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| 31/05/2020

César Luis Ñanco, el atleta que vivió un 2005 increíble

Martín Leuful
César Luis Ñanco, el atleta que vivió un 2005 increíble
César Ñanco con 18 años y en la cumbre de su carrera.
César Ñanco con 18 años y en la cumbre de su carrera.

Con sus apenas 18 años logró infinidad de cosas en ese inolvidable 2005 para él. Resultó campeón argentino de cross country, fue convocado a la Selección Argentina y además fue elegido como el mejor deportista de Bariloche.

El atleta nacido en Bariloche el 21 de mayo de 1986, con apenas 34 años recuerda todo lo que vivió en el año 2005, momento en el cual culminó sus estudios secundarios, ganó la Corrida de Reyes, se coronó campeón argentino de cross country y fue elegido como el máximo embajador deportivo de la ciudad.

Hijo de Ugando Ñanco y de Celestina Pedro, tiene cuatro hermanos, Héctor, Cristian, Enzo y Sofía. Cursó sus estudios primarios en la escuela 328 y el secundario lo terminó en el CEM 33. Hoy está dedicado de lleno a su local, una casa de comidas, en la calle Gallardo, donde está al frente de su pequeño emprendimiento.

Ñanco se crió en el barrio Mutisias y siempre, desde muy pequeño fue un joven que tuvo ganas de salir adelante. Comenzó con el atletismo en el 2002 y al respecto cuenta que “primero lo hice con la iglesia, llevando el nombre de Dios a la comunidad e hice algunas fechas en Carreras de Calle y luego llegó Miguel González, el tipo que me enseñó todo”.

La influencia de Miguel González

César Ñanco cuenta que “haber conocido de Miguel me hizo hacer la diferencia, un tipo que me enseñaba, fue el que me formó, pero no solo como atleta o deportista, sino como persona. Yo no conocía nada de nada y él me enseñó a andar en subte cuando iba a Buenos Aires. Yo no había salido nunca del barrio donde me crié y él fue un gran guía para mí”.

Comenzar a salir de Bariloche

El exatleta recuerda: “a partir de allí comencé a salir a competir en diferentes lugares de Argentina, sin el deporte no hubiese podido hacerlo.

Viajábamos y la verdad es que mi rendimiento iba de menor a mayor, recuerdo que siempre viajamos con mucho apoyo de la empresa 3 de Mayo y del intendente Alberto Icare, que siempre nos dio una mano con pasajes y estadías”.

La Carrera de Reyes que fue su trampolín

César Ñanco rescata que “en enero de 2005 comenzó un gran año para mí, corro la Carrera de Reyes y la gano, gano la general, anduve muy bien y cuando fue el intendente Icare a darme el premio, me quiere dar un pase para el cerro y le dije que prefería un viaje a Mar del Plata porque se corría el clasificatorio para el Nacional. Me acuerdo que se quedó duro, porque no esperaba tanta franqueza. Me dio ese pasaje con estadía para mí y para mi entrenador”.

Clasificado a la selección

Las cosas no podían marchar mejor, Ñanco relata: “viajé a Mar del Plata y logró clasificar para integrar la Selección Argentina. Después nos concentramos un mes con el seleccionado mayor, y gané ese año el Campeonato Nacional de media maratón que se disputó en Ezeiza. Fueron muchas cosas excelentes para mí, fue un año que me da mucha nostalgia recordarlo porque la verdad es que me esforcé para llegar a esos lugares”.

Vivimos en un lugar extraordinario

César Ñanco hace referencia a su lugar de nacimiento indicando que “los barilochenses no valoramos lo que tenemos, yo me hice fuerte subiendo y bajando el cerro Carbón. Vivía en el barrio Mutisias y entrenaba subiendo y bajando el Carbón, esas cosas no las tiene nadie, yo hacía mi pretemporada siempre haciendo lo mismo, subiendo y bajando el cerro Carbón, cosas que muchos barilochenses no lo aprovechan”.

Esa maldita pista

César Ñanco tiene una espina clavada; “me duele que esa pista no esté en Bariloche, usaron a muchos atletas los políticos y dirigentes que la prometieron y los que la hicieron desaparecer. Usaron mi nombre, me hicieron posar para algunas fotos con la promesa de la famosa pista que nunca llegó. Había dirigentes que se ponían para las fotos y después nunca nadie dio una explicación de lo que pasó con eso que habían prometido”.

A mis viejos

Por último, Ñanco sentencia que “creo que Miguel González me enseñó mucho, hasta cómo manejarme con la gente. Mis viejos siempre me apoyaron, fueron grandes pilares en mi vida y lo siguen siendo hoy en día”. Casi con la voz quebrada por el llanto, Ñanco finaliza “el deporte me dio mucho, conocí un montón de gente, en Salta estuve un mes con la selección, con hombres y mujeres que saben mucho de esto y que me lo supieron transmitir”.

Hoy Ñanco tiene una casa de comidas muy cerca del Estadio Municipal, su emprendimiento, que con mucho sacrificio lleva adelante por estos días.

Martín Leuful

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