APORTE ESTATAL PARA COLEGIOS PRIVADOS

| 12/04/2021

Una ayuda para cubrir la falta de pago de matrículas en 2020

Christian Masello/ Fotos: Fabio Hernández
Una ayuda para cubrir la falta de pago de matrículas en 2020

Diez colegios de Bariloche, cuatro de Roca, un mismo número de Cipolletti, y otro tanto de San Antonio Oeste, más uno de Viedma, conforman el listado de veintitrés entidades educativas de carácter privado beneficiadas con un aporte total de diez millones de pesos por parte del Estado de Río negro, a partir de un decreto firmado por la gobernadora, Arabela Carreras, y la ministra de Educación provincial, Mercedes Jara Tracchia.

La suma se divide en partes distintas para cada institución: se tuvieron en cuenta criterios tales como la cantidad de alumnos y personal, si el edificio donde funciona es de su pertenencia o no, los costos de las cuotas, y demás particularidades.

En ese sentido, cabe resaltar que la escuela que más dinero recibe es el Instituto Patagónico, con una suma de 989.922 pesos, muy por encima del segundo en la lista, el colegio Vuriloche, también de la ciudad, con 684.430.

Cabe remarcar que estos aportes no son reintegrables, es decir que no deben devolverse.

Se trata de una asistencia única, que, en realidad, tiene sus bases en lo que sucedió el año pasado, cuando muchas de las escuelas perdieron gran parte de su caudal de alumnos, que pasaron a las entidades educativas públicas, ya que a sus padres, debido a la crisis impuesta por el COVID-19, se les había hecho imposible pagar los aranceles de un colegio privado.

Incluso, en su momento, se temió un colapso del sistema estatal, además del peligro latente del cierre de los colegios privados más perjudicados por la deserción de estudiantes hacia el ámbito público.

La intención de la medida es brindar un respaldo importante a determinadas entidades, en pos de afianzar un presente que deriva de un año atípico y por demás complicado.

A la hora de determinar qué instituciones recibirían el beneficio, se consideró que no contaran con transferencia pública de ningún tipo.

Otras entidades educativas barilochenses beneficiadas son: La Semilla, Dante Alighieri, Colegio Del Sol, Jean Piaget, Primo Capraro, Qmark y Fasta.

Los primeros cinco millones del aporte de la provincia ya fueron transferidos.

Una segunda cuota, con el resto, se entregará en mayo.

¿Pero cómo es la vida de una escuela privada en la actualidad?

Las realidades, por supuesto, son distintas para cada cual, pero un claro ejemplo de la actitud del personal, en cuanto al hecho de ponerle el pecho a las dificultades, y así salir adelante, está dado por el colegio Castex (que también se ubica en la lista de los que cuentan con el beneficio estatal, aunque con una cifra mucho menor de los citados: en su caso, reciben 257.598 pesos).

La entidad tiene una historia de larga data en la ciudad: se están por cumplir treinta años desde que, en 1991, abrieron la inscripción para el ciclo lectivo de 1992.

Alejandra Kromer, docente que trabaja en el área de coordinación de Lengua y Ciencias Sociales de primaria, afirmó: “Hoy tenemos un colegio diferente”.

Recordó el domingo 15 de marzo de 2020, cuando el presidente, Alberto Fernández, anunció la suspensión de clases presenciales por catorces días, lo que luego se extendió a todo el año…

“A la semana, teníamos todo organizado”, rememoró.

“Nos tuvimos que adaptar a la nueva modalidad”, sostuvo.

“Los docentes se ajustaron a lo que sucedía y los padres nos acompañaron”, apreció.

Así, señaló: “Enseguida tuvimos distintas plataformas y dispositivos como para trabajar con las familias, como el WhatsApp, el Zoom, las videollamadas…”.

Luego, en septiembre, la institución adquirió una plataforma que permite llevar adelante clases virtuales de manera más completa.

En ese sentido, la coordinadora de Matemática y Ciencias Naturales de primaria, así como también del nivel inicial, Marisol Seisdedos, explicó: “Es como estar en el colegio, incluso con recreos. Se trata de algo similar al zoom, pero con otras prestaciones que hacen más fácil la tarea docente, ya que cuenta con varias herramientas. Se parece mucho a las clases presenciales y, en este momento, nos permite tener la dualidad en simultáneo: una mitad del grupo está presente y la otra lo ve desde su casa”.

“Gracias a esa plataforma, el año pasado llegamos al noventa y siete por ciento de presencialidad en la virtualidad”, añadió.

Más allá de que la mayoría de los grados están conformados por alrededor de treinta estudiantes, con quince que asisten al aula una semana y los otros a la siguiente, es decir que se van alternando, también, debido a que hay aulas de mayor tamaño, existen casos, como en primer grado, por ejemplo, donde concurre la totalidad de los chicos a la vez.

Por otra parte, en el nivel inicial, en su totalidad, la presencialidad es al cien por ciento.

Marisol, que el año pasado estaba abocada exclusivamente a la coordinación, precisamente, de lo que refiere al jardín de la entidad, reconoció que hubo muchos padres que, debido a la pandemia, abandonaron la institución, sobre todo aquellos que enviaban a sus hijos a sala de tres, que no es obligatoria, pero, a su vez, advirtió que la mayor parte regresó este año para anotar a los pequeños en sala de cuatro.

Agregó que algo parecido sucedió con el primario, donde “hubo algunos que decidieron ir a escuelas del Estado, porque no podían pagar por la situación que se vivía, pero varios de ellos este año volvieron”.

Alejandra confirmó lo expresado por su compañera y aclaró que, en cuanto a aquellos que se fueron y no regresaron, tampoco determinaron una gran variante en cuanto al total del alumnado: “Mantenemos casi la misma cantidad de niños que antes, porque, si bien algunos se retiraron, hubo nuevos ingresantes”, dijo.

Al respecto, incluso sostuvo que todavía están recibiendo nuevos chicos en salita de cuatro en el nivel inicial, a lo que Marisol agregó: “También todavía tenemos entrevistas con niños nuevos para primaria, que provienen del Estado o de otros privados”.

En cuanto a la actitud que observan en los niños, Alejandra expuso: “Están muy afectuosos… Enseguida te quieren abrazar, pero hay que frenarlos”.

“Igual, ellos se adaptan más rápido que nosotros”, comentó Marisol.

En ese punto, apreció: “Los maestros debimos desaprender un montón de cosas para volver a aprenderlas. Tuvimos que romper con muchas estructuras. Ahora existen otros límites, pero nos adecuamos a las circunstancias”.

Christian Masello/ Fotos: Fabio Hernández

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