NO HAY QUE ASUSTARSE

| 07/10/2020

Tenemos que convivir con los animales silvestres

Susana Alegría
Tenemos que convivir con los animales silvestres
Una de las fotografías tomadas al jabalí visto en la intersección de Ruta 23 y la entrada a Ñirihuau.
Una de las fotografías tomadas al jabalí visto en la intersección de Ruta 23 y la entrada a Ñirihuau.

La convivencia de los barilochenses con la fauna silvestre se va notando cada vez más. Hace pocos días personas que andaban paseando por la zona de Ñirihuau se cruzaron con un jabalí de gran porte y en el barrio El Cóndor, un ciervo asustado cruzó una de sus calles.

Federico Hollmann, coordinador de Fauna Silvestre de la provincia de Río Negro, comentó “hace dos años también tuvimos invasión de jabalíes en el ámbito urbano en la zona de Las Chacras”. Las dos especies mencionadas son exóticas e invasoras “van ampliando su rango de distribución y además estamos en este contexto de menor presencia de gente y eso los ha llevado a acercarse más”.

Durante la pandemia fue suspendida la caza “es una de las actividades que tenemos en la provincia para controlar el avance de estas especies, ese es uno de los motivos del aumento de la población de la fauna”. Han tenido asimismo avistajes de ciervos por Dina Huapi por lo que no es novedoso para el personal especializado.


Cada día es más habitual ver zorros en zonas urbanas.

El jabalí es vector de enfermedades si entra en contacto con las personas “por ejemplo la brucelosis que se puede contraer al hacer el desolle del animal y la leptospirosis entre otras”. Cuando entra en un campo o terreno privado, lo hace en busca de alimento “por eso es importante la disposición de los residuos sólidos urbanos”. Aclaró que “el predador natural de este animal es un lobo que caza en manada o el oso, ninguno de estos hay en la Patagonia por lo que naturalmente, no cuentan con enemigos naturales”.

Allí radica el esfuerzo provincial por controlar la especie “no solo por su carácter de arquitecto ambiental de alto impacto sobre el ambiente y las especies autóctonas, sino también por una cuestión sanitaria”.

La temporada de primavera y verano es época de parición de muchos animales “entonces el comportamiento tanto de autóctonos como de exóticos varía porque ya tienen a sus crías”. Esto muchas veces es un disparador de reacciones de defensa ante situaciones en las que se sienten atacados.

Hay un alto desconocimiento de la gente de cómo proceder ante el encuentro con un animal, lo que puede resultar intimidatorio y tratan de defenderse. 

“Al tener uno de estos encuentros, lo primero que hay que pensar es que nunca hay que acercarse ni intentar tocarlo, tampoco interponerse entre una madre y su hijo o cerrarle la vía de escape”. Luego del encuentro hay que ir retirándose poco a poco, siempre mirándolo.

Hollmann se refirió además al caso puntual de un puma “si estamos con nenes pequeños, hay que tomarlos en brazos porque sus movimientos pueden despertar el instinto de caza, aunque en Argentina hay muy pocos casos de registro de eso”.

Hay dos instancias de regulación provincial respecto al puma “lo inherente a la Dirección de Fauna donde se regula la caza deportiva, y está prohibida en Río Negro. Respecto del conflicto de predadores, puma y zorro, con la actividad ganadera, hay estrategias de intervención que tienen que ver, en primera instancia, con el no abatimiento de los ejemplares”. Una de las soluciones son los perros pastores o protectores y la utilización de disuasivos “por último la caza control del puma problema que depreda sobre el ganado doméstico”.

Para finalizar, alertó sobre el encuentro con zorros “pedimos por favor que no los alimenten, porque no solo los están condicionando sino que les están dando algo que les pueden generar serios problemas de salud”.

Tenemos el privilegio de ser una de las pocas ciudades en el mundo que está rodeada de un Parque Nacional “entonces asustémonos cuando dejemos de ver animales silvestres”. 

Susana Alegría

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