26/07/2020

¿QUÉ SERÁ DE…? Aníbal Barría, jugador de Independiente de la década del 50

¿QUÉ SERÁ DE…? Aníbal Barría, jugador de Independiente de la década del 50
Independiente, Hugo Colilaf, Bocha Nicodemo Agostino, Tolo Quesada, Heriberto Cea, Luis Alberto Silva, Cacho Herrera, Fidel Ruiz, Aníbal Barría, Leopordo Ruiz, Segundo Melin, Omar Blumenfel. D.T.: Rodríguez Gamez.
Independiente, Hugo Colilaf, Bocha Nicodemo Agostino, Tolo Quesada, Heriberto Cea, Luis Alberto Silva, Cacho Herrera, Fidel Ruiz, Aníbal Barría, Leopordo Ruiz, Segundo Melin, Omar Blumenfel. D.T.: Rodríguez Gamez.

Con sus 83 años y una memoria envidiable, Aníbal Barría fue parte de una gran primera época del fútbol de Bariloche. Recuerda fechas, equipos completos y resalta dos grandes ídolos, El “Negro” Cáceres y el “Flaco” Telle Pérez, pero nombra muchos más que descollaban. Además, contó dos grandes anécdotas del día de la inauguración del Estadio Municipal.

Nacido en Bariloche el 27 de marzo de 1937, hijo natural de Isabel Barría. Cursó sus estudios primarios en la escuela 16, y como cada uno de los pibes de esa época una vez que se terminaba sexto grado se ponían a trabajar para ayudar en sus casas. De la cuna de una familia de laburantes, tuvo 12 tíos, es que también se estilaban las familias numerosas, era otra vida la que se transitaba en el viejo Bariloche.

Barría cuenta que “era la década del 40, yo era pibe, solo había algo de fútbol, alguna carrera de bicicletas, nosotros jugábamos a las bolitas o a las figuritas y jugábamos a la pelota donde hoy está instalado el colegio Don Bosco, eso era todo patio. En esa época existía la Primera División, Segunda y la Cuarta, en la división de los pibes, la menor, se empezaba a jugar a los 14 o 15 años y lo hacías hasta los 18, no había fútbol infantil, todo se fue armando así. La Segunda era, si eras de los buenos, un paso transitorio porque enseguida ibas a la Primera División, desfilaron grandes jugadores, que hoy tranquilamente podrían jugar en la Primera del fútbol de Bariloche”.


Barría hoy.

Los hermanos Ruiz y el fútbol infantil

Barría, es sereno al hablar y antes de contar cosas, piensa, “hubo dos personas que fueron los pioneros del fútbol infantil, los hermanos Ruiz, Basilio y Fidel que se encargaron de organizar un poco el tema de los juegos Infantiles y Juveniles Evita, muchas veces se olvidan a algunas personas que tanto hicieron en esos tiempos. De esos juegos salieron muy buenos jugadores de fútbol que luego iban a pasar a las divisiones mayores”.

Los clubes y sus presidentes de aquella época

El exjugador de Independiente, con una memoria envidiable, expresa que “en ese tiempo estaba Independiente que su presidente era ‘Mingo’ San Martín (uno de los dueños de la Comercial), Estudiantes que era presidida por Bruno Tarrini, el presidente del Club Nahuel Huapi era don Miraglia, Huracán que lo manejaban los hermanos Dominich, Boca que tenía de presidente a Samuel Zanit y San Lorenzo que su presidente era Manuel Manso. El presidente de la Liga de Fútbol era César Depiani”.

Como se jugaban las jornadas

Con lujo de detalles, Barría indicó que “las jornadas del fútbol eran así siempre. A las 10 de la mañana se jugaba un partido de Cuarta División y otro a las 13 horas. Y Luego era doble jornada de Primera, a las 15 y a las 17 horas, era un poco porque ingresaba más gente, porque no había otra cosa y entonces la gente acompañaba mucho y esto le hacía bien al deporte y por sobre todas las cosas al fútbol”.

El debut, las canchas

El señalado como un gran número 8 de independiente indica que “cuando estaba en la Cuarta jugaba con el ‘Bocha’ Agostino, Ñaco Silva, Arnaldo Velázquez, Carlos Fuentes, Fidel y Basilio Ruiz, Hugo Colilaf, era una camada bárbara. Mi debut fue creo por obligación, habían faltado dos jugadores y el técnico recurrió ese día a la Cuarta. Nosotros íbamos a mirar los partidos y me dijo que tenía que entrar y entré. Antes todo se jugaba en la cancha vieja donde jugaba todo el mundo, la cancha del Club Nahuel Huapi que estaba al lado, donde está ahora el Colegio Nacional, antes eso era un cementerio”.

Los ídolos

El barilochense dice “fue una época de grandes jugadores. El ‘Negro’ Cáceres sin dudas junto al ‘Flaco’ Telle Pérez fueron los mejores de la década del 40. Cáceres era ídolo, levantaba la tribuna, tenía un ángel especial, era goleador nato, además era simpático y se reía todo el día y se daba con todo el mundo. Después fueron surgiendo otros grandes, ‘Huesito’ Sánchez, ‘Chiquito’ Díaz, Padovani, Aldo Cordinez. Había un chico de Jacobacci, Garbancho Frisera, era maquinista de ferrocarril y llegaba, bajaba del tren, agarraba su bolsito con sus botines y su pantalón corto y se iba a la cancha. Lo que pasaba en ese tiempo es que había mucho alcohol, terminaban los partidos y se bajaban una damajuana de vino”.

Dos anécdotas de la inauguración del estadio

Barría sonríe e indica “el Estadio se inauguró en 1952, estuvo el gobernador Emilio Belenguer que era peronista, el intendente era Giordano Andrigo y el presidente de la liga era Rafael Lechinsky. El referee fue José Marino. Acá había un loquito lindo que andaba en la calle, Arrieta de apellido. Era pintor de brocha gorda, le daba mucho al trago. Se le daba por pararse en las esquinas y daba discursos de político, era un loco lindo. El día de la inauguración, se había hecho toda la ceremonia, era un momento muy importante para la ciudad. Estaba por empezar a tocar la banda en la ceremonia y el loco, nadie sabe cómo, se subió a un techo que tenía más o menos un metro ochenta de alto, era una cumbrera y empezó a los gritos ‘Muchachos, nosotros los peronistas’, un griterío. La policía lo bajó de un ala. Ese mismo día, terminó el primer tiempo y la tribuna que daba sobre el corralón, que la habían hecho toda de madera, se vino abajo en la inauguración, se aflojaron los tornillos y se cayó, por suerte no pasó nada. Era toda la tribuna que estaba sobre el corralón y creo que la habían traído de Alas Argentinas, abajo estaban las bicicletas, estaban todas aplastadas. Había venido a jugar Huracán de Comodoro, creo, no estoy seguro, contra una selección de Bariloche”.


La vieja cancha del Club Nahuel Huapi, donde está el Colegio Nacional.

Sin pasto en el estadio

Barría manifiesta que “jugar en el estadio no era lo de ahora. Era un arenal con piedras, había que tirarse al piso a recuperar una pelota. Luego de que estuvo el estadio, la Liga creció más y se afilió Alas Argentinas -con su presidente Julio Riesgo-, Perito Moreno, y un equipo del Ejército. Hubo una clase que jugaron todos colimbas, no había ningún suboficial en el equipo de Perito Moreno, apareció cada nene. Me acuerdo que en el equipo del Ejército venía con el camión con todo el equipo de fútbol arriba y se cambiaban arriba y salían para la cancha por el lado del corralón”.

Las apuestas del clásico

Todos los barilochenses de esa época recuerdan que se apostaba en el clásico siempre. Estudiantes e Independiente paralizaban todo el pueblo.

“Recuerdo que estaba entrenando en el estadio, todavía tenía alambre, estaba la gente pegada al alambre y un hincha de Estudiantes le grita a Arnaldo Velázquez, era un pibe Arnaldo, y le dice ‘Che Arnaldo, ¿vamos 20 no?’, era una apuesta de 20 pesos a ver quién ganaba y a la vista de todo el mundo. Eran otros tiempos. Los bunkers eran el Bar Central, enfrente, al lado de Rainoff y el Bar Ideal que estaba en Mitre y Rolando. Se aportaba plata, gallinas, comida, ovejas, vacas, todo se aportaba”.

Fue de punto y terminó siendo banca

La gran memoria de Barría le permite contar que “recuerdo que una vez invitaron a Bariloche como último recurso, a jugar un cuadrangular en la Liga Confluencia. Participaban Cipolletti, General Roca y un equipo de Chile. El equipo lacustre ganó todo y recuerdo el equipo: Nareto, Vargas, ‘Pato’ García, Gauna un correntino, ‘Flaco’ Telle Pérez, Perfeti, estos eran los dos cinco y no se podía dejarlos afuera. Arriba jugaban ‘Huesito’ Sánchez, ‘Chiquito’ Díaz, Calvo, Domínguez, Gadea. Lo dirigía Catín Barria”.

Su vida hoy

Hoy ya jubilado, tranquilo, vive recordando cosas de su niñez y juventud. Decidió no contraer matrimonio nunca. En pleno centro, mira las noticias y transita la pandemia de COVID-19 junto a su televisión. Tuvo un paso en el periodismo radial de Bariloche, donde ingresó como ordenanza, y luego a publicidad y comenzó a hacer una columna deportiva con Arnaldo Velázquez, con Roy Madsen y Méndez. Allí estuvo once años.


Uno de los tantos equipos de ligas comerciales.

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