EL MARTES COMIENZA EL JURY DE ENJUICIAMIENTO

| 20/02/2021

Si se confirma la acusación ¡Qué boquita tiene la jueza Erika Fontela!

Si se confirma la acusación ¡Qué boquita tiene la jueza Erika Fontela!

El próximo martes 23 comienza el jury de enjuiciamiento a la jueza Erika Fontela, titular del Juzgado Multifueros de El Bolsón. Se prevén tres jornadas del Consejo de la Magistratura bajo la presidencia del juez del STJ Ricardo Apcarian. Está acusada por repetidas escenas de maltrato y acoso laboral para con funcionarios y empleados del Juzgado a su cargo, como así también contra abogados del foro.

Fontela de 48 años, desempeñaba, desde el 26 de febrero de 2016, el cargo de jueza del Juzgado de Familia, Civil, Comercial, Minería y Sucesiones 11 de El Bolsón, hasta que en mayo de 2019 fue apartada del cargo, percibiendo el 80% de su remuneración, mientras se sustanciaron los expedientes disciplinarios que desde el martes serán tratados por el Consejo de la Magistratura.

María Constanza D´angelo, abogada referencista del Juzgado en cuestión, fue la primera que dio una voz de alarma al remitir vía mail una denuncia contra la jueza y a partir de allí se instruyó el sumario. Corría el mes de septiembre de 2018.

Lo primero que se ordenó fue un informe al Centro de Investigaciones Forenses. El mismo llevó la firma de la doctora Verónica Martínez y concluyó que la denunciante estaría padeciendo un supuesto de violencia laboral.

Pero un mes después, se destapó otra situación a partir del pedido de cambio de funciones de la secretaria subrogante del juzgado, Romina Gangarrossa.

Un nuevo informe interdisciplinario, reveló una alta probabilidad de acoso laboral sobre los empleados y detectó indicadores que ratificarían tal situación, descripta más adelante como diversos comportamientos y tratos impropios por parte de la jueza hacia sus dependientes.

Así se imppulsó el sumario y se acumularon otras tres denuncias realizadas por Carlos Rubén Pascual, José Luis Bianco y Marta Hazuda.

El Consejo de la Magistratura designó al legislador Leandro Lescano como instructor sumariante. Un nuevo informe elaborado por áreas internas del Poder Judicial, reveló que la mayor parte de los empleados se encontraban visiblemente atemorizados, con sentimientos de frustración y claras muestras de ansiedad y que habían desarrollado distintas defensas psíquicas frente al clima hostil generado por la jueza.

Así, analizados todos los elementos colectados en el sumario administrativo, la imputación contra Fontela avanzó y quedó establecida en dos hechos, según la acusación que presentará el procurador Jorge Crespo contra la jueza en el marco del jury que se concretará el martes.

El primero de ellos es el haber propinado malos tratos a empleados, empleadas, funcionarios y funcionarias del juzgado a su cargo, en el transcurso del año 2018 y la primera mitad del 2019, hasta que fue apartada. Según consta en las declaraciones de los protagonistas, dentro del juzgado imperaban los gritos y el vocabulario soez y de alto contenido sexual, mientras que fontela fue descripta como una "madre desquiciada", revelando un clima de trabajo "demencial".

El segundo de los hechos guarda referencia con los malos tratos dirigidos a los abogados del foro, en el mismo período comprendido entre el año 2018 y la primera mitad del 2019.

El Cordillerano tuvo acceso a la pieza acusatoria que defenderá el procurador Jorge Crespo y editó parcialmente el contenido de las expresiones presuntamente vertidas por la magistrada hacia sus dependientes y los abogados. Según consta en el expediente, la jueza les habría dicho en distintas ocasiones: "Si sacás 15 expedientes te la chup...", dirigiéndose a un empleado; "A vos ni tu marido te cog..."; "Que prolijo tenés el pelo, seguro que a la noche no cog..."; "Vos sos incogi..."; "Conchu..."; "hija de p...", dirigiéndose a empleadas y funcionarias; o en relación a un abogado del foro: "Yo no saludo a traidores", mientras que en otra ocasión, ante otra abogada y su cliente, se mostró desafiante, pendenciera y adelantó con diversas expresiones a esa parte, que no tenían ninguna posibilidad de ganar el pleito judicial del que participaban.

Cuando el sumario disciplinario avanzó, Fontela tuvo oportunidad de ejercer su defensa y negó genéricamente las conductas que le reprocharon, acusando una indeterminación de los hechos reprochados y una errónea generalización de la imputación, pues a su criterio los hechos reprochados no fueron "mínimamente circunscriptos" ni "individualizadas las personas contra las que había realizado ambos hechos", lo que afectaba su derecho de defensa. Además cuestionó que no existió una afectación al servicio de justicia.

Pero para el Procurador, "Ambas situaciones vividas por letrados demuestran de manera contundente los malos modales, el poco cuidado en el uso de las formas, el vocabulario basto y ordinario y las actitudes denigrantes realizadas por la magistrada".

En esa línea, "Efectivamente la magistrada ha violentado a los funcionarios/as y empleados/as a su cargo, ya que las conductas hostiles e intencionadas, llevadas a cabo por la enjuiciada contra ellos, han causado daños y fueron articuladas en un proceso de violencia laboral, sin precedentes en nuestro ambito judicial".

Para el acusador, "Fontela, no supo o no pudo mantener un comportamiento decoroso dentro del juzgado a su cargo, no logró imponer liderazgo ni el respeto de su equipo de trabajo, sino todo lo contrario, los sometió a malos tratos, que eran recurrentes y ofensivos" y abundó que las expresiones realizadas "denotan un vocabulario extremadamente vulgar, que resulta terminantemente inconcebible e intolerable".

Finalizó Crespo en la pieza acusatoria que defenderá ante el Consejo de la Magistratura que "lo que aquí se juzga es la responsabilidad de la enjuiciada ante conductas disonantes que la obligan a rendir cuentas frente a la sociedad por la dignidad del cargo que detenta".

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