EL TERCER DISCO DE LA DUPLA

| 21/04/2020

La Maroma subió “Del lago hasta el mar” a plataformas digitales

Adrián Moyano
La Maroma subió “Del lago hasta el mar” a plataformas digitales
Las maromeras.
Las maromeras.

Marisa Di Giambatista y Cristina Villafañe ya tenían en los nuevos dispositivos el segundo disco de su producción y próximamente, sumarán “el primogénito”. Además y por su parte, la primera aportó un novedoso tango testimonial.

Subir “Del lago hasta el mar” a las plataformas digitales ya estaba en los planes de La Maroma para 2020, pero la concreción del proyecto coincidió con las épocas de cuarentena. De manera que la innovación es doblemente bienvenida para la dupla que integran Marisa Di Giambatista y Cristina Villafañe, quienes de todos modos ya tenían en el universo del streaming “Yo vivo aquí en el sur”, con considerable repercusión.

“Del lago hasta el mar es nuestro tercer disco”, recordó la primera, ya que su compañera permanece en Córdoba a raíz de las restricciones a la movilidad. “Es muy especial porque a diferencia de los otros dos, en este trazamos un recorrido desde la Patagonia andina y Bariloche hasta el mar, pasando por la estepa, es decir, de oeste a este. El proceso de grabación fue durante 2018, lo editamos en febrero de 2019 y todo el año pasado estuvimos abocadas a presentarlo en distintos lugares. Ahora, en 2020, ya lo tenemos en las plataformas digitales, Spotify y otras. Estamos muy contentas porque ya se puede escuchar desde todo el mundo”, indicó.

Recordó la compositora, cantante y pianista que “el proceso de grabación fue como los otros, en el estudio de Gabriel Pirato, que ya es un maromero más. Siempre es muy intenso porque tenemos mucho trabajo con los climas sonoros y con la gran cantidad de instrumentos que grabamos en forma acústica. Es un proceso de generar en cada canción un ambiente especial. Pueden verlo especialmente en Los pingüinos, cuando van al agua o cuando están caminando por el hielo. Hay un cambio de clima que hicimos con metales para el invierno, con un fondo sonoro especial. Y así, cada uno tiene su connotación. La bandurria es una cumbia muy festiva, con trombón”, resaltó Di Giambatista.

Con la incursión en las plataformas, “la idea es ampliar el abanico de difusión. Siempre vamos a priorizar el vivo y el contacto humano, eso está claro porque es lo más importante, especialmente para los niños. En realidad, no es lo virtual lo que necesitan, ellos necesitan el contacto, la mirada, el tacto, el estar presentes, el oído atento… Pero a esta modalidad hace rato que la venimos pensando y ahora surgió la posibilidad”, destacó la música.

Todo el catálogo

Avisó que “el segundo disco también está en Spotify, distribuido por Gobi Music. Próximamente, también vamos a subir el primero, que es el primogénito, el de Pájaro carpintero, Huillín, Monito del monte… Todas esas canciones que se cantan en todas las escuelas”, valoró Di Giambatista.

“Es ampliar el abanico de difusión para que llegue a todos lados, también en un momento en que el disco compacto cada vez es menos requerido porque mucha gente nos dice que no tiene dónde escucharlo. Sí seguimos con los cancioneros porque son otra cosa, es hermoso porque los niños los tienen en sus manos y van siguiendo las canciones a medida que las escuchan, viendo las fotos y las explicaciones”, resaltó la maromera.

El momento de digitalización del más reciente opus “coincidió justo” con las restricciones para circunscribir al coronavirus. “Estábamos tramitando todo y justo apareció la pandemia. Como todos los músicos, no estamos teniendo funciones ni posibilidad de vender nuestros discos físicos, así que coincidió perfecto pero ya era un propósito que teníamos para 2020”. Por el lado de La Maroma, a la cuarentena “la estamos llevando con la creatividad de todos nuestros colegas: haciendo videos en casa, creando nuevas composiciones que van a estar en el cuarto disco, presentando juegos o explicaciones que ya hemos subido a YouTube y otra que están por salir. Creando y haciéndonos presentes en la forma que ahora se puede”, resaltó Di Giambatista. No es resignación, es respuesta creativa. 

