09/11/2020

Ser creativo es la solución

Mucha gente se pregunta, sobre todo en tiempos de crisis: “¿Cómo resuelvo este problema que tengo?”. Cuando tenemos una dificultad, siempre tenemos cuatro caminos posibles. Supongamos que le pido a un amigo que me lleve al aeropuerto para tomar un vuelo. Él me llama unas horas antes de la hora acordada para pasar a buscarme y me anuncia: “Bernardo, no puedo llevarte al aeropuerto, no tengo combustible”.

El primer camino es explotar. Me enojo y pienso: “¡Ya vas a ver cuando nos veamos! ¿Cómo me vas a dejar plantado?”. El segundo camino es implotar y decir: “Soy un tonto, siempre me equivoco, no sé elegir a mis amigos”. En este caso, me descargo conmigo mismo. El tercer camino es resignarse. Y el cuarto camino es pensar creativamente. Esto último consiste en buscar alternativas frente a algo que no sale como yo lo esperaba: cambiar el vuelo, llamar a otro amigo para que me lleve, tomar un remís, etc.

Alguien unió el reloj con el timbre e inventó el despertador. Alguien estaba en su casa jugando con un alambre, lo dobló e inventó el clip… ¡y se hizo millonario! El pensamiento creativo nos permite salir del paradigma y cuestionarnos: “¿Qué sucedería si lo hacemos así?”. Muchas veces tenemos un problema y probamos la opción “a”, la opción “b” y la opción “c”; y decimos: “¡Este problema no tiene solución!”. Lo que necesitamos es corrernos del paradigma, de la forma en que siempre lo hemos hecho, y reírnos más, divertirnos más, cuestionar más, ser más curiosos y probar caminos que nunca hemos probado.

“Pero yo no soy una persona creativa”, tal vez pienses. La verdad es que, seamos conscientes o no, todos los seres humanos somos creativos. Esto es así porque fuimos diseñados por un Creador amoroso que puso su propia capacidad de crear en cada uno de nosotros. ¡Todos tenemos la capacidad de crear! Y definimos creatividad como la capacidad de generar algo nuevo o innovador. Seguramente no te has dado cuenta, pero quiero decirte que usás la creatividad todos los días. Para vestirte, para moverte, para preparar tus comidas, para comunicarte, etc. Todo el tiempo estamos construyendo algo nuevo para uno mismo o para otros.

A la mayoría de la gente, cuando llega a la edad adulta, le resulta difícil cambiar e innovar. ¿Por qué? Porque, en el fondo y aunque no lo reconozcamos, le tenemos miedo a lo nuevo. Muchos creativos han sido combatidos y rechazados. Las ideas innovadoras pueden incomodar a los demás. Por esa razón un comentario común, cuando proponemos algo distinto, es: “¡Eso es imposible, una verdadera locura!”.

Lo cierto es que, en épocas de crisis como la que estamos travesando, si no nos reinventamos y nos renovamos, nos quedaremos atrás de los tiempos que vienen. Soltemos nuestros temores y consideremos todas las posibilidades, aun en medio de la adversidad, que la vida nos presenta. Te animo a atreverte a ser creativo y a aplicar el pensamiento creativo cada día.

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