“Es un buen tiempo para volver a la naturaleza”

En este contexto en el que el coronavirus mantiene a las familias aisladas en sus viviendas se vuelve a la posibilidad de implementar comidas elaboradas en casa. Es indispensable una buena dieta, que guarde relación con la normalidad y con la actual quietud que produce la cuarentena.

Distintos profesionales recomiendan variantes que ayuden a generar una buena salud. La médica generalista y naturista Sara Itkin, conversó sobre alimentación en el programa “El Expreso Periodístico” que se emite de lunes a viernes de 9.30 a 12.30 por El Cordillerano radio (93.7). Consultada principalmente sobre la ingesta de ajo y la cebolla, refirió que “es un tiempo de revisar nuestra alimentación y poder incorporar verdaderos alimentos y no sustancias comestibles o productos que estén vacíos de nutrientes”.

Señaló que recomienda consumir “ajo y cebolla porque son alimentos que tienen marcada eficacia, está comprobado el efecto inmunoestimulante para levantar las defensas y esto va a tener una acción antiinflamatoria en nuestro cuerpo y que tiene también un efecto antiviral”.

Itkin detalló que “está comprobado, ya sea en alimentos que se usaban en la antigüedad o nuevos, y en estos tiempos hay componentes que se sabe que están allí, como por ejemplo la alicina, un principio activo que está en el ajo, en la cebolla y en las plantas de la misma familia, también lo podemos encontrar en el puerro en menor proporción, pero está. Es decir la alicina cuando la incorporamos, no necesitamos gran cantidad, con dos dientes de ajo por día, son dos gramos, es suficiente, eso va a estimular la producción de una sustancia natural de una proteína en nuestro cuerpo que se llama interferón, este interferón tiene comprobada acción antiviral, entonces, todo suma, la maravilla de las plantas y estos alimentos, en la sumatoria, nos ayudan a ganar buena salud”.

Consultada sobre las bondades del sauco, dijo que “esta es una oportunidad de volver a la tierra, de revalorizar estos saberes ancestrales y populares, el sauco es maravilloso también en cuanto a sus propiedades inmunoestimulantes y antiviral, a mí me encanta ese saber popular y ancestral en donde cualquier persona no necesitaba una validación científica, gracias a esos saberes que se fueron encontrando por intuición” y agregó: “hoy en día la ciencia pudo estudiar esas plantas y se puede decir porqué sanan”.

Señaló la profesional que “el sauco es un aliado maravilloso para ayudarnos en un acción preventiva y también cuando estamos con un proceso catarral o viral”. Con respecto al exceso de consumo de sustancias que no aportan nada o al vivir con una calefacción exagerada dentro de las casas, respondió: “creo que es un buen tiempo para volver a la naturaleza, nos alejamos tanto que nos enfermamos, es tiempo de volver desde lo simple, de conectarnos a la tierra, ahora le fuimos dando más importancia a productos sintéticos que están vacíos de nutrientes en contraposición a un plato casero, como por ejemplo volver a las sopas sencillas y en lo otro también es verdad, hay que ventilar, aromatizar las casas con hierbas, como hacían nuestras abuelas”.

Por último Sara Itkin indicó que “en esta receta que recomiendo, como volver a la sopa, es necesario saber que allí hay un montón de nutrientes, el ajo no pierde sus propiedades al ser cocido, crudo también se puede ingerir y en la sopa se pueden incorporar un montón de sustancias que nos van a ayudar a ganar en buena salud. Se debe volver a las viejas costumbres, sentarnos a la mesa, mirarnos a los ojos, almuerzos sanos, sencillos, económicos”.

La combinación de ajo y cebolla

Distintos profesionales sostienen que si por separado son espectaculares, ajo y cebolla juntos tienen efectos muy positivos. Según los expertos, si se come ajo y cebolla de forma combinada se aumenta la producción de las dos enzimas responsables de bajar los niveles de colesterol malo. También se reduce en un ochenta por ciento la formación de cálculos biliares derivada de la grasa del colesterol. Ayudan a combatir infecciones y mejoran la calidad de vida.

