Cuando alguna familia de la región atraviesa momentos muy delicados por cuestiones de Salud y necesita del acompañamiento de la comunidad, la respuesta siempre es positiva. Una vez que superan ese tramo de sus vidas, ya nada se sabe de ellos y es bueno, conocer su presente.

Los primeros días de febrero El Cordillerano difundía el caso de Santi, el adolescente de 14 años que debió ser trasladado en avión sanitario a Buenos Aires. En primer lugar fue para que realizara un tratamiento de rehabilitación pero luego, se supo que debió ser intervenido quirúrgicamente.

Su familia decidió alquilar un departamento allí porque se hablaba de un tiempo prolongado de permanencia, pero esta semana llegó una noticia totalmente inesperada y gratamente sorprendente; están por regresar a Bariloche.

Celeste Torres, la mamá de Santi, dio detalles de su recuperación para compartir la hermosa noticia con todos aquellos que en su momento, les dieron una mano. “Seguimos alquilando desde el 25 de febrero que Santi salió del Sanatorio Güemes para continuar con una internación domiciliaria y evitar así que se contagiara de COVID”.

La obra social contrató a una empresa que buscó especialistas para que trabajaran en la recuperación de Santi, “la neuróloga y el neurocirujano nos dijeron que estaba mejor y que lo ideal sería que volviéramos a Bariloche”. Luego de tantos meses extraña mucho a su familia y es una contención y cariño indispensable para seguir recuperándose.

Ya tienen el pedido de retorno a nuestra ciudad, “la obra social está buscando los especialistas que continúen con su tratamiento apenas lleguemos”.

En todo este tiempo el joven creció notablemente, “ya mide 1,57 y subió más de diez kilos, le sacaron la cánula para ponerle una más pequeña, lo que le permitirá una mayor recuperación en el habla”.

Hace dos semanas está siendo estimulado por un fonoaudiólogo, “igual Santi se expresa por cualquier medio y utiliza mucho para eso el celular”.

Un milagro basado en la voluntad

Celeste y su pareja ya habían asumido que el regreso a Bariloche sería muy duro “todos los pronósticos médicos nos decían que mi hijo iba aquedar cuadripléjico y tenía parálisis de todo el lado derecho, pero un día, empezó a mover ese brazo” dijo muy emocionada. Como si esto no fuera suficiente, poco a poco y contando con la ayuda del papá, no solo se pudo parar sino que de a poquito, volvió a caminar.

Santi tiene una fuerza de voluntad muy grande y volver a tener el cariño del resto de la familia le va a hacer muy bien. Es un excelente pianista pero desde que se enfermó, ni siquiera quiso volver a escuchar música, “tiene otro amigo no vidente de Dina Huapi que le escribe y le manda ejercicios, así volvió a tocar”.

En tiempos tan difíciles es bueno poder compartir una noticia tan linda como los avances que ha tenido este joven y su pronto regreso a nuestra ciudad.