UNA HISTORIA DE AMOR Y FE

| 15/06/2021

Luego de 15 días muy duros Lauti fue dado de alta de COVID

Luego de 15 días muy duros Lauti fue dado de alta de COVID

En tiempos donde las malas noticias son moneda corriente es bueno poder difundir una historia con final feliz. Se trata de lo sucedido a Lautaro Huentenao, el joven de 17 años que realiza campañas navideñas en la Línea Sur representando a Papá Noel. El COVID le jugó una muy mala pasada y su mamá Matilde Curipan, lo comparte con los lectores.

Lauti estaba en la casa de su papá. “El 30 de mayo a las doce de la noche me llamó por teléfono el padre para contarme que lo estaban por intubar y que él estaba aislado con mi hija por COVID”. Ella era la única que podía ir a ver a su hijo y obviamente, no lo dudó.

“Era un horario en el que no se podía circular, la policía me siguió hasta el hospital, esperaron a que me bajara del vehículo, les comenté lo sucedido y entraron a verificar si era cierto lo que yo les decía”.

Luego de ponerle todos los elementos de protección, la dejaron entrar a UCI, “me dieron cinco minutos para verlo, Lautaro en ese momento no podía respirar y le dolía mucho el pecho, agarré sus manos, lo besé y le pedí a Dios que lo protegiera”.

Ahí empezó el calvario de Matilde, “esa noche lo único que hice fue seguir pidiéndole a Dios, al otro día reaccioné y empecé a cortar cadenas y reconocer mis errores” comentó.

Ese miércoles por la mañana tomó una decisión: “Llamé a cada una de las personas con las que había tenido dificultades en mi vida, a la familia del papá de Lauti y después hablé con mi suegra y ese mismo día, me dejaron entrar a ver a mi hijo de nuevo pero a través de un vidrio”, dijo muy conmovida.

“Lo tenían dormido y muchas personas del hospital me contaban cómo iba y eso lo quiero agradecer”, dijo.

“Iba dos o tres veces por día a preguntar si necesitaba algo, una semana después un mediodía estaba almorzando con mi hija, ella estaba muy triste y yo le dije que donde estuviera Lauti en sus sueños, él iba a sentir que lo acompañábamos y me llamaron del hospital para decirme que había despertado”. Habían pasado ya 15 días.

Se fue lo más rápido que pudo y la dejaron entrar a la sala, “me levantó el pulgar como diciéndome que estaba todo bien, al principio estaba como ido y le costó dos días empezar a hablar”.

Agregó “yo tenía que mostrarme fuerte y no dejar caer ni una lágrima así que le tuve que poner mucha garra”.

Lo primero que le dijo fue "mamá". “Estuvo dos días en UCI y después lo pasaron a sala de hombres, ahí nos pidieron que lo cuidáramos las 24 horas así que yo lo hacía de día y el papá de noche”. Lo ayudaba a hacer los ejercicios que le habían dicho los médicos para recuperar bien el habla “siempre con amor, cariño y besos, no me cansaba de decirle cuánto lo quería”.

Consultada acerca de si Lauti recuerda algo del tiempo que lo tuvieron dormido dijo “solo de una persona toda de blanco que se acercó y le dio una biblia, debe haber sido un enfermero o doctor que se la entregó porque yo llevé la que tenía él para que la tuviera cerca”.

Matilde relata que "la primera noche que pasó en el hospital fue el peor día de mi vida, hablé con Dios y le dije que le dejaba a mi hijo en sus manos, yo no podía hacer nada, solo esperar detrás de una puerta o venirme a casa pero no podía ni dormir”.

No solamente ella atravesaba un momento tan duro “muchos van y lloran a través de esa puerta, familiares que no se despiertan desde hace un mes o más o que no pueden entrar a ver a su ser querido”. “Esa gente también necesitaba una palabra de aliento, una sonrisa o un vasito de agua y eso me hizo responder el para qué me estaba pasando todo esto”.

Esto no fue lo único que tuvo que atravesar Matilde, “al mismo tiempo estaba internado en el HPR mi papá, más de un mes peleándola con el COVID pero a él no me dejaban verlo directamente”. Su padre ya está en su hogar pero la recuperación es muy lenta.

Ahora Lauti fue dado de alta, “está muy bien y con mucha fuerza, me fue preguntando cada cosa que le fue sucediendo porque necesitaba entender”.  

Matilde quiso dejar un mensaje para todas aquellas personas que estén atravesando una situación similar: “Fueron días muy difíciles pero solamente la fe y la oración me ayudaron a superarlos”.

Agregó, “siento que el reconocer los errores también ayuda, si es necesario pedir perdón por los hijos, por los padres y confiar en Dios porque es en definitiva el que tiene la última palabra”. Aclaró que “los médicos y enfermeros hacen todo lo que pueden pero hay cosas que están más allá de ellos”.

Lauti le pidió a sus padres que apenas esté recuperado, le ayuden a hacer una campaña para el Hospital Zonal así que cuando se inicie, El Cordillerano se sumará en la difusión. Una historia de dolor e impotencia que lamentablemente a muchos les ha tocado atravesar en esta pandemia.

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