Seleccionaron a los integrantes para el primer juicio por jurados

Un total de dieciséis ciudadanos fueron seleccionados para integrar el jurado del que será el primer juicio bajo esa modalidad en territorio rionegrino. Doce de ellos, titulares, tendrán la enorme responsabilidad de dictar un veredicto de inocencia o culpabilidad, en relación a Dina Marta Valle, una mujer acusada de haber asesinado a su pareja, Leonardo Huenuqueo.

El juez Marcos Burgos presidió la audiencia mediante la cual, los fiscales Martín Lozada, Betiana Cendón y el adjunto Marcos Sosa Lukman, además del defensor Hugo Cancino, seleccionaron un total de doce ciudadanos que serán jurados titulares, más otros cuatro -suplentes- que igual tendrán la obligación de presenciar el juicio, pero solo intervendrán ante la ausencia justificada por fuerza mayor, de alguno de los titulares.

La audiencia de selección inició con unos cincuenta ciudadanos que habían sido sorteados a partir del padrón electoral, y convocados especialmente para esta ocasión. Pero en las preliminares, algunos de ellos manifestaron diversas situaciones que consideraban un impedimento para integrar el jurado.

Así, una mujer que tuvo un parto hace pocos días, otras dos que tenían pasajes comprados para desarrollar viajes, otra que estaba sola con dos niños a cargo y otra que en privado manifestó cuestiones de índole personal, quedaron exceptuadas de participar del jurado.

Entre los hombres, también se eximió de la carga pública a un vecino que estaba solo al cuidado de una anciana, otro que conocía a la víctima y tenía un grado de parentesco político y otro que también en privado, manifestó motivos personalísimos.

Finalmente, entre las seis mujeres que integrarán el jurado titular, quedaron seleccionadas una ama de casa, una desocupada, una estudiante, dos empleadas y una doctora. Las suplentes son una docente y otra empleada.

Entre los hombres, dos empleados, un estudiante, un desocupado, un empleado de seguridad privada y un radiólogo. Los dos suplentes son un empleado y un retirado de la Policía Federal.

La audiencia, un acontecimiento histórico para el Poder Judicial rionegrino, estuvo signada por un alto grado de histeria y nerviosismo, aunque resultó más breve de lo que se especulaba inicialmente.

El juez Burgos, recordó a los ciudadanos seleccionados que se trataba de una actividad cívica de suma trascendencia y también que quienes no resulten seleccionados para esta ocasión, quedarán a disposición de próximos juicios bajo esta modalidad, por lo menos hasta el final del año, momento en que debería realizarse un nuevo sorteo del padrón electoral, para tener a otros ciudadanos a disposición para el próximo año.

Al terminar la audiencia y ya con los dieciséis seleccionados, Burgos explicó a los integrantes del jurado los derechos, obligaciones y prohibiciones que tendrán mientras dure el proceso, previsto inicialmente para que se desarrolle entre el lunes 2 de marzo y el jueves 5. Las personas seleccionadas no podrán comunicarse entre sí o con las partes para conversar cuestiones relacionadas al juicio. Tampoco podrán deliberar ni emitir opiniones hasta tanto el juez dé la orden de que pasen a deliberar para emitir su veredicto.

Entre otras cuestiones se les explicó que los empleados públicos o del sector privado, no podrán recibir ninguna traba ni obstáculo por parte de sus empleadores, quienes deberán justificar sus inasistencias a las tareas laborales habituales y pagar los salarios en forma normal.

En caso de que resulte necesario, los integrantes del jurado recibirán una dieta diaria que permita costear gastos de traslado y alimentación. Esos gastos serán solventados por el Poder Judicial. Además, en el caso de las personas que estén desempleadas, cobrarán el equivalente a medio JUS, por jornada que dure el juicio. Algo así como tres mil pesos diarios.

El hecho

El hecho investigado ocurrió el 22 de junio del año pasado. Según estableció la fiscala, en el medio de una reunión entre varias personas en la que abundó la ingesta alcohólica, la imputada y su pareja, Fernando Huenuqueo, habían protagonizado toda la noche algunas discusiones y reacciones violentas.

Ya en el interior de la vivienda en la que residía el sujeto, producto de su intoxicación alcohólica se había quedado dormido en una silla y pocos minutos después, cayó al suelo.

Siempre según la acusación, la situación fue aprovechada por la mujer que le habría aplicado varios puntapiés en la cabeza, para finalmente tomar un cuchillo de la cocina y asestarle una puñalada en el tórax.

Tanto celo con la prensa y el Poder Judicial no cuida a los elegidos

Marcos Burgos, el magistrado, remarcó varias veces que los periodistas o reporteros gráficos y camarógrafos que asistan a las audiencias no podrán en ningún caso, tomar y divulgar imágenes que ayuden a develar la identidad de los integrantes del jurado, aunque claro está, quienes asisten a las audiencias y hasta la persona que está imputada, conoce perfectamente de quién se trata en cada caso, a qué se dedican y hasta el culto religioso que profesan.

Llamativo es por cierto, que ante tanto celo por proteger a los integrantes del jurado, el Poder Judicial no haya adoptado ninguna medida de protección para con los ciudadanos seleccionados, que en algunos casos se retiraron caminando del edificio Pilmayquen, dirigiéndose hasta paradas del transporte público de pasajeros, para abordar una línea de colectivo que los lleve a su domicilio.

El estricto celo hacia la labor de los pocos trabajadores de prensa que asistieron a la selección del jurado, pareció ridículo ante las palabras del magistrado. En un primer tramo de la audiencia ni siquiera se permitió que ingresaran a la sala. Ya no solo se trató de no obtener imágenes de los integrantes del jurado, ni siquiera se permitió tomar imágenes del magistrado que dirigía la audiencia, o las partes que intervienen en el proceso.

De manera tal que los preceptos de democratización, transparencia y participación, que parecen impulsar la implementación del mentado juicio por jurados populares, seguirán siendo una mera declamación en la medida en la que quienes toman las decisiones, sigan adoptando criterios restrictivos que solo entorpezcan la labor de los trabajadores de prensa.

Mariano Colombo