27/07/2020

Perderle el miedo a lo nuevo

Perderle el miedo a lo nuevo

Hoy más que nunca, con todos los cambios que estamos experimentando, necesitamos abrirle la puerta a lo nuevo sin temor a lo que el futuro nos pueda deparar. Para lograrlo, te invito a considerar las siguientes tres acciones que todos podemos llevar a la práctica a diario:

1. Amar aquello que hacemos
Esta actitud es fundamental para disfrutar vidas llenas de significado y propósito. Muchos se relacionan con los demás dando para recibir algo a cambio. Es decir, en un simple “tomá y dame”. Aquí uno hace algo por el otro y espera ser retribuido de alguna forma. Esto es como trabajar arduamente y recibir una paga al final de cada mes. Pero muchos otros se relacionan con los demás a través del amor. En este tipo de vínculo uno da o hace por el gusto de dar o hacer, sin esperar nada a cambio. El verdadero amor no es una idea romántica, como muchos creen, sino buscar el bienestar y lo mejor para el otro. Por eso, cuando ayudamos a alguien, aunque sea un ser querido o amigo, y estamos esperando una retribución, eso no es amor. Es “tomá y dame”. Movámonos más por amor y menos por interés.

2. Tomar las riendas de nuestra vida
Mucha gente vive esperando de los demás, llámese familia, amistades, jefes, autoridades, etc. Esta actitud nos conduce a la codependencia. Pero cuando tomamos la decisión de liderar nuestras vidas, las cosas empiezan a activarse. Los seres humanos venimos al mundo con determinadas habilidades y todos, sin distinción, poseemos un potencial interior que nos habilita para liderarnos a nosotros mismos. El liderazgo siempre nos hace “ver un poco más allá”. Vos y yo podemos trabajar para lograr la mejor versión de uno mismo. ¿De qué manera? Liderándonos, atreviéndonos a ver lo que otros no ven, a hacer lo que otros no hacen. Solo cuando uno se hace responsable de su propia vida es capaz de superar el miedo a lo novedoso y aventurarse en tierras desconocidas. De lo contrario, pasaremos el resto de nuestras vidas siempre en el mismo sitio siguiendo las indicaciones de otros.

3. Respetar, sin juzgar, las decisiones de los demás
Por último, decidan lo que decidan hacer los demás (aquí incluimos a conocidos y desconocidos), debemos respetar su elección sin emitir juicio alguno. Esto no significa que uno se está sometiendo al otro, sino más bien que está permitiendo que esa persona cumpla su misión en este mundo y vaya detrás de sus sueños, aunque no los compartamos. Hoy más que nunca en el mundo en el que vivimos, necesitamos respetarnos unos a otros aportando todo lo que está a nuestro alcance en pos del bien común. Y cuando estamos dispuestos a apoyar a los demás, luego recibiremos lo mismo a cambio (por la ley de la siembra y la cosecha). Solo es posible una convivencia pacífica donde hay respeto y apoyo mutuo.

Para concluir, amá lo que hacés, liderá tu propia vida y respetá a los otros. De esa manera, te encontrarás accionando con todo tu potencial activado sin temor alguno a los cambios que la vida siempre nos propone. Lo mejor, por muy nuevo y desconocido que nos resulte, siempre está por venir.

Seguime en las redes:
Facebook: /Bernardo Stamateas
Instagram: @BerStamateas
YouTube: /Bernardo Stamateas
Twitter: @BerStamateas

Te puede interesar
Ultimas noticias