13/04/2020

Verónica Goncalves aportó “Metamorfosis social”

Adrián Moyano

La plástica fue la única barilochense en participar del pasa-manos creativo en su versión remota. Recibió el concepto del dibujante Tute y tomó su creación el diseñador industrial Nicolás Grozny, los dos en Buenos Aires. Fue tan “raro” como “positivo”.

Verónica Goncalves fue la única barilochense en participar de la reciente edición de Mecha, que por primera vez y a raíz de las restricciones antipandemia, se concretó de manera virtual con transmisión en vivo el último sábado. La plástica aportó un trabajo al que tituló “Metamorfosis social”, íntimamente relacionado con las dicotomías que inspiran tanto el encierro como la necesidad de avanzar hacia una suerte de refundación de la humanidad, si es que se quiere evitar la repetición de traumas semejantes al actual.

Para la artista, la experiencia fue gratificante. “La conexión con Mecha vino de una invitación a participar por parte de Mari (Gutiérrez) Arana. Me encantó, cuando vi la selección de artistas que había fue genial. El primero (Miguel Usandivaras) empezó con la obra del último Mecha en Araucanía, que se llama Silencio. Hizo un trabajo que le pasó a Ana Prada y ella hizo una canción que le pasó a Tute y Tute me pasó su obra a mí. Yo solamente vi la obra de Tute y viste que yo trabajo con muchas texturas y materiales de reciclaje”, recordó.


Verónica Goncalves.

Con esas opciones a disposición, “mientras esperaba la obra, estaba ansiosa por ver qué hacer porque me imaginaba usando esos materiales: espejos, trozos de plástico… De golpe, cuando recibí la obra de Tute fue un flashazo porque es como un personaje que se tira de un trampolín súper alto, casi rozando la Luna, hacia una piscina que en realidad es un espejo gigante. Es como zambullirse en uno mismo y verse”, interpretó Goncalvez.

En su parte del pasa-manos creativo, “terminé haciendo un personaje que es como un embrión, organizado con diferentes texturas que generan información en cuanto a los procesos de la vida y las capas que nos vamos armando. Primero la inocencia, representada por un montón de juguetes de la infancia. Después nos vamos transformando y llenando de capas más duras, más dulces, más rígidas”, ejemplificó en su descripción.

En efecto, “nos vamos transformando como personas y como sociedad, nos vamos rigidizando un poco. Todo está envuelto en una cinta como de película: la vida y la sociedad se van transformando, con lo que uno va asimilando con la experiencia y la cultura en la que estamos inmersos. Nos vamos armando de capas que también pueden ser prejuicios, capas que dividen la sociedad o la incluyen”, graficó.

Metamorfosis social

Su contribución a Mecha “se llama ‘Metamorfosis social’ porque habla del día de hoy. Es como mirarnos, porque también hay un espejo para sentirse reflejados en este momento: mirarnos como sociedad, replantearnos un cambio social, desarmar estas capas y rearmarnos como una sociedad más inclusiva, más integral, más comunicativa y apreciar un poco más el día a día, los abrazos, el cotidiano, los amigos, la familia, el mate y todo lo que por ahora está en pausa”, manifestó Goncalvez.

“Técnicamente, es la imagen de un embrión, como si fuéramos nosotros mirando hacia adentro, hacia nuestros pasados, nuestras estructuras y capas”, describió la creadora. Al concepto “lo traté de reflejar mediante materiales informativos, entonces hay personajes hechos en lego, imágenes de juguetes y también juguetes para reforzar el tema de la inocencia y nuestra primera etapa en contacto, con los demás y con la naturaleza”.

Varios recursos completan “Metamorfosis social”, por ejemplo cuando “la imagen es recorrida por cactus pero primero, en su parte más suave y después, por la parte que ya pincha, como cuando uno empieza a ser más rígido y la vida te empieza a marcar frenos y nos empezamos a meter para adentro. El tronco puesto en la espalda es la cultura que te sostiene y también hay piedras, que puede estar en el camino como desafíos”, continuó la descripción.

