¡PUERTO MORENO, CAMPEÓN!

| 30/03/2020

El club del oeste que un día conquistó Bariloche

David Argel / Fotos: Facundo Pardo
El club del oeste que un día conquistó Bariloche
El plantel festejando con la copa y toda la hinchada detrás.
El plantel festejando con la copa y toda la hinchada detrás.

Los grandes desafíos están para poder superarlos. Las epopeyas en el deporte son para las personas que están dispuestas, por sobre todas las cosas, a hacer historia. Cuando un equipo se mentaliza para poder consagrarse, muchas veces no hay nada que lo detenga. La adrenalina de ese torneo Apertura 2018, con varios equipos peleando, dejó a dos viejos conocidos en la final.

Puerto Moreno y Estudiantes Unidos, reviviendo aquel duelo un año atrás por cuartos de final. El “Naranja” luego de 16 años volvió a consagrarse y junto con el crecimiento de la institución, han hecho del oeste uno de los pilares del fútbol de la ciudad en los últimos cinco años.

A medida que transcurrió el campeonato, Puerto Moreno se daba cuenta de lo que podía llegar a ser. Con jugadores que habían vuelto luego de otras experiencias, el plantel del “Naranja” día a día se iba jerarquizando y soñando con un posible título. La fase regular dejó al equipo del oeste en el segundo lugar y debía jugar las semifinales ante uno de los principales candidatos, Cruz del Sur. La ida fue en el Estadio Municipal, el equipo de Marcelo Guzmán había conseguido un gran triunfo como visitante. En la vuelta sufrió de más y cayó por la mínima ante el “Cruzado”, en un encuentro con mucho esfuerzo y sacrificio. Montero, Marino, Barrales, Manzanares y Villarroel eran los principales referentes de un equipo que crecía partido a partido.

La final era ante Estudiantes Unidos. 16 años habían pasado desde la última vez en que ambas instituciones jugaron la final del 2002 de LiFuBa (en ese momento Puerto Moreno competía con el nombre de Pájaro Azul). Ambos equipos habían protagonizado un vibrante duelo de Cuartos de Final en el 2017, donde en la vuelta hubo una serie de incidentes entre los jugadores y debió suspenderse el cotejo y dárselo por ganado al “Naranja”. Con toda esa historia, los dos equipos llegaban al partido decisivo del 20 de mayo del 2018 en el Estadio Municipal en San Carlos de Bariloche.

El marco era el de una final. La tarde soleada y fría de otoño en Bariloche, no evitó que la gente abrigada acompañe en cada uno de los rincones del Estadio. Allí estaban Estudiantes y Puerto Moreno. Uno para darle aún más lustro a su historia, y poder gritar campeón luego de 8 años, mientras que el otro, el club de barrio, deseaba tener un título, esta vez con el nombre de Puerto Moreno, luego de 16 años. El árbitro Millaleo dio la orden para jugar y al torneo Apertura le restaban 90 minutos para saber quién se consagraría en esa final.

En el partido el equipo de Guzmán tuvo el dominio sobre todo en los primeros minutos. Franco Montero quedó mano a mano ante Cruces Valles en más de una ocasión, pero el guardameta del “Pincha” le negó el gol todas las veces. De hecho el delantero tuvo un penal en sus pies, pero otra vez el arquero tapó esa situación para seguir dándole esperanza a su equipo. Parecía que no era la tarde del “Tanque” y que Puerto los sufriría.

Por su parte el “Pincha” tuvo una de las más claras en el partido. Increíblemente Gualmes erró un gol “hecho” debajo del arco y con el arquero Marino en el suelo. La suerte que no había tenido el “Naranja” en ataque, al menos en defensa sí lo acompañaba. Estudiantes se quedó con un jugador menos luego de la expulsión de Damián Rogel en el primer tiempo. El complemento fue mucho más trabado, con Puerto yendo al ataque y Estudiantes sin poder aprovechar los espacios de contra. Como en el 2002 la final iba otra vez a los penales.

Allí apareció la figura de la final. Martín Marino, como en el 2002, estaba en el arco del equipo del oeste. No fue fácil para Puerto desde los 12 pasos.

En el primer disparo Cruces le tapó Leandro Azocar, volando a la derecha. El “Pincha” arrancaba en ventaja luego de que Inostroza marcó su penal.

Barrales convirtió el suyo, mientras que Marino comenzó a escribir otra de sus tantas historias conteniéndole el remate a San Filippo. La serie estuvo igualada hasta el cuarto penal, allí Franco Montero se tomó revancha y convirtió, mientras que Kevin Silva erró el suyo.

