Ingeniero de Los Cadillacs mezcló nuevo trabajo de Riki Basevich

Incansable, el barilochense presentará desde el viernes un EP de tres temas, absolutamente relacionados con la pandemia y sus consecuencias. El gusto de siempre con sonido de hoy.

Hasta en el celular suenan bien los tres temas que Riki Basevich se apresta a presentar en plataformas digitales desde el viernes (30 de octubre). La fidelidad tiene su explicación: la mezcla y el máster corrieron por cuenta de Walter Chacón, ingeniero de sonido de Los Fabulosos Cadillacs y de Vicentico. El EP lleva como título “Tres en cuarentena” y es precisamente un fresco musical de sensaciones, inquietudes y críticas que afloraron desde marzo hasta ahora.

“Claramente, son tres fotos de estos momentos”, concedió el músico. “De incertidumbre, de la repetición, de los mal dormir y de las cosas que van generando la cuarentena y el encierro”. El primero de la saga se llama “Como un loop” y de manera previsible, “habla básicamente de la repetición, del loop que sigue al otro”. Pero también “habla de mirar a los otros y de buscar una salida por arriba, como en todo laberinto”, señaló. Será el que hará punta en Spotify.

El segundo por orden de aparición es “Buen camino”. En su caso, “es más bien una plegaria: ojalá que vayamos por buen camino…. Para mí es muy fuerte que esto atraviese a toda la humanidad, tengo amigos músicos en distintos lugares y me resultaba muy loco al hablar y hacer videoconferencias, ver que el otro también estaba con barbijo. Mi amigo (Jorge) Coulin en Cancún (México), otro en Granada (España), otro en la India, otro en Brasil y Remo (Bianco) en Italia, todos en una situación que nos atraviesa a todos”. Tanto Coulin como Bianco vivieron en Bariloche y dejaron huellas musicales a su paso.

La tríada se cierra con “Electronizándonos” (sic), una crítica irónica ante “el exceso de pantalla. ¡Todo en la pantalla! Esa es una cosa bastante fuerte también: de pronto, nuestra vida se virtualizó (sic). Pero vale aclarar que Electronizándonos es de 2001, cuando yo vivía en España y la letra es de cuando empezaba Internet. Ahora hice como un remake, con una estética bien robótica”, redondeó Basevich.

Ayudita de amigos

Veterano de mil lides, para construir su nuevo opus “básicamente trabajé solo”, comentó. “Grabé casi todos los instrumentos, los coros los grabó Luciana Villalba y en un tema grabó unas teclas el Chavo Gabriel Berges, porque a mí me salían muy mal (risas). Las toqué 50 veces, así que lo llamé y le dije: Chavo, grabame esto y me encantó lo que hizo en Electronizándonos. En Como un loop, grabé percusiones, bajos, y guitarras pero me faltaba un hi hat bien tocado, entonces lo llamé a Antú Ezequiel Alvear Méndez, que grabó ese hi hat que me resultaba importante. Fue una experiencia interesante”, resumió.

Sin embargo, el músico no estuvo tan solo. “Tuve retroalimentación porque hice la música y canté, que no siempre lo hago. También toqué la guitarra y los bajos pero tuve la increíble ayuda de un amigo que es un gran productor e ingeniero de sonido: Walter Chacón. Él trabaja básicamente con Los Cadillacs y con Vicentico pero ha hecho montones de cosas, como el último disco de Willy Crook y trabajó con la (Orquesta Típica) Fernández Fierro”, ejemplificó.

“Él fue quien mezcló y masterizó este laburo, pero además me ayudó a la visión de afuera porque hay un momento en que trabajando solo uno se puede perder, no sabe dónde está parado”, graficó. “La suya fue una gran colaboración, sobre todo porque sabe mucho, es muy capo y muy cuidadoso. Ayuda a mejorar, a cambiar, a decir: che, por ahí a este bajo hay que tocarlo de vuelta o esta frase quedaría mejor así o asá... Fue un aporte grande y muy interesante. El trabajo es muy minucioso, pasé muchas veces hasta grabar todos los instrumentos, sobre todo los que no sé tocar (risas)”. Desde el viernes, busque a Riki B en Spotify. Nueva identidad artística de un incansable: Riki Basevich.

Adrián Moyano