Testimonio de una época

Además de consagrase a la música para niños y niñas, Marisa Di Giambatista tiene su faceta tanguera. De hecho, días atrás sorprendió con una creación propia, a la que tituló “El tango en cuarentena”, decididamente desopilante. “Estaba tocando porque siempre repaso tangos o busco otros nuevos para sacar y me vino como inspiración”, reseñó. “Empecé a componerlo y a mí me gustan mucho los juegos de palabras, que es también lo que uso en La Maroma: juego con las letras o vocablos... Por ejemplo, la canción del ñire en otoño y el niño, todo con Ñ. Cosas así que me gustan, me da mucho placer. Componiendo, me lleva más tiempo pero es hermoso”.


Marisa Di Giambatista puesta componer.

En el caso de la música ciudadana, “yo estoy en la Orquesta Parabadum, donde somos 10 músicos y una cantante. Estaba extrañando el hecho de juntarnos y ahí me surgió el Tango en cuarentena. Empecé a usar frases de algunos tangos y del lunfardo. Te aclaro una que ya me dijeron varios que no entienden: Carancanfun, término que habla de un bailarín tanguero que usaba esa palabra para explicar rítmicamente los pasos para que la gente caminara bien. Después le quedó a él: Carancanfun”.

Di Giambatista compartió un retazo de historia tanguera. “Hay una mención en El choclo, cuando dice: Caranfanfunfa se hizo al mar con tu bandera / y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina… Ahí recién entendí yo qué decía la letra de El choclo (risas) y bueno, me gustó como sonido, muy, muy onomatopéyico. Después, en el estribillo, mezclo Carancanfun el tango en cuarentena / Carancanfun el tango el cura, el chorro, el sabio, el burro, Chicho y Napoleón… Términos de Cambalache. Así hay varios, como mis buenos lagos queridos, rememorando Mi Buenos Aires querido / cuando yo te vuelva a ver. Y así”, describió.

En la letra también se colaron reflexiones. “Esta situación es realmente un hito en la historia y tiene que generar un cambio, al menos de conciencia individual. Como muchos han dicho, si la normalidad era lo anterior, esa normalidad no nos sirve, no podemos volver a esa normalidad. Por eso, al final dice: no apoliyés, que la cosa acá es con todos, que este mundo está varado sin timón. Si no, nos vamos a hundir en montón… Creo que por ahí va la cosa: por la solidaridad, por compartir, por consumir menos y disfrutar más de las cosas pequeñas. Ese tango va por ahí y me sorprendió a mí misma porque yo suelo acompañar a muy buenos cantantes de aquí pero la cuarentena me hizo cantarlo yo. La verdad, me da mucho placer”, resaltó. Notable retrato del momento.

“El tango en cuarentena”

Me acobardó la cuarentena,
Acá en mi casa, al lado, enfrente y más allá.
Por todos lados hay mishiadura,
Derecha, izquierda, al medio, al centro y lateral.
Hay cuarentena por las montañas.
Pucha, qué ganas de recorrer.
Mis buenos lagos, lagos queridos,
no habrá más pena cuando yo los vuelva a ver.
Carancanfun, el tango en cuarentena.
Carancanfun, el tango, el cura, el chorro, el sabio, el burro, Chicho y Napoléon.
Si los violines andan sollozando y a los fuelles el alcohol los embriagó.
Carancanfun, el tango en cuarentena.
Carancanfun, el tango, el mundo y qué se yo.
No apoliyés, la cosa acá es con todos, que este mundo está varado y sin timón.
Cruzando el charco, los más bacanes,
en cuarentena, también están
y se dan cuenta que la viyuya
de poco sirve, poco sirve pa curar.
Un buen balurdo con nuestra tierra
el coronita nos destapó.
Paren el carro, que vamo al vesre,
que vamo al vesre y nos hundimos en montón.

(Letra y música: Marisa Di Giambatista)

Adrián Moyano

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