Lo más recomendable es consumir en crudo ajos y cebollas. Así conservan todas sus propiedades y beneficios. Aunque claro, no agrada mucho su aroma y sabor. Para solucionar esto, se pueden utilizar algunos trucos, como alternar su forma de consumo.

Por ejemplo, los ajos picaditos que acompañen a carnes, pescados. Pero cuidado con que se quemen, porque pierden sus propiedades. Puedes lograrse saborcito al arroz cuando esté cociéndose introduciendo un ajo entero en el agua de cocción. Y es muy saludable tomarse un vaso de agua en el que ha estado sumergido un ajo aplastado durante una hora.

La cebolla es un alimento que no pierde sus propiedades con el calor, pero al igual que el ajo no se puede dejar que se queme. Va fenomenal con cualquier guiso y también se puede disfrutar en una parrillada o comida asada en el horno.

Reafirman los especialistas que el ajo y la cebolla son dos medicamentos naturales. Así que vía libre para introducirlos en un sinfín de recetas y a disfrutar de la buena salud.

Qué se debe comer en estos días de cuarentena

El papel de la nutrición sobre el sistema inmune que es el encargado de la defensa contra el COVID-19 es fundamental antes, durante y después de esta pandemia.

Actualmente no hay otra mejor defensa preventiva que el confinamiento, la higiene y una buena alimentación que permite tener un sistema inmunológico fuerte, que produzca anticuerpos y evita contraer una enfermedad.

Existen evidencias de que una nutrición antioxidante y antiinflamatoria es beneficiosa para el sistema inmune, una dieta diaria rica en fruta y verduras de todos los colores, para así aumentar la ingesta de todas las sustancias protectoras que contienen y así potenciar nuestras defensas.
No se puede dejar de lado ahora más que nunca a la microbiota intestinal, una verdadera central del sistema inmunológico que se ve favorecida con el consumo diario de alimentos probióticos como el yogur o el té fermentado.

En cuanto a los suplementos, hay que hacer especial hincapié en los mayores. Es en esta población tan vulnerable donde es recomendable incrementar la ingesta de determinados micronutrientes a través de suplementos para aumentar la inmunidad específica (la tercera línea de defensa frente al virus). La Sociedad Internacional de Inmunonutrición hace especial mención a los niveles diarios que se deben consumir de zinc, vitamina E, vitamina C y vitamina D.

En el caso del zinc (30-220 mg/día), se encuentra entre otros alimentos en los mejillones, huevos, carne de cerdo, carne de pollo, arroz integral y semillas de calabaza.

Esencial es también la vitamina E (134-800 mg/día), se encuentra en el aceite de oliva virgen extra, en la palta y en frutos secos.

No se debería necesitar suplementos si se consume vitamina C (200mg -2 g /día) se consigue a través de cítricos como naranjas, mandarinas o también en frutillas y pimientos.

La vitamina D (10ug-100ug/día) es sumamente importante porque existe una verdadera pandemia de déficit de esta vitamina, sobre la que existen muchas evidencias de que actúa de forma importante en la defensa frente a cuadros respiratorios inflamatorios y puede ayudar a los pacientes a defenderse del COVID-19.

La mayor fuente de vitamina D se obtiene exponiéndonos a la radiación solar, algo que hay que hacer con moderación y que en estos días de confinamiento es difícil. Por ello si un sanitarista prescribió su consumo se pueden pensar en alimentos ricos en vitamina D como huevos, pescado azul (caballa, salmón, melva, anchoas, boquerones, atún o sardinas), hongos y champiñones, lácteos enteros o uno de los alimentos más ricos en vitamina D, el hígado de bacalao ahumado (en conserva).

Por otro lado, es importante estar bien nutridos, pero no sobrealimentados, para evitar que la cuarentena pase factura con unos cuantos kilos de más, por ello se debe llevar a cabo una dieta equilibrada y nutritiva pero reducir la ingesta para compensar la disminución de actividad física, que aun así se debe mantener de forma diaria también dentro de las viviendas.