El profesional forma parte del grupo de investigación que lanzó “Consciencia y sociedad distópica. Coronavirus: estudio del caso”. Preparan un congreso para fines de 2021 sobre la temática.

El psicólogo de Bariloche Ricardo Andrés Grinszpun, plantea que “la humanidad tiene sentencia de divorcio”. Utiliza esa imagen para graficar que mientras la tecnología asume una dinámica de renovación permanente, el ser humano tiende a pauperizarse, a tal punto de considerarse a buena parte de ellos, prescindibles. Sus apreciaciones forman parte del libro “Consciencia y sociedad distópica. Coronavirus: estudio del caso”, que se lanzó en España y la Argentina. Se consigue en librerías de esta ciudad.

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“Hablo de esas dos ruedas que se van separando, y de las formas que tienen el sometimiento y la exclusión”, le dijo Grinszpun a El Cordillerano. “De cómo estamos yendo en dirección a una generación humana para la cual el humano es descartable y cómo en el ámbito de la tecnología, como si fuera una auto-captura, estamos entregando nuestra información, nuestro poder, nuestra intimidad, nuestra cotidianeidad”, ejemplificó, de manera perturbadora. En particular, el psicólogo aportó capítulos sobre educación y cultura.

Sin embargo, el libro no se limita al diagnóstico, ya que “se hace justamente referencia a la necesidad de despertar, despertar a la autoconsciencia en un escenario de divorcio inevitable, porque lo que estamos observando es que hay una generación humana que está llamada a partir, a morir, a terminar como ciclo, así como han terminado otras que nos han precedido”, comparó. “Hay una generación que está llamada a partir y hay otra de la conciencia, que ya está sembrada como semilla y está llamada a nacer y prevalecer. Lo que observamos y proponemos tiene que ver con esa esperanza mayúscula”, advirtió.

El libro en cuestión forma parte de una iniciativa más amplia que arrancó en 2016 y todavía tiene cuerda. “El proyecto de investigación continúa. Tenía fecha de finalización noviembre de 2021 pero el equipo dirigido por Emilio Carrillo decidió continuar por tres años más. Es un proyecto totalmente altruista, ninguno de los integrantes persigue ningún tipo de beneficio ni económico ni de ninguna índole, más que nutrirnos, aprender y compartir con la gente”, aclaró Grinszpun.

Según sus impulsores, “su sentido profundo no es otro que informar de forma veraz y profunda para que la gente también pueda investigar. Por otra parte, no nos quedamos solamente con la distopía, con ese huracán que mencionaba. El propósito es llevar un mensaje de esperanza mayúscula porque no se trata de quedarnos en la minúscula: todo va a cambiar, va a ser mejor o alguien va a venir a resolvernos los problemas… El proyecto y el libro proponen cuáles son las herramientas que tenemos en nuestras vidas personales y en los procesos personales de conciencia”, resaltó el psicólogo. “También, en los colectivos en los que participamos que tengan al bien común como propósito, (proponer) la generosidad, la ternura y poner en práctica el ser humano que realmente somos”, enumeró.

En consecuencia, “el libro también tiene material referido al qué hacer y cómo vivir estas situaciones que nos proponen una experiencia distópica, cómo cruzar finalmente un puente que vaya de la distopía a la libertad. Es el lema del primer congreso internacional de Consciencia y Sociedad Distópica que se va a llevar a cabo en noviembre. El proyecto original incluía una presentación en Naciones Unidas, pero decidimos no hacerla”, señaló. La información sobre el cónclave comenzará a circular en breve.

Adrián Moyano