Nareen Shammo, contra el régimen islámico

Nareen Shammo se desempeñaba como periodista de la televisión iraquí. Era famosa y feliz. Había crecido en Bahzani donde todas las minorías -yazidíes, musulmanes, cristianos, chabaquíes- convivían en armonía. De golpe el ambiente cambio.

El 3 de agosto del 2014 el Ejército Islámico entró en Sinjar matando a miles de adultos, una verdadera masacre. Un régimen basado en el terror. A las jóvenes y niñas las destinaron a ser esclavas sexuales. El tráfico humano tenía como destino Siria. Este episodio hizo que dejara su trabajo para dedicarse a documentar el horror del genocidio yazidí. Y no solo eso, formó parte de una red de rescate de los cautivos, con el riesgo que esto implica.

Sus informes llegaron a varias ONG, a las Naciones Unidas y hasta la Casa Blanca, en todos los casos sin respuesta concreta. Solo después de la proyección de su documental “Esclavas del Califato” emitido por la BBC la opinión pública se conmocionó. “Necesito ser una voz independiente, la voz de la realidad” dijo en relación a su trabajo.

El horror traspasó las fronteras y comenzó una persecución por parte del régimen terrorista. Vive oculta en Alemania por las amenazas de muerte que recibió donde se le concedió asilo político. No se arrepiente de lo que hizo.