Se viene “Holor a Lui – Festival Internacional de Circo”

Con la excusa de homenajear a Manuel Martínez Livolsi (Lui Mongou), la Familia Flamini vuelve a las andadas en Bariloche. Contará con el concurso de artistas de la ciudad, del resto de la Argentina, de Chile y Brasil, entre otros orígenes.

A partir del próximo miércoles Bariloche se convertirá en un espectáculo circense. No es que pase nada significativo después de la asunción de los nuevos gobiernos, sucede que en esa jornada arrancará “Holor a Lui – Festival Internacional de Circo” que presentará -a esta altura de los acontecimientos- la legendaria Familia Flamini. El intenso cronograma se nutrirá con más de 20 espectáculos y la participación de 30 artistas de la ciudad, del resto del país y de fronteras afuera.

Anticiparon tamaña movida en El Cordillerano Valentín Flamini y Josefina Silva, la última recién llegada de su Valparaíso habitual. “Este es un festival de circo, por lo que sabemos, el primero internacional en Bariloche”, aseveró el virtual anfitrión. “Hubo encuentros pero como festival, este es el primero. Son cinco días de talleres, de espectáculos, de fiesta, charlas y una exposición, porque también es un homenaje a nuestro amigo, a nuestro hermano que hace 10 años falleció en la ruta en Perú, después de viajar dos años en bicicleta por Venezuela, Colombia y Ecuador, hasta que en Perú tuvieron el accidente”.

El actor se refería a Manuel Martínez Livolsi, hijo de la gran Irene, cuya temprana ausencia resultó incomprensible. “Todos los años le hacemos un homenaje a Manuel, quien para nosotros era Lui Mongou, su nombre de payaso. Este año decidimos hacer un festival a lo grande, porque se cumplen 10 años, porque se lo merece y porque a nosotros nos gusta juntarnos en cualquier lado y siempre buscamos excusas. Empieza el miércoles que viene”, insistió Flamini.

Su compañera de elenco detalló que “Holor a Lui” irá a empezar “con talleres, realizados por amigos de varios lugares de Latinoamérica: Uruguay, Valparaíso, Brasil y la Argentina. El 11 empieza con un cortejo en Villa Los Coihues, como para fortalecer el arte en el barrio de los chicos, donde ellos crecieron. Un cortejo es un pasacalle con música y circo, una forma de llamar a la gente y que el barrio se sienta parte del circo, es una forma de integrarlos a todos para abrir el festival”, ahondó la trasandina. “Después vienen funciones y espectáculos”.

Durante la apertura “estará la Murga Lunática del Viejita, que nos va a acompañar hasta la Biblioteca (Carilafquen) y ahí van a empezar los espectáculos. Va a estar el Trío Flamini, que es justamente el que hago yo solo.

Después, van a estar unas músicas con Bernardo, el hermano de Lui, porque rescatamos las músicas que tocaba él y las vamos a cantar ahí, abriendo una exposición que cuenta la vida de Lui, con ropas suyas, instrumentos que tocaba, fotitos del viaje y la ruta que hicieron, para que la gente lo conozca un poco”, completó Flamini.

Otra que el MERCOSUR

No será todo. “Después va a haber títeres y viene un grupo de música de Brasil que toca afro-beat, reggae y ska. Más tarde, va estar Esto también, un espectáculo (danza contemporánea) de chicas, que casi todas son de Los Coihues. Eso va a ser el miércoles, hasta que nos den la luz y las ganas. Después nos pasamos al Anfiteatro, con espectáculos todos los días a la gorra y jueves y viernes, más talleres de 10 a 13”. Para horarios y formas de inscripción, chequear la página en Facebook del festival.

Las artes circenses comenzaron a tomar por