Johansen subió su álbum a Bandcamp

Gracias a la pausa obligatoria que para la mayoría de las actividades implica la cuarentena, “Enclaves, mantras y postergaciones” ya se puede escuchar con un par de clics. El músico no pierde las esperanzas de presentarlo en vivo antes de que expire 2020.

El camino que trazó Eric Johansen para su “Enclaves, mantras y postergaciones” no es el que más transitan los músicos en la actualidad. En julio de 2019, El Cordillerano supo de su disco compacto, quizás el último del que diéramos cuenta en calidad de objeto tangible y además, de gráfica exquisita. Pero el músico no pudo tocarlo en vivo todavía cuando en general, una vez que el CD está en mano, se sale a defenderlo.

Aproximadamente ocho meses después y cuarentena obligatoria mediante, Johansen subió su obra a Bandcamp, una de las plataformas digitales más al alcance de los músicos. La obra quedó a un par de clics de distancia.

La portada del CD tangible.

Por entonces, escribíamos como introducción a la conversación con el interesado: “Siete obras que van desde atmósferas meramente instrumentales y carentes de formas fácilmente reconocibles, hasta improvisaciones cercanas a cierto jazz, con paradas en textos que no se cantan, se leen”.

Cuando la pandemia no estaba en los cálculos de nadie, planteamos: “Plástica, literatura y música en un solo objeto que como veremos, reivindica la belleza que se puede tocar, oler, dimensionar. La concreta, no tanto la virtual”. Pero bueno, aquello fue un par de siglos atrás. En la plataforma digital, solo música y literatura.

Si bien “Enclaves, mantas y postergaciones” es un trabajo solista, Johansen contó con la participación de Diego Pérez Beveraggi en la batería. El resto de los instrumentos, corrieron por su cuenta. Las voces que aportaron las lecturas son de Virginia Castro García, Luz Rapoport, Santiago Cámpora, Damián Turovezky, Marcelo Saccomanno y Teodoro Caminos. También puede escucharse un relato de Juan Carmona, protagonista de “La suave noche”, película que lleva la firma de la propia Rapoport y de Sofía Bordenave. Los textos que leen son de Douglas Coupland, Blixa Bargeld y Jorge Luis Borges.

Fue durante el trayecto que “se fue formando el concepto” del álbum, admitía el músico en aquella oportunidad. “Se fue modelando, como cuando se hace algo con las manos. Se fue esculpiendo, hasta que llegó un momento en que dije: es esto… Algunos temas instrumentales y otros temas con tal o cual texto. También fue un problema llegar a las voces porque si bien uno escucha a mucha gente hay pocas voces sobre las que uno dice: ¡esta! Por lo general, no cantan. Algunos sí, pero no son profesionales de la voz, como sería Blixa Bargeld, a quien escuchás y sabés que lo único que hace es hablar”.

La idea sigue

En varios de los temas, la relación con la tecnología es central. Sin embargo, Johansen no se contentaba con “plataformas digitales” un año atrás, porque “todavía compro discos y los pongo. Para mí escuchar música es eso. Está todo bien con el MP3 y lo digital, me parece genial pero soy del disco, aunque no del vinilo. Para mí, el disco es físico: agarrar, mirarlo, poner, escucharlo y sacarlo. Es un fetiche, compro discos y los busco, aunque acá ya no haya disquerías. Extraño eso: buscar discos, mirar que salió, qué hay, ver quién grabó. Me parece fascinante”, reivindicó.

Al momento de escribir estas líneas, las disquerías deberían estar cerradas no solo en la Argentina, sino en buena parte del mundo, con la consecuente agudización de la crisis para un formato que ya se batía en retirada. Hay que ver qué sucede cuando las cosas recuperen cierta normalidad, aunque en general, tiende a suponerse que no hay vuelta atrás para algunas situaciones o comportamientos sociales. Mientras tanto, https://akijohansen.bandcamp.com/album/enclaves-mantras-y-postergaciones.

Desde que hablamos con el protagonista del asunto hasta hoy, “nació Vicente, trabajé y recién en estos días pude subir el disco”, retomó Johansen el último día de marzo de 2020. “La idea es armar un trío o una banda, lo que sea más expeditivo, para presentarlo. Me gustaría hacerlo antes de fin de año, aunque recuerdo haberte dicho lo mismo el año pasado”, acertó el músico. “¡Sigo sin entender o comprender dónde estaba el tiempo que antes uno tenía!”, lamentó.

“¡Dónde se fue, qué pasó con el tiempo de tener tiempo!”, insistió. Más allá de esa situación, que parece haberse aliviado con la sucesión de cuarentenas obligatorias, “sigo haciendo música en casa. Tengo unos pequeños textos que vengo escribiendo desde siempre, la idea es ponerle música y hacer otro ‘disco’ En fin, te lo haré saber cuándo así sea”, le prometió al cronista. Ojalá se trate de otro objeto tan enigmático y hermoso como “Enclaves, mantras y postergaciones”.

Adrián Moyano