PUDO VERSE “GIGANTES”

| 25/06/2020

Se pre-estrenó nueva película de Natalia Cano

Adrián Moyano
Se pre-estrenó nueva película de Natalia Cano
Cano, directora y protagonista.
Cano, directora y protagonista.

El trabajo más reciente de la realizadora barilochense se proyectó en el Festival Internacional Biobío 2020, que se celebra en Concepción (Chile). Se transmitió vía Facebook Live y reunió a cerca de 300 espectadores.

“La tierra está difícil de sacar porque fue apisonada y pusieron listones de madera y piedras. Por fin al cabo de media hora de esfuerzos descubrimos un gran cuero de caballo decorado de manera rara. Es la mortaja del gigante. Sacamos ese cuero con cuidado; se entreabre y deja ver un rostro terriblemente hinchado. El cadáver del indio está envuelto en un quillango y un manto de mujer. Está ligeramente recostado sobre un lado, con las piernas dobladas sobre el vientre y la cabeza vuelta hacia el lado del amanecer. Un olor insoportable invade el aire”.

Cuando el siglo XIX estaba a punto de expirar, Henry de la Vaulx viajó por la actual provincia de Chubut, en busca de aventuras y de objetos para engrosar sus tétricas colecciones. En su afán, no tuvo mayores escrúpulos a la hora de saquear un enterratorio tehuelche en Choiquenilahue, según su desprende de su propia y puntillosa descripción, que abre esta crónica en El Cordillerano. El hombre cuyo descanso perturbó medía 1,98 metros, según su examen. Poco más 120 años después de la profanación, su expresión dio título a la más reciente película de Natalia Cano: “Gigantes”.

El film se pre-estrenó en la noche del miércoles, en el marco del Festival Internacional Biobío 2020, que tiene como sede Concepción (Chile). A tono con las modalidades que se abren paso globalmente a raíz de la pandemia de Covid19, la función se limitó a un formato virtual a través de Facebook Live. Paradojas de la época, la asistencia rondó los 300 espectadores durante buena parte de la exhibición, cantidad que salvo una excepción, ninguna sala de Bariloche podría cobijar.

El documental asume como disparador el saqueo del enterratorio, pero gira en torno a la lucha que entabla la comunidad Sacamata Liempichún para lograr la restitución de los restos de su antepasado, que están en el Museo del Hombre de París. En forma simultánea, la trama relata las peripecias por las cuales atraviesan los mapuche-tehuelches a la hora de reconstruir su identidad y de recuperar un campo que habían perdido en 1976, como consecuencia de las malas artes que hasta no hace mucho, imperaban en las zonas rurales patagónicas.

La directora aparece en algunas oportunidades en escena, sea para preguntar sobre algunas cuestiones de la cultura mapuche o para observar en silencio las interminables vastedades de la meseta chubutense. La cámara acostumbra a detenerse sobre paisajes que aunque para nosotros puedan resultar familiares, probablemente cautiven a las audiencias que puedan ver a la película en Buenos Aires u otras latitudes.

Descendientes del Gigante.



Historia repetida

La propia Cano cuenta en el film que supo del “gigante” mientras asistía a la restitución de los restos de Margarita Foyel, en la comunidad Las Huaytecas. Allí, Cristina Liempichun, quien sería una de las protagonistas de la película, puso en común el despojo que habían sufrido sus mayores a manos del noble francés, cuyo sigilo traicionó la confianza con que había sido recibido. La narración también se detiene en la insólita trama que la comunidad tiene que afrontar todavía hoy para lograr la restitución de los restos, todavía inconclusa.

“Gigantes” también viaja a Francia. Recorre una localidad que homenajea al conde depredador pero también renueva la indignación, al evidenciar que la política que sigue el país europeo con las solicitudes de devolución, todavía está inspirada por las lógicas de las potencias coloniales y de la pretendida ciencia decimonónica. El cronista no alcanzó a anotar la cifra pero son demasiados los huesos humanos que se encuentran en dependencias del Museo del Hombre, todos pertenecientes a integrantes de pueblos indígenas de buena parte del mundo. Sí recuerda que son 36 los esqueletos que están armados y que hasta no hace mucho, estaban en exhibición.

Una escena reproduce la discusión de la que participan la directora y una decena de investigadores franceses. Si bien algunos de ellos se muestran sensibles ante la inexplicable continuidad del despojo, la cuestión se zanja cuando una de ellas dice que como institución pública, deben funcionar según la normativa francesa en vigencia. También es entrevistado en “Gigante” Fernando Pepe Tessaro, integrante del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS), que tiene vasta experiencia en restitución de restos humanos en la Argentina. Según su descripción la demanda de los Sacamata Liempichún está aprisionada entre los barrotes burocráticos que levantan los dos Estados.

Más allá del profundo conocimiento de la espiritualidad mapuche que evidencia poseer la “werken” Cristina, su pregunta se inscribe en el más estricto sentido común: ¿a quién le gusta que roben los huesos de un tío, un primo o un abuelo? Gran acierto de la realizadora, al poner de relieve una temática que está muy lejos de la consideración mediática y al parecer, de toda política pública de reparación. Tanto de aquel como de este lado del Atlántico.

Producto barilochense

En breve intercambio, Natalia Cano le dijo a este diario que para poder concretar “Gigantes”, “el financiamiento del INCAA Vía Digital fue el único que tuvimos, más ayuda para viajar de mi pareja, que estaba trabajando en Francia. Los financiamientos a los que me presenté allá no prosperaron, a pesar de que me presenté vinculada a una productora de París que estaba muy interesada en coproducirla, en una versión en la que alguno de los Liempichun viajaba a Francia”, explicó.

La proyección a través del Facebook Live del Festival Internacional Biobío 2020 tuvo carácter de pre-estreno “porque en el FAB 2019 ganamos el Premio 19/23 Dis (que otorga una distribuidora a Películas en Construcción)”. El galardón es precisamente “para distribución. El plan era hacer un estreno en Buenos Aires, en el Gaumont, y en Bariloche casi al unísono. Ahora será cuando la distancia social lo permita”, explicó la directora de “Escondidos al oeste del Pichileufu”.

En cuanto a los planes futuros, “hay que ver qué circuito de festivales se pueden hacer antes de poner esa fecha de estreno, porque muchos de los festivales piden que la película no haya sido estrenada aún”, compartió. Con la reciente creación, “estoy contenta. Siempre podría mejorarla pero con los recursos que teníamos, llegamos a hasta acá. Son 5 años de pegar en el mismo clavo y no sólo yo, está el esfuerzo de muchísima gente que me prestó cosas o me cobró muy barato, desde autos, equipos y hasta sus horas de trabajo”.

Si bien “Gigantes” se entromete con una temática que superficialmente podría calificarse de chubutense, la participación de barilochenses en los aspectos técnicos fue sustantiva. En la cámara, aportaron Daniel Mendoza y Jean Studler; en el montaje Vanesa Mulhmann; en el diseño Mariano Núñez y Paola Pastene; en traducciones del mapuzungun Pablo Cañumil; Irene Villaverde y Carlos Echeverría colaboraron en viajes de producción; Federico Palma y Carlos Piacentini ayudaron con equipos;  en la música Fran Kawell y Andrew Mc Gregor; y en el sonido directo trabajaron Daniel Schor y Teresa Saporiti. Además, Cano no fue solamente realizadora, ya que hizo un poco de todo, como suele suceder en el cine independiente que asume compromisos.

La proyección en el festival de Concepción se concretó a través de la intermediación de Gerardo Ghioldi, promotor del cine en Villa La Angostura. En el encuentro trasandino, existe la sección “Puelmapu”, en la que se exhiben producciones realizadas en la Argentina. Es producto de una suerte de alianza entre el Festival de Cine de La Lluvia, que se recrea en la localidad neuquina todos los años, y el acontecimiento chileno.

Adrián Moyano

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