Como si fuera el guión de una película, Puerto Moreno quedaba “match point” y el encargado de ese último tiro era Marino. El “Negro” que había estado en el campeonato del 2002, puso la pelota desde los doce pasos, y tomó carrera para patear el penal definitivo. “La Banda del Oeste” estaba detrás de ese arco, el del Corralón Municipal, esperando que la pelota vaya al fondo de la red. Marino corrió hacía el balón y al impactarlo no salió el tiro más estético. Cruces quedó parado, y la pelota fue despacio a su costado derecho, besó la red, y Marino salió corriendo para la tribuna sabiendo que Puerto Moreno era campeón después de 16 años, ante Estudiantes.

El delirio de la hinchada en la tribuna, la corrida de los jugadores para ir a buscar a Marino, los festejos de cara a la tribuna y la emoción de aquellos que se criaron en el club. Puerto Moreno logró quedarse con el título Apertura 2018 con un equipo que poseía un sentido de pertenencia bastante importante. Desde los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, e hinchas; el club de los kilómetros, se unió en un solo objetivo, poder dar la vuelta olímpica. Esa tarde de mayo será recordada en el oeste de Bariloche. El club de barrio le ganaba a los grandes de la ciudad, y a partir de allí siguió creciendo y logrando más cosas.

PUERTO MORENO: 0
Martín Marino; Franco Udi (Pablo Cifuentes), Leandro Azócar, Federico Pavlicek, Gustavo Bonilla; Alan Fuentes (Alberto Mansilla), Hernán Caldironi (Cristian Guzmán), Martín Barrales; Exequiel Lezcano, Franco Montero y Nicolás Tejeda. DT: Marcelo Guzmán. 

ESTUDIANTES UNIDOS: 0
Alberto Cruces Valle; Ramiro Delgado, Tomás Cárdenas, Damián Rogel, Alejandro Vega; Kevin Silva, Guillermo Fuentes, Leandro Inostroza; Roberto Gualmes; Daniel Sanfilippo y Carlos Pilcoman. DT: Rafael Alderete.
Expulsado: EU: Rogel.
Penales: PM: Convirtieron: Barrales, Lezcano, Montero y Marino. Erró: Azocar. EU: Convirtieron: Inostroza y Pilcoman. Erraron: Silva y San Filippo.

Martín Marino: “ese domingo fue perfecto”

El héroe de la final ante Estudiantes Unidos, Martín Marino, recordó aquella tarde gloriosa en la que Puerto Moreno se consagró campeón. De entrada avisó que tiene tatuada la fecha del partido, junto a un ancla (símbolo del “Naranja”), con la frase “Gracias por acomodarme el alma”. “Fue clave ganarle a Cruz del Sur en el Estadio. Ellos se hacían muy fuerte ahí, como nosotros en nuestra cancha” indicó.

El arquero contó que “esa semana se vivió algo muy lindo. Teníamos un grupo bárbaro. Tuvimos mucho apoyo de los dirigentes y los hinchas. A los entrenamientos iba mucha gente”. Además el “Negro” no consideró que hubiese algo especial por lo del 2017. “El equipo tenía la herida de perder en semis el año anterior contra Luna Park por penales. Puede ser que ante Estudiantes se transformó como en un clásico. De todas maneras uno a las finales las quiere ganar contra quien sea” puntualizó. Además recordó que “ese día hubo un banderazo hasta el estadio. Almorzamos en el club y mucha gente vino a darnos su apoyo. Ese domingo fue perfecto”.


Marino lo celebró emocionado con su hija. Para el “Negro” fue como una película.

Marino además indicó que en el partido “Puerto fue superior y mereció ganar”. Yendo a los penales recordó que “en la semana les dije a mis compañeros que no quería llegar a esa instancia. Fue emocionante”. Además sostuvo que Cruces Valles “fue figura en los 90 minutos. Sabía que era un arquero volador e inteligente”. De todas maneras el “Negro” reveló que “después del sorteo me di cuenta que lo íbamos a ganar. Cruces lo ganó y eligió el arco de nuestra hinchada, no sé por qué, pero ahí me di cuenta que no se nos iba a escapar. Estaba nuestra hinchada, nuestra familia y el barrio dándonos aliento. Mi hija, mi mamá y el plantel campeón del 2002 esperando detrás del alambrado”.

El arquero además señaló “que ese fue el gol que más grité. El abrazo que me di con mi hija y mi mamá no me lo olvidó más. El plantel de hace 16 años llorando tampoco. Ese también es un lindo grupo. Nos seguimos viendo. A un equipo lo saca campeón un grupo. Nosotros teníamos el apoyo de todo el club, la familia y de ‘La Banda del Oeste’”.

Por último Marino recordó que no ejecutó su mejor tiro. “Le pegué mal, hoy en día me gastan por eso. Le di con el tobillo, los cordones, lo cierto es que entró. Siempre le pego a colocar, pero vi que se quedó parado. Pensaba en pegarle fuerte y después cambié” recordó.

David Argel / Fotos: Facundo Pardo

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