Aporta a la historia “Pequeñas anécdotas sobre la cuarentena”

Otra idea de Jorge Piccini que se hizo libro, en este caso, en coordinación con una colega sanjuanina. 150 fotógrafos y fotógrafas de Latinoamérica se autorretrataron durante la Fase 1, entre ellos, catorce barilochenses. Imperdible.

Seamos optimistas y supongamos que dentro de una década, 2020 quedó en la historia como un mal año durante el cual una pandemia tan previsible como inesperada, se llevó demasiadas vidas e hizo trizas nuestras zonas de confort. Sigamos con el espíritu en alto y especulemos con que por entonces, haga falta recurrir a testimonios gráficos para encontrarle ribetes artísticos a la pesadilla, mientras la recordamos. “Pequeñas anécdotas sobre la cuarentena” quizá cumpla con esa función, inclusive con el aporte considerable de un puñado de fotógrafos y fotógrafas barilochenses.

El trabajo de Cecilia Artero que quedó en portada.

Nos referimos a la andanza más reciente de Jorge Piccini, cuya actividad no decrece por más pausas que se decreten. En mayo último, El Cordillerano daba cuenta de “Patagonia”, un trabajo para el que se había asociado artísticamente con Sol Tuero y que redundó en un libro maravilloso sobre la región, según la óptica de 20 fotógrafos, fotógrafas y artistas visuales. El que ahora nos ocupa tiene alcance latinoamericano, recién salió de imprenta una primera tirada y ya casi se agotó.

En charla con este diario, el incansable editor rehízo el proceso. “Como nos agarró de sorpresa la cuarentena, allá por marzo, pensé en cómo nos agarraba a los fotógrafos/as de Latinoamérica. Con una convocatoria mediante, les propuse a todos que envíen algún autorretrato desde el encierro que nos tocó. Para esta oportunidad, le propuse a una colega, Virginia Moreno, fotógrafa sanjuanina, que me ayudara con la convocatoria”.

La dupla se inspiró en un texto de Julio Cortázar para elaborar la consigna: “entre las muchas maneras de combatir la nada, una de las mejores es tomar fotografías”. Con ese cometido, “empezaron a enviar desde todas las latitudes”, resaltó Piccini, vecino de Bariloche hace 17 años. “Recibimos cerca de 600 fotos de toda Latinoamérica y desde el primer momento, pensamos en una publicación digital y luego, llevarla al papel”.

Los planes se cumplieron a la perfección. “Se dio todo muy rápido y salió muy bien, por suerte. Quedaron seleccionados 150 autores y se editaron 150 libros, los recibí hace tan solo tres días, ya que se imprimieron en Buenos Aires”, comentó el impulsor de Bex Ediciones, el sello con el cual publica sus proyectos editoriales. “Las fotografías las iban enviando vía mail y a medida que las íbamos recibiendo, hacíamos la edición”, añadió.

Cálculos exactos

La precisión resultó notable: “teníamos en claro que lo queríamos sacar para mediados de julio y así fue. Se cerró la convocatoria y el libro se maquetó, hay textos también que fueron enviando los autores/as y el prólogo lo realizó el fotógrafo Carlos Campodónico. Podemos encontrar autores de Argentina, por supuesto, y de países como México, Guatemala, Cuba, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Costa Rica y Panamá”, enumeró el editor.

Paula Souilhe – Argentina.

A pesar de las continuas nevadas, “ahora estoy en plena entrega de ejemplares. Se hizo una preventa para poder financiarlo y los primero libros se entregaron en Buenos Aires para los que participaron de allá, así que muchos vieron y recibieron el libro antes que yo. Hace poquito que llegaron a Bariloche y desde esta semana, empiezo a enviarlo a otros lugares del interior, a los que han encargado. Prácticamente, ya está agotado”, festejó.

Algunas humorísticas, otras poéticas, no pocas eróticas, es de imaginarse la pluralidad de enfoques que los 150 autores plasmaron en “Pequeñas anécdotas sobre la cuarentena”. Concedió el editor: “sí, la verdad que hay muchas miradas distintas y que reflejan todos los estadios que pasamos en esta cuarentena, en este encierro que nos tocó. Mucha creatividad, soledades… En fin, todo los estados de ánimo que hemos pasado y se reflejan en la fotografía”.

Es que “algunos/as la pasaban solos/as, otros en familia, pareja… Siempre el hilo conductor es lo que se ve en la fotografía: el quedate en casa… Hay pocas fotografías en el exterior, casi todas son dentro de su hogar, ya que esto comenzó al principio, cuando comenzó todo y nos agarró en la Fase 1, así que hubo espacio para experimentar y dedicarle tiempo a la fotografía”, ponderó Piccini. Así es: no falta efectos especiales y algunos trucos multiplicadores de imágenes.

Como suponíamos al comienzo de la crónica, “esto se pensó para dejar un recuerdo o registro de esta época que nos tocó vivir y no olvidaremos.

Hojear el libro y ver todas estas imágenes parece una película”, consideró Piccini. De Bariloche quedaron incluidos Claudio Rodríguez; Carlos Fernández; Ana Escobar; Hernán Villar, Cecilia Artero; Eugenia Iraola; Verónica Orejas; Facundo José; Sebastián Lanzi Sarrot; Silvana Iris; Luis Rodrigo Ghiggia; Samantha Otheguy y Rocío Arce.

La participación de Rocío Arce, otra imagen barilochense.

Ciertos nombres serán referenciados porque corresponden a profesionales o bien, a habituales expositores, pero la nómina también incluye aficionados porque ese fue el espíritu de la publicación. “A algunos los conocía y a otros no, pero quedaron seleccionado en la edición. Justamente, la fotografía de portada es de una fotógrafa de esta ciudad (Cecilia Artero). Su fotografía nos pareció muy potente ya que refleja bien esto que pasamos: el encierro, agarrados a lo que tenemos. En este caso, libros”.

La cantidad de barilochenses también indica que en esta ciudad “creció muchísimo la actividad fotográfica”. Y eso que “a muchos fotógrafos/as les cuesta el autorretrato y no han enviado. Hace 17 años que vivo acá y fui conociendo cada vez más. Al editar una revista de fotografía, estoy muy metido en el tema y constantemente estoy en la búsqueda. Como te decía, lo que se quiso reflejar en Pequeñas anécdotas… fue retratarnos pasando este momento”. Impresiona cómo se llenó la nada que quería combatir Cortázar.

“Es cuestión de elegir”

Este trabajo denominado “Pequeñas anécdotas sobre la cuarentena” me lleva a ese universo tan mágico que los fotógrafos profesionales o amateurs tenemos en nuestras miradas, esa forma de expresarnos cuando algo nos pasa o algo se hace colectivo.

Cada autor ha desarrollado de manera muy personal esa actitud de nueva forma de vida que es vivir aislado, vivir encerrado o poder transitar la cuarentena (palabra de moda).

Anabela Díaz – Argentina.

Allí aparecen en todas las fotografías de la convocatoria esas palabras temidas: aislar, separar, dividir, borrar, simplificar, eliminar, alejar, determinar, ahuyentar, gritar, llorar, reír, insinuar. Todo esto y muchos más términos, los cuales podemos asociar con un momento de nuestras vidas que es el aislamiento. Aislarse no es conquistar, tal vez aislar sea buscar. Buscar en uno, mirar, separarse y dividirse de lo cotidiano y lo común a los afectos. Y en los afectos puede estar la muerte, intrínsecamente expuesta como parte de la vida, ya que todo tiene un comienzo y un final.

Marzo de 2020, recordar esa fecha como el mes en que el mundo del siglo XXI aprendió a aislarse, tarea difícil para un mundo sobrepasado de tecnología y comodidad. Tecnología que nos ha permitido acompañarnos en estos primeros días de nueva forma de vivir a cierta velocidad. ¡Para algunos muy lenta! Aislarse significa también aprender a convivir, a disfrutar con quien compartías tiempo, pero más tiempo, aprender a callar, aprender a simplificar y a sostener en el tiempo un grito, un enojo, una estrofa o un insulto. Aislarse también significó revivir la desnudez, la vergüenza o encerrarse en uno mismo, como aislarse en la ciudad, caminar sin miedo o caminar temerosos, todo es cuestión de elegir.
(Fragmento del prólogo, de Carlos Campodónico).
https://es.calameo.com/read/00554336993896066e587

Adrián Moyano