12/04/2021

¿Por qué no sos más expresivo?

¿Por qué no sos más expresivo?

Hoy en día somos testigos de mucha gente que vive “metida en su propio mundo”. Se olvidan del mundo que los rodea y quienes están cerca les suelen decir frases tales como: “¿Podrías dejar el celular y prestarme atención que te estoy hablando?”. O: “Por favor, mirame cuando te hablo”. O: “Al final, nunca expresás nada. ¿Me podés decir lo que sentís, lo que te sucede? ¡No compartís nada conmigo!”. 

Se trata de personas evitativas que necesitan mantener distancia. En el fondo, sienten ansiedad cuando hay demasiada conexión emocional o intimidad con el otro. Les resulta difícil (o imposible) asumir el compromiso. Como lo expresa un terapeuta estadounidense: “Te quiero en casa, pero en otra habitación”. Tienen la urgencia de sentirse independientes, autónomos, que no necesitan nada de nadie.

Como resultado, gestionan su propio mundo emocional y, cuando se introducen en el teléfono, el diario, el libro, la película, o incluso su propio mundo interno, se desconectan de todo lo demás. Aquí nos encontramos frente a lo que se conoce como “apego evitativo” que es la manera de mantener distancia porque la cercanía genera un malestar muy grande.

Dicho apego, o forma de vincularse, tiene su origen en vínculos del pasado, por lo general, con los padres. ¿Cómo podemos ayudar a un hijo, una pareja, un amigo o cualquiera que se vincule de este modo con la gente? Comparto tres ideas prácticas: 

-   Darle tiempo

Cuando la persona esté “metida” en su teléfono o su actividad que lo aleja del mundo, podemos decirle: “¿En media hora salimos a comer?”. O: “En una hora me gustaría conversar con vos”. De esa manera, le brindamos un espacio de transición para que salga de lo que está haciendo y se conecte con lo nuevo. Quien es evitativo, cuando entra en “su mundo”, se disocia y le cuesta mucho salir de allí de un minuto para el otro. Entonces podemos darle tiempo y plantearle lo que vamos a hacer más tarde. Tal actitud de nuestra parte le permite realizar este proceso de transición con eficacia.

-  Hacerle preguntas afectivas

Podemos pedirle: “Contame un día lindo de tu vida”. O preguntarle: “¿Qué cosas te emocionan?”. O: “¿En qué situaciones de tu vida lloraste?”. Es decir, formularle preguntas que lo ayuden a expresar sus emociones, sus angustias y sus alegrías. Estos pequeños reportajes le permiten ir soltando su mundo emocional de a poco, con un bajo nivel de ansiedad, sin temor y sin sentirse presionado o ver un peligro al ir construyendo intimidad lentamente.

Tener microexpresiones afectivas

Y, por último, cuando estés con una persona evitativa, abrazala y compartile alguna frase linda: “Qué lindo verte”; “qué bueno tenerte en mi vida”; “cómo me gusta estar con vos”; “me hizo bien lo que me dijiste”. Son pequeñas expresiones afectivas que van construyendo intimidad de a poco y la ayudan, a pesar de su alta dosis de ansiedad, a construir intimidad con los otros.
En cuanto de nosotros dependa, acerquémonos a quienes no reaccionan igual que nosotros con una actitud empática y brindándoles lo mejor. 

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