Circuito Verde junto a personal del INTA realizaron una jornada de plantación de lengas en la ladera del cerro Otto que había sido afectada por los incendios del año 1995. La naturaleza hizo lo que pudo restaurando gran cantidad de especies pero no lo logró con todas y en este caso es la mano del hombre la que colabora para renovar ese bosque.

Nuevas generaciones cuidando el bosque

Se trató de más de 1.700 lengas, las que dispusieron en toda la zona y un detalle muy inspirador fue que contaron con la presencia de un grupo ecologista donde madres y padres acompañaron a sus pequeños quienes, con sus palitas de juguete, plantaron un árbol más.

Faltaban las lengas

Alondra Crego, integrante de Circuito Verde, comentó “hace varios meses veníamos planificando con el INTA esta actividad porque ellos cuentan con un plan de restauración”. Les ofrecieron entonces trabajar en conjunto y sumar al programa Plantando Patagonia.

Pusieron voluntarios tanto para logística como para organización, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria sumó algunos plantines y otros, los compraron, todos los pusieron este fin de semana.

La ladera Sur del Otto, muy castigada

A la jornada de trabajo concurrieron alrededor de 30 personas, “éramos grupos burbuja integrados por un coordinador de Circuito Verde con cinco voluntarios en dos laderas de la cara Sur del Otto”.

Comenzaron muy temprano y finalizaron al final de la tarde, “participó una escuela de naturalistas de Bariloche, nenes y nenas de 4 a 7 años con sus padres, cada uno con su palita de jardín” dijo Alondra.

El año pasado habían hecho lo mismo en otra ladera del cerro “ya tenemos más recursos en el Programa Plantando Patagonia, entonces pusimos un poco más de esfuerzo en esto” comentó.

En la cara Sur el bosque se restauró por sí mismo en todas las otras especies pero en las lengas, no. “Por eso fue que aportamos estas que tienen entre 3 y 5 años para que la zona pueda volver lo más posible a su estado original”.

Caminando hacia el lugar de reforestación

Circuito Verde

Se trata de una ONG que desde hace más de cinco años trabaja en nuestra ciudad y la región; está conformada por un equipo interdisciplinario de profesionales voluntarios, y se basa en mejorar la situación ambiental. “Contamos con varios programas como el de Educación ambiental, Educando la naturaleza, Circulando saberes y Ecoemprendimientos”.