LAS GRUTAS

| 23/01/2020

Manejaba tan borracha que casi cae por un acantilado y rompió el alcoholímetro

Manejaba tan borracha que casi cae por un acantilado y rompió el alcoholímetro

Una turista de alrededor de 60 años estuvo a punto de caer del acantilado de Las Grutas a bordo de una flamante camioneta Ford Ranger que conducía en completo estado de ebriedad. Cuando le hicieron el test de alcoholemia, el aparato se tildó.

El incidente se registró el martes alrededor de las 17 en el sector de la avenida costanera cercano a la Bajada Cero, una zona que suele ser elegida por muchos visitantes que disfrutan de la playa, dado que a pocos metros también se encuentra la escalinata conocida como Los Acantilados.

La mujer, que según trascendió sería oriunda de Tierra del Fuego, y se encontraría de vacaciones, no sufrió heridas de consideración ni lesionó a otras personas ya que -afortunadamente- en ese momento no transitaba nadie por el lugar.

Por la gravedad del hecho actuó la policía y personal del área de Tránsito del municipio de San Antonio Oeste, quienes advirtieron inmediatamente su reacción dubitativa y otra particularidad que llamó poderosamente la atención: vestía un pareo, sin nada debajo.

Pero mayor fue la sorpresa cuando, como es de rigor, le efectuaron el control de alcoholemia y el aparato marcó tres flechas hacia arriba y se tildó, lo que indica que había superado la capacidad de registro del dispositivo y, en consecuencia, largamente el máximo permitido (0,2 gramos por litro de sangre en Río Negro).

Según reconstruyeron los agentes municipales, la conductora estaba sola en ese momento y habría intentado estacionar. Pero su estado la llevó a acelerar en el instante menos oportuno y así pasó por sobre el cordón cuneta, atravesó la vereda que en ese punto tiene una extensión de entre 15 y 20 metros, y embistió el paredón de la costanera, donde el vehículo quedó montado. Por el ruido que provocó el choque, varios curiosos se acercaron para observar el evento. Alguien luego comunicó el hecho a las autoridades.

Según relataron participantes del operativo, la mujer se mantuvo en silencio, con semblante desconcertado. A los minutos apareció un hombre de su misma edad, con el que partió.

La camioneta, que resultó con daños en el paragolpes plástico y supuestamente en piezas del tren delantero, fue cargada en un camión de auxilio particular y trasladada en resguardo a la unidad del Cuerpo de Seguridad Vial de la Policía, donde quedó secuestrada por Tránsito municipal.

Al día siguiente, la esperaban para que realizara los trámites pertinentes, con la presentación de toda la documentación, para que pudiera retirarla, si todo estaba en orden. Pero no apareció.

De todos modos, deberá abonar la multa por conducir bajo los efectos del alcohol, el costo del acarreo y también le reclamarán los daños producidos en el paredón de la costanera. Estiman que el monto rondará los 50 mil pesos.

Presumen que la conductora tuvo lucidez para no seguir acelerando o bien que el motor se detuvo como consecuencia del golpe, porque estuvo a poca distancia de caer por el acantilado. En esa parte el murallón alcanza los cinco metros de altura, y es habitual que se instalen allí veraneantes, lo que hubiera sido una tragedia, además de lo que pudo haber sufrido ella misma. (Fuente: La Mañana de Cipolletti)

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