El sector cultural percibe que “siempre queda en el último lugar”

La productora, música y docente Leticia Bystrowicz le puso voz a una sensación generalizada: si funcionan bares, gimnasios y espacios de fútbol 5, ¿por qué no una sala independiente para un espectáculo de danza?

Los espacios y la gestión cultural independientes perciben que no son prioridad para la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad ni para la política municipal en su conjunto. Leticia Bystrowicz, música, productora y docente, cuestionó que los primeros espacios en retornar a la actividad musical sean bares y cervecerías, cuando los riesgos sanitarios son idénticos o incluso menores en salas específicas.

Bystrowicz participó de la reunión que, el lunes último, congregó a funcionarios municipales con diversos protagonistas del acontecer cultural. “Lo que se planteó es que a partir del 4 de diciembre estará la posibilidad de realizar conciertos. Cultura de Provincia, del Municipio y el COE (Centro de Operaciones de Emergencia) están trabajando el protocolo que habilitó Nación. Lo que se hizo en la reunión fue leer los puntos del protocolo y los que estábamos presentes hicimos preguntas y sugerimos cosas”.

Los participantes hicieron oír su voz. “Me pareció interesante que desde distintas posturas se le pidiera apoyo al Municipio en cuanto a insumos sanitarios, la gestión para tener los termómetros que toman la temperatura y en cuanto a que facilite las habilitaciones, poniéndose del lado de los gestores y los productores independientes”, compartió la gestora. “Si la parte cultural independiente siempre fue un sector que la tenía que remar, dada esta situación, eso se agravó tremendamente. Ese fue mi comentario: si siempre estamos cuesta arriba sobrellevando la situación, necesitamos que el Estado aporte estructura. Por lo menos, como acompañamiento en insumos sanitarios y en la generación de los eventos o conciertos, es decir, que la habilitación no sea otra traba sino más bien resolutiva”, pidió.

Habrá aspectos muy concretos. “Por ejemplo, desinfectar todo y que el público se pueda tomar la temperatura, son costos que tenemos que afrontar y de algún lado tienen que salir. O los ponen los espacios, los productores o los artistas, o me parece que los tiene que poner el Estado”. En aquel cónclave “también se compararon diversas actividades: hay lugares donde se están haciendo deportes y jugando partidos de fútbol… ¿Qué diferencia hay con tener clases o espectáculos de danza? ¿Por qué para ir a tomar algo la gente no tiene que llenar una declaración jurada y para ir a ver un conjunto de música sí, si el riesgo es el mismo? Los dos son eventos cerrados, se está la misma cantidad de tiempo y la proximidad es la misma”, comparó Bystrowicz.

Menos facilidades que otros

Siempre en la reunión, “se habló que tiene que haber demarcaciones con cierta distancia para el público dentro del espacio. Por eso se comparaba con distintas situaciones que ya están en vigencia y el tema es el de siempre: el sector cultural queda en último lugar”, insistió la productora. “Dentro del Municipio, la prioridad no está puesta en el sector cultural independiente porque hay otros sectores que están teniendo más facilidades que nosotros. Esta es mi opinión”, subrayó.

Ante el cuadro de situación, “de alguna manera, el Estado provincial o municipal tienen que apoyar al sector independiente para que se pueda reactivar. En este momento, se necesita que el Estado acompañe o sostenga, no es que el sector independiente siempre tiene que estar arreglándoselas, saliendo adelante como pueda. Se necesitan otro tipo de políticas públicas para acompañar al sector”, demandó.

Los ejemplos que aportó Bystrowicz fueron muy claros. “Las pruebas piloto que se hicieron fueron en cervecerías, no en espacios culturales. Entonces, también se habló de la posibilidad de hacer pruebas en espacios culturales independientes. La pandemia pone sobre la mesa, en relevancia o contraste, situaciones que ya veníamos viviendo. La diferencia que hay entre cervecerías y espacios culturales independientes, también se acrecentó”, señaló.

Entre músicos, actores y otros protagonistas de la actividad artística cultural hay cierto desconcierto. “La prueba piloto se hizo con cervecerías y algunos grupos musicales y recién ahora se va a probar con los espacios culturales. Entonces, uno se pregunta: ¿por qué? ¿Por qué esas prioridades? ¿Cuál es la escena cultural que se quiere armar? Las cervecerías o bares que tengan espectáculos de alguna manera compiten con espacios culturales independientes. Esa situación que ya estaba, se magnificó. Me parece que el criterio debe ser otro, de apoyar al sector independiente. Tiene que ver con decisiones de política pública cultural”, subrayó Bystrowicz. Desafío importante, si es que alguna vez empieza el período pospandemia.

Adrián Moyano