Licypriya Kangujam sabe lo que está en juego

A los siete años esta niña india comenzó a pregonar sobre las consecuencias del cambio climático. Un par de años después se plantó frente al primer ministro para pedirle que promulgue una ley sobre el tema. Licypriya Kangujam sabe lo que está en juego. Los datos sobre pérdidas en el sector agropecuario explican el empobrecimiento de gran parte de la población y la deserción escolar.

Nueva Delhi es una de las ciudades con el aire más tóxico del mundo, donde se declaró el estado de emergencia de salud pública por contaminación. De seguir en esta dirección la catástrofe puede ser irreversible.

Su determinación hizo que su nombre y sus acciones trascendieran. Solo durante el 2019 asistió al Foro de Asociados de la Unesco (Bienal de Luanda), encabezó la “gran marcha de octubre” en Nueva Delhi, recibió el Premio de la Paz en su país en la categoría infantil y se hizo oír en la Cumbre del Clima de Madrid. Promociona el SUKIFU (Survival Kit for the Future): una mochila artesanal que filtra el aire ante los altos índices de contaminación. Se trata de una caja transparente que contiene una planta y varias mangueras con una mascarilla. Se ha transformado en el distintivo de lucha. Su última idea es pedir que todos los habitantes de su estado natal, Manipur, planten un árbol el 2 de octubre. Ese día casi tres millones de árboles serán el aporte al cambio climático. Es una manera de tomar conciencia y de educar. Aun espera respuesta del primer ministro y del resto del arco político.