Empleados judiciales preocupados por la cuestión sanitaria

A través de un documento que hicieron circular los trabajadores judiciales nucleados en Sitrajur, se manifestaron con profunda preocupación ante la convocatoria individual que las autoridades comenzaron a realizar hacia el personal, para retomar paulatinamente las tareas diarias. Exponen graves falencias edilicias que, hace tiempo, dejaron de ser una novedad, en el viejo edificio Pilmayquen.

“Todas las dependencias del Ministerio Público de la Defensa durante años han trabajado en forma precaria. Todas las instalaciones que se fueron realizando para multiplicar los espacios e ingresar empleados o crear nuevas oficinas, se realizaron reduciendo los espacios u oficinas disponibles con tabiques, de manera que las Reglas de Brasilia respecto de los derechos de la población que acude al Centro de Atención de la Defensa Pública, fueron sistemáticamente vulnerados”, señala el documento difundido por la seccional Bariloche del Sitrajur.

Rememoraron que en los últimos siete años, desde la conducción del gremio solicitaron la realización de dos inspecciones de Seguridad e Higiene. Señalan que los trabajadores judiciales atienden al público en “espacios pequeños, muchos sin ventilación ni luz diurna, con cableado expuesto, sin privacidad para los justiciables, o sea el público en general, sin que se haya realizado hasta el presente ninguna desinfección, no hay protocolos de evacuación del edificio (ni siquiera hemos realizado simulacro)”.

Casi doscientas personas pasan diariamente por el Centro de Atención de la Defensa Pública.

Subrayaron desde Sitrajur que en el edificio Pilmayquen: “No hay espacios para que las personas puedan esperar decentemente ser atendidas. La cotidianeidad transcurre sin espacios y sin la cantidad adecuada de empleados para que estas personas que tienen derechos, no estén más de una hora esperando. Pequeños esperando cantidad de horas, cansados y con hambre”.

Para los judiciales, “el colmo de la vulneración de derechos” es la ubicación de las Defensorías de Incapaces, que funciona en un tercer piso y tienen las más intrincadas escaleras de este anexo del Edificio.

Recordaron en el documento que “el Pilmayquen es un edificio antiguo que fue un famoso hotel provincial” y que “todas las dependencias judiciales siempre transitaron por antiguos hoteles o residenciales”, donde “las oficinas son pequeñas, algunas son para una sola persona, pero trabajamos dos o tres empleados. A veces para atender a alguien, algún compañero se tiene que ir para dar espacio”.

“Los empleados de mantenimiento tienen un espacio mísero donde guardan sus herramientas y tienen una cocinita para calentarse agua. Todo muy precario. Sin calefacción, tendrán una estufa o el mismo anafe. Sin baño. Concurren a los baños públicos”, y más, “En nuestros baños no hay agua caliente”.

Los expedientes de papel se arrumban por cualquier rincón.

Criticaron también que “la empresa contratada para realizar el servicio de limpieza, solo limpia los espacios comunes y las escaleras, no entran a las oficinas, no hay limpieza exhaustiva. Mucho más difícil es realizarla a partir de las 7.30, con largas colas de público, ordenanzas y choferes, que transitan para trasladar los pases de expedientes, que llegan todos los días a todas las oficinas de las defensorías”.

Desde la organización de los trabajadores acusaron al “procurador como al defensor general”, que “han omitido hacer algo al respecto, conseguir un edificio más saludable para el servicio de justicia y para el público en general”.

Recordaron que los inconvenientes edilicios son de antigua data y que “las políticas públicas implementadas” en el último tiempo incrementaron “la concurrencia de personas para resolver sus situaciones familiares, financieras, de alimentos, de desalojos, etcétera” y que en forma paralela, las Defensorías fueron perdiendo empleados que se sumaron al CADEP. A las distintas autoridades del Ministerio Público en los últimos años, desde Sitrajur se han reclamado soluciones: aumentar la planta de personal y obtener un edificio en mejores condiciones para albergarlos. Pero acusaron que no hubo respuestas.

Mariano Colombo