Pareciera que para Goncalves, cualquier elemento puede servir a sus finalidades. “Los clavos que están parados tipo puerco espín, indican que uno está de punta, con la piel de punta, con sensación de piel de gallina”. Además, hay partes de la obra que no están completas porque uno siempre se está transformando. Las manitos son chapitas de gaseosa, con la idea de abrir y cerrar, abrir y cerrar... Todo está recorrido por una tira de película y cada cuadro serían las vivencias de las etapas de la vida, hablando con el resto como sociedad. El clima neutro del fondo es para simbolizar lo que estamos viviendo, cuando todos tratamos de entrecerrar los ojos, mirar un poco para adentro para abrirlos otra vez y renovarnos”, se esperanzó.

Rasgo constitutivo de Mecha en el formato que sea, es su vocación multidisciplinar. Para la plástica, ese es un atractivo superlativo. “Trabajar con otras disciplinas me encantó, siempre me encanta que sea multidisciplinario. A mí como artista, me suma tener el mismo sentimiento y el mismo mensaje desde otra disciplina, como la música, el diseño industrial o la escritura. Me encantó como experiencia porque a mí, trabajar en equipo y sumando otras miradas me encanta, me enriquece. Conocer a estos artistas también”. Además de nuestra interlocutora y los ya nombrados, fueron parte del “cadáver exquisito” Nicolás Grozny, diseñador industrial de Buenos Aires y Aniko Villalba, escritora que reside en Ámsterdam (Países Bajos).

No obstante, “con la modalidad virtual, por un lado me sentí rara porque tenía que filmarme y era en soledad pero la verdad, Mecha Virtual generó más inclusión porque se transmitió vía Facebook en vivo y pudieron verla muchas personas. A su vez, quedó grabado todo el evento y se puede ver en cualquier momento del día (ver link) y se puede compartir a los amigos. Creo que para Mecha y para mí, esta modalidad sirvió para ampliar los canales de publicidad y hacerse conocer. Me parece que va a replicar un montón, abriendo juego a otros artistas de otros lugares”, auguró Goncalves. Son varios de sus augurios los que deberían cumplirse.

Artista encantada

El balance de Mecha Online 2.0 es “positivo, más allá de que requirió otra organización y que se trabajó mucho más, sobre todo en la parte de edición. Fue importante para que pudiera verla gente de otros lugares, la que no puede pagar una entrada o no se hizo tiempo ese día”. A esos efectos, “está buenísima la modalidad. Aplausos para los que organizaron porque salió genial, todo el tiempo me sentí muy cómoda”, confió Verónica Goncalves. “En la cuarentena, en tiempos en que uno está haciendo actividades que tienen más que ver con la necesidad del momento, hacer algo así, más lúdico y de juego con otra gente, conectándote con el arte, me encantó”, remarcó.

Para los y las participantes, la dinámica que propone Mecha no solo es interesante a la hora de recibir el producto inmediatamente anterior, sino también por ver qué sucede con la creación propia en la siguiente etapa. “Estuvo buenísimo porque salieron dos propuestas. Por un lado, un personaje que se desarmaba en piezas que después, fueron descriptas por la escritora como un desarmar para después armar. Él mismo (Grozny) hizo otro diseño de otro personaje, futurista, donde solamente teníamos un chip flotante y era con lo único que contábamos. También estaba la naturaleza, entonces estuvo bueno como pensamiento para el futuro: desarmarnos las capas y armar un personaje nuevo, despojado de todo el consumismo, de todo el material y conectado desde otro lado. Y Aniko Villalba, cerrando desde una cápsula del tiempo con los mensajes de ahora y viendo quién los iba a recibir en un futuro. Me encantó”, insistió Goncalves.

Adrián Moyano

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