Contar con un bombero voluntario dentro del entorno familiar ya debe necesitar una organización especial, pero que los dos integrantes de la pareja lo sean, es otro tema.

María Choriman es integrante del cuerpo activo del cuartel de Bomberos Voluntarios Melipal desde hace 17 años. “Hice el curso en el 2004 cuando tenía 23 años, era algo nuevo así que junto con mi familia fuimos descubriendo un mundo totalmente diferente”.

Luego llegó el gran amor, otro bombero, con el cual tienen dos pequeñitos, uno de ocho y otro de tres años. Que mamá y papá sean bomberos lo toman como algo muy normal, “escuchan la sirena, ayudan a buscar el calzado, las llaves del auto y están listos para despedirnos con un beso”.

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Siempre tuvieron que turnarse, “por suerte lo pudimos llevar bastante bien, los dos tuvimos que ir cediendo espacios pero ahora, por una cuestión de organización familiar, él decidió dejar el cuerpo activo”.

Es mucho el tiempo diario que la bombera dedica al cuartel, “en realidad una salida es un cuarto aproximadamente de todo lo que uno debe hacer, siempre digo que es solo la punta del iceberg que la gente puede ver”. Hay un trabajo de base muy grande, “uno lo hace con pasión pero son muchas horas que le quitamos a nuestras vidas personales”.

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Generalmente los bomberos y bomberas cuando regresan de una salida, sobre todo si ha tenido tintes de gran riesgo o emociones fuertes, realizan una charla grupal. Cuando ambos eran bomberos, algunos temas eran llevados al seno familiar “nos proponíamos que no sucediera porque no era sano pero a veces no lo podíamos evitar”.

Agregó, “ser bombero es estar siempre preparado para salir entonces si vas a la casa de amigos también lo saben, si teníamos que ir los dos les encargábamos a los nenes y el auto siempre estacionado de una manera que pudiéramos salir más rápido”. El acompañamiento de ambas familias ha sido indispensable en esta familia de bomberos, “por suerte tienen muchas tías” dijo bromeando.

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Hay momentos del año con determinadas actividades de las cuales todos quieren ser parte “el recorrido de los Reyes Magos o Papá Noel es hermoso, y lo disfrutamos mucho”.

Puertas abiertas

El cuartel de Melipal de manera cotidiana, antes de pandemia, realizaba jornadas de cuartel abierto, recibiendo a cientos de alumnos de jardín de infantes y de escuelas primarias. “Siempre hay dinámicas planificadas para los que nos visitan, les encanta subirse a los móviles, ponerse los cascos y ni hablar de hacer sonar la sirena”. Reflexionó: “en ellos podemos dejar una semilla de lo que significa ser bombero voluntario y nos hacen sentir el cariño tan necesario”.

El año pasado aprobaron el curso de instrucción 12 nuevos bomberos voluntarios. El acto aún no han podido realizarlo “a cada uno de ellos queremos hacerle llegar nuestras felicitaciones”. De esa docena, cinco son bomberas, “nuestro cuartel fue el primero de la Patagonia en incorporar mujeres y eso es un orgullo para todos”.

Campaña de socios

El cuartel de Bomberos Melipal inició una campaña de socios para poder solventar gastos mensuales. Aquellos interesados pueden comunicarse al teléfono 4441547.