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| 24/07/2020

Cuando Bustillo le disputó a de Estrada la paternidad del Centro Cívico

Adrián Moyano
Cuando Bustillo le disputó a de Estrada la paternidad del Centro Cívico
Alejandro Bustillo, abrazando el hito en 1938.
Alejandro Bustillo, abrazando el hito en 1938.

Los colosos de la arquitectura regional protagonizaron un ríspido intercambio a través de la prensa local, después de que el hermano de Exequiel se adjudicara el proyecto en una entrevista que concedió al cumplir 90 años.

En 1979, Ernesto de Estrada y Alejandro Bustillo protagonizaron una insólita polémica a través de cartas de lectores en el medio gráfico que por entonces, se publicaba en San Carlos de Bariloche. Fue el primero el que hizo saber sus objeciones. Después de agradecer un reportaje, manifestó: “pero cuál no sería mi sorpresa cuando al recibir el N° 31 de El Diario y leer el artículo referente al arquitecto Alejandro Bustillo, publicado con motivo de sus 90 años y de haber realizado parte de su actividad en esta zona, encuentro que entre sus obras cita al Centro Cívico, diciendo que el arquitecto de Estrada ha sido su colaborador”.

Con tanta cortesía como vehemencia, el auténtico responsable del diseño salió al cruce: “lamento tener que contradecir públicamente a un profesional a quien estimo personalmente, a quien reconozco haber realizado importantes y valiosas obras de arquitectura en la zona y a quien debo agradecer el haberme presentado a su hermano, el presidente de Parques Nacionales, quien me contrató para formar parte del pequeño número de colaboradores con los que pude realizar la extraordinaria obra de gobierno que transformó la zona e implantó definitivamente la soberanía de nuestra patria, en un lugar hasta entonces olvidado por los gobiernos centrales”.

Añadió de Estrada: “No hay duda que el arquitecto Bustillo no ha aclarado suficientemente los hechos y de ahí su equívoco. La obra que proyectó junto al Centro Cívico fue la intendencia de Parques Nacionales, construida con anterioridad en la que no colaboré pues fue realizada antes de mi incorporación a Parques Nacionales, cuando aún me encontraba como estudiante en París”. El cruce fue comprensiblemente magnificado por “El Diario”, que en su portada inquirió con grandes caracteres: “Polémica. ¿Quién es el autor del Centro Cívico? El arquitecto de Estrada responde a Bustillo”.

En otro de sus párrafos, de Estrada manifestó que “similar error comete al referirse a la avenida Costanera, sobre la cual Bustillo ha proyectado varios importantes edificios para Parques Nacionales y la Iglesia. Como lo he citado en oportunidad anterior el proyecto Costanera lo inicié a raíz de mi primer viaje a Bariloche y creo oportuno agregar que el comienzo de la Costanera, en su extremo Este, en los terrenos bajos en que actualmente se encuentra el colegio y en aquel momento estaba el cementerio, realicé el proyecto de Centro Deportivo, que no llegó a realizarse”.

El debate en la prensa.

Confusión

Por último -a los efectos de este rescate de El Cordillerano- apuntó de Estrada: “me cabe agregar que tengo en mi poder planos y fotografías de la época y, como mayor prueba, que, aunque rara vez coloco mi nombre en los edificios que construyo, justamente en la torre de la Municipalidad está grabado en piedra mi nombre, como así también que en el libro escrito por el mismo Exequiel Bustillo menciona que el Centro Cívico fue proyecto del arquitecto de Estrada. Todo lo cual me mueve a estar convencido que el arquitecto Bustillo no se ha expresado claramente lo que ha dado pie a la confusión producida”.

El arquitecto dató a su carta el 27 de abril del año que mencionamos. Una reproducción integra el libro “Ernesto de de Estrada. El arquitecto frente al paisaje”, que editó en 2007 el Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL). Pero su colega no estuvo de acuerdo, no aceptó la hipótesis de las expresiones poco claras y pocos días después, hizo llegar su réplica a la misma publicación porque en su opinión, de Estrada “demuestra estar algo desmemoriado o confundido, respecto a la paternidad artística del Centro Cívico de Bariloche. Trataré de demostrarlo”.

Las expresiones de Bustillo tuvieron bastante de descalificadoras. Apuntó que en la época, “yo era el superior –de hecho- de todas las obras que se realizaban. Como es natural, me consagré por entero a la dura tarea de corresponder dignamente a la confianza en mí depositada. Y, como es obvio, la realicé hasta el final con el más absoluto desinterés. Y así fue que (fuera del hotel Llao-Llao que gané por concurso) realicé todo con carácter ad-honorem. Desde 1935 a 1949 me dediqué con gran entusiasmo a esas tareas; y proyecté todas las obras emprendidas por la Comisión en la zona. La Municipalidad de Parques Nacionales (su edificio), el hotel Llao-Llao, el Centro Cívico (no podía ser una excepción) y menos confiarla a un arquitecto novel, y empleado a sueldo, como era entonces el arquitecto de Estrada”. Los paréntesis están en el original de Bustillo.

Sigue su réplica: “preparaba yo los anteproyectos y croquis, a mano levantada, como es mi costumbre, para que los dibujantes de Parques lo pasaran en limpio y luego los aprobara yo personalmente. Tal fue lo que ocurrió en la obra del Centro Cívico. Recuerde el arquitecto de Estrada que cierta vez me llevó a revisar los planos de la Municipalidad de Bariloche, que se caracteriza por la torre que todos conocen. Le observé que el techo de la torre no estaba dibujado de acuerdo a mis planos. Yo lo había concebido con un techo a dos aguas, con una lucarna a cada lado. A mi observación, él sonrió tímidamente… Como no estaba mal (y para hacerle el gusto) quedó aprobada su idea”.

Bustillo encontraba “natural que el arquitecto de Estrada, por el hecho de haber preparado los planos de obra, se haya ido acostumbrando a la idea de ser él el autor. Pero es evidente que la creación o paternidad me pertenece. No tienen más que comparar los barilochenses inteligentes, el estilo y el carácter de esas obras […] con las realizadas por nosotros en la zona. Si no fuera como digo, ¿a título de qué –siendo como era entonces un joven con muy poca experiencia- se le iba a encomendar una obra de tanta importancia?”, inquiría el hermano de Exequiel. Su argumentación no quedó sin respuesta.

La tercera persona

El intercambio continuó en junio del mismo año por parte de Ernesto de Estrada, quien quiso “pasar por alto la forma un tanto descortés en que está redactado el comienzo de esa carta” y recordó que para la época del Centro Cívico “poseía yo mi título y traía de Europa el diploma de graduado en el Instituto de Urbanismo de la Universidad de París, habiendo colaborado en importantes estudios urbanísticos en París y Berlín”.

Continúa el intercambio: “dice Bustillo que se reconoce su obra por la similitud a otras realizadas por él en la zona. Pero creo que es más notoria con otras obras mías de esa época, como ser la hostería El Jabalí, una casa en el Km 4, o el hotel Tunquelén, realizado en sociedad con el arquitecto Rodríguez Etcheto. Considero que probablemente Bustillo hubiere creado una concepción arquitectónica superior a la proyecta por mí, pero el destino fue otro”.

Con cierta ironía, cerraba de Estrada: “no dudo que el arquitecto Bustillo se ha equivocado de buena fe, tengo el mayor concepto de él como persona y como artista e indudablemente no necesita agregar una obra más a su larga labor que continúa a los 90 años”. Precisamente, la nota que disparó la polémica en “El Diario” tenía esa excusa: el nonagésimo cumpleaños de Bustillo. Acto seguido, de Estrada proponía seguir la polémica en privado y con “una tercera persona”.

A pesar de su sugerencia, fue el propio de Estrada quien continuó con las cartas de lectores, con las previsibles respuestas de su insospechado contendiente y el no menos esperable desvanecimiento de la cortesía. Finalmente, la búsqueda de la “tercera persona” corrió por cuenta de nuestros colegas, que en julio de 1979 publicaron un reportaje a Miguel Ángel Cesari, quien desde 1934 había formado parte del estudio de Alejandro Bustillo y en 1935, pasó a revistar como jefe de Construcciones en Parques Nacionales.

En primera instancia, intentó soslayar la cuestión medular de la entrevista pero finalmente, cedió: “Alejandro Bustillo fue el que comenzó con el tipo de arquitectura que luego se desarrolló en todo el Parque Nacional. Un claro ejemplo de ello es el hotel Llao-Llao que ya existía. Es decir que Alejandro fue un poco el mentor de todo esto. Al decir el mentor no estoy diciendo el autor; lo aclaro porque indudablemente toda la confusión nace de allí. Probablemente Alejandro Bustillo tenga parte de razón, pero no hay duda que de de Estrada fue el responsable directo del proyecto”. Para Cesari el entuerto resultaba particularmente penoso, porque era amigo de los dos y así quiso zanjar la cuestión: “en realidad lo más importante son las obras y todas ellas han sido de mucha utilidad para Bariloche”.

Adrián Moyano

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