18/06/2020

Dora, una súper mamá que necesita un empujón para seguir adelante

Susana Alegría Fotos: Facundo Pardo
Dora, una súper mamá que necesita un empujón para seguir adelante
Dora con su hijo.
Dora con su hijo.

Es sabido que la situación económica se ha deteriorado notablemente a lo largo de esta cuarentena y cada día son más las personas que necesitan ayuda inmediata ante un presente desolador.

No es habitual que publiquemos cada uno de los pedidos porque lamentablemente, son incontables, pero el destino nos puso en el camino a Dora y compartimos su relato, sabiendo que también son muchos los vecinos que quieren dar una mano y quizás no saben dónde hacerlo.

Dora Prafil vive hace diez años frente a la plaza del barrio El Vivero, “vivo sola con mi hijo adolescente que solo se comunica con lengua de señas” comenzó. Tiene una discapacidad de carácter auditivo.

Al consultarle sobre su situación laboral dijo “estoy sin trabajo desde diciembre, cuidaba niños y hacía limpieza de casas y oficinas”. Es por ello que desde hace seis meses que no genera un ingreso de dinero “cobramos la pensión por discapacidad pero con eso no nos alcanza para vivir”.

En su casa tiene como único sistema de calefacción una salamandra “el metro de leña no me dura una semana y ahora comprarlo sale 1.700 pesos más o menos” aseguró.

Con lo que cobró de la última pensión se quiso poner al día con los impuestos “parece que no pero si no voy pagando ahora en unos meses va a ser imposible hacerlo y no nos podemos quedar sin los servicios”.


En la puerta de lo que será su nuevo hogar.

El dinero que entra sirve solo para ir tapando huecos “lo que sobró lo compramos en comida pero eso hizo que no alcanzara para la leña de este mes y la verdad que ya no sé cómo hacer con todo esto” dijo muy apenada.

A nivel institucional están acompañándola con los módulos alimentarios y el Plan Calor, “algunos vecinos se juntaron para traerme leña pero a ellos tampoco les sobra” dijo. Y es así, a veces quienes menos tienen son los que más se comprometen y aportan, también integrantes de una iglesia y de la Escuela Especial colaboran con ella.

Por ahora, con su hijo de 17 años viven en una prefabricada, cuando tenía trabajo todos los meses compraba algo para una platea y poder comenzar con una vivienda de material. “Pude hacer la platea y las paredes, no mucho más porque quiero que sea de material, me habían dado un préstamo de Tierra y Vivienda pero ahora como no tengo trabajo no puedo pedir lo que sé que no puedo pagar, con la cuarentena se frenó todo”.

Aclaró “quería techarla antes del invierno para mudarnos pero no lo logré, igual ahora lo único que pretendo es tener las cuentas al día, leña para calefaccionarnos y alimentos para cocinar”.

Dora al hablar de su hijo endulza el tono de voz, “mi hijo es muy responsable y comprometido, está terminando quinto año y va a la Escuela Especial”. Ella también está estudiando “me falta un año para terminar la secundaria y Lengua de señas, pero esto último no pude seguir porque tengo que pagar los exámenes y por ahora no tengo”. Además se estaba capacitando para un pequeño emprendimiento textil. Los estudios de ambos quedaron en suspenso porque no tiene internet en su hogar “como él tiene problema auditivo las videollamadas con sus profesores no las puede implementar”.

Se la puede ayudar

Aunque Dora necesita muchas cosas, es tímida al momento de pedir “con algún trabajito estaríamos mejor, sino un poco de leña y alimentos”. Indagando un poco más, supimos que no tiene ropa de abrigo ya que desde diciembre que no puede comprarle nada a su hijo. “Quedarme sin trabajo es lo peor que nos pudo pasar, no solo por el dinero sino también por la tristeza porque no puedo sostener mi casa”. Para comunicarse con ella pueden hacerlo al +54 9 2944 53-2964.

Susana Alegría Fotos: Facundo Pardo

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