo curioso fue que solo sobrevivieron las maripositas que no tenían esas manchas”. Luego se hizo un trabajo importante de descontaminación, entonces los líquenes volvieron a aparecer y las mariposas con manchas también. Un equilibrio increíble de la naturaleza.