Nasrin Sotoudeh, por la obligatoriedad del hiyab

La abogada iraní Nasrin Sotoudeh se opone al uso obligatorio del hiyab. Solo por eso tiene una condena de 38 años de prisión y debe recibir 148 latigazos. Los cargos oficiales son por “difundir propaganda contra el sistema”, “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” e “insultar al líder supremo”. Desde junio de 2018 está recluida en una prisión de Teherán. Se negó a pagar la fianza (de unos U$s 150.000). No la dejan elegir a su propio abogado defensor. Esta es la segunda vez que la encarcelan, la primera fue entre 2010 y 2013. Esto no la amedrentó para seguir defendiendo a mujeres y niños maltratados, militantes de derechos humanos, periodistas y líderes opositores.

Inició una huelga de hambre en protesta por el acoso, intimidación y amenazas a familiares y amigos. Poco después detuvieron a su esposo. Otros colegas también fueron encarcelados por motivos similares. La presión de los organismos de derechos humanos y de la comunidad europea no hace mella al régimen. La suerte de Nasrin es incierta.

Un día una mujer se sacó el pañuelo y comenzó a ondearlo en público. Esta protesta pacífica fue repetida por otras mujeres. Muchas fueron detenidas, lo que no impidió que otras vuelvan a hacerlo, desafiantes.