TRAS EL POSITIVO DE CORONAVIRUS

| 23/06/2020

El padre Javier Bonán habló de su situación

El padre Javier Bonán habló de su situación

“Tener coronavirus no es el fin del mundo”, dijo el padre Javier Bonán, de la parroquia Nuestra Señora de las Nieves, en diálogo con “El Expreso Periodístico”, durante la mañana de este martes de El Cordillerano Radio.

El párroco fue noticia en las últimas horas al conocerse que dio positivo de COVID-19. En ese sentido, afirmó: “Uno lee las noticias y parece que es una enfermedad tremenda, muy dolorosa, que te lleva directo a la tumba, pero mi experiencia es totalmente distinta”.

“No tengo ningún síntoma, no me duele nada, no hay fiebre ni tos”, añadió.

Y, para que no quedaran dudas, aseveró: “Me siento como si estuviera sano”.

Sobre la causa posible de su contagio, el cura manifestó: “Yo había estado en el hogar de ancianos donde hubo casos, y le di la comunión al abuelo Roberto, que el miércoles falleció con coronavirus positivo”.

Igualmente, señaló que las dos doctoras que lo vieron no se pusieron de acuerdo. “Una piensa que lo tengo desde antes de haber ido a ese lugar, y la otra no”, contó.

“No hay certezas, son opiniones. Dicen que se dificulta saber por no haber manifestado síntomas”, agregó.

Tras conocerse lo sucedido en el geriátrico, el sacerdote preguntó si debía solo aislarse o también realizarse el test correspondiente. Al estar en contacto con mucha gente, le indicaron que sería bueno que se practicara el análisis.

“Me lo hicieron el viernes a la mañana. Por la noche me dijeron que el resultado había sido dudoso, por lo que aplicarían otra técnica sobre el mismo hisopado, y el sábado me confirmaron el positivo”, relató.

Al ser consultado sobre el modo en que se brinda la comunión en estos tiempos, el religioso especificó: “Son muy pocas las personas que se acercan a comulgar porque no estamos celebrando misa (presencial). En general se hace siempre con la mano y manteniendo las distancias. Pero en el hogar se hace muy difícil de esa manera, porque los abuelitos tienen sus dificultades, algunos no ven, entonces, a ellos, yo se las doy (la hostia) en la boca, que es la única forma en que la pueden recibir”.

Debido a la pandemia, el párroco señaló que la mayor parte de la comunicación con los fieles es por teléfono, especialmente por WhatsApp. “Todas las mañanas mando un audio a la gente de la comunidad, con un pensamiento sobre el evangelio, una reflexión religiosa. Los fines de semana celebramos misa a través de una plataforma virtual. El contacto personal es muy reducido. Algunas personas que vienen a donar alimentos para Cáritas aprovechan para charlar un ratito, confesarse, y algunos también se acercan a tomar la comunión”, comentó.

Sobre la situación de los contagiados en el hogar de ancianos, detalló: “Hay seis de los empleados a los que les dio positivo y ninguno desarrolló síntomas, incluso una de las hermanas, Paula, que también dio positivo, tampoco tuvo síntomas”. Y destacó que una de las ancianas del lugar, de 101 años, está enferma pero sin sintomatología.

Bonán opinó que lo que sucede en la actualidad debe servir para ayudar a ser mejor persona: “Todos podemos aprender algo. Hay muchas formas de protegerse y, a veces, cuidarse es compartir o colaborar con el que no está pasando una buena situación, no por estar infectado, sino porque a lo mejor la falta de trabajo hace que se le dificulte conseguir la leña para el calor, el alimento u otras cosas necesarias”, reflexionó.

“Estamos muy focalizados en un solo problema, que es el coronavirus, y descuidamos muchos otros aspectos”, aseveró, para después puntualizar: “Hay gente que desde hace tres meses no tiene acceso al hospital para hacer distintos tipos de controles que no están relacionados con el coronavirus. La cuestión laboral me parece que también es sumamente preocupante. Cada persona que muere es un dolor para sus familiares. Pero, en Bariloche, en estos tres meses no hubo solo cinco muertos, hubo muchísima más gente de la que no nos enteramos. En el hogar de ancianos, en los últimos veinte días fallecieron dos abuelos por coronavirus, pero también dos más por otras causas, y eso no es noticia”.

El sacerdote habló también de las dificultades que implica no poder reunirse. Sobre ese punto, señaló: “Es muy duro que critiquen, como que son imprudentes, a aquellos que fueron a darle un abrazo al papá en el Día el Padre”.

El párroco explicó que debe estar aislado hasta el martes 30 de junio, cuando deberá hacerse un nuevo hisopado. De acuerdo a los resultados, serán los pasos a seguir.

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