Susana Trimarco, y su incansable lucha contra la trata

El 3 de abril del 2002 Marita Verón fue obligada a subirse a un auto rojo y no se supo más nada de ella. Desde entonces su madre, Susana Trimarco, no cesa en su búsqueda. Las primeras averiguaciones daban cuenta que la habían secuestrado una red de trata de personas. Susana comenzó a recorrer prostíbulos adentrándose en un sórdido submundo. Se hizo cargo además de su nieta Micaela de dos años.

Se enfrentó a un monstruo poderoso que le plantaba pistas falsas a la vez que la amenazaba de muerte. Por si fuera poco, la justicia fue un lastre. Para dar una magnitud de a quienes se enfrentaba baste decir que en el 2012 los trece imputados fueron absueltos por un tribunal por falta de pruebas. La indignación popular hizo que un año después todos ellos fueran condenados.

En el 2007 creó la Fundación María de los Ángeles cuyo accionar ha logrado rescatar a más de 1.800 víctimas, cambiar las leyes (eliminando el consentimiento exculpatorio, aumentando las condenas, eliminando la publicidad de oferta sexual), y logrando la creación de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata.

Multipremiada en varias partes del mundo sigue luchando por saber que paso: “Quiero a mi hija viva o muerta, aunque sea los huesos; no les tengo miedo a estos mafiosos”.