Roshika Deo, la candidata de Fiji que defiende los derechos de las minorías sexuales

Como ninguno de los partidos políticos de Fiji, un pequeño país en medio del Océano Índico, tenía posturas claras con respecto a los derechos humanos, ambientalismo, feminismo, discapacidad y derechos de las minorías sexuales, Roshika Deo decidió postularse. Lo hizo por fuera de los partidos tradicionales quienes le habían ofrecido unirse a sus filas. Por ello durante la campaña recibió fuertes críticas por parte del gobierno, la iglesia y la prensa. Salirse de los carriles establecidos siempre tiene un costo. Los ataques incluyeron fotos retocadas que la perjudicaban. Parece que el uso de las fake news no conoce fronteras.

Amnistía Internacional denuncia problemas con la libertad de manifestarse y de prensa en ese país, también torturas por parte de las fuerzas policiales, y la falta de protección hacia las mujeres en cuanto a discriminación y acoso. Paradójicamente Fiji ocupa una banca en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El origen de esta lucha ha sido en parte las malas experiencias que vivió Roshika Deo. “Trabajar por los derechos de las mujeres me ayudó a sanar”.

Roshika perdió las elecciones y no pudo ingresar al parlamento donde sigue habiendo un bajo porcentaje de mujeres. Ella está contenta, sabe que los cambios culturales llevan tiempo y que la lucha recién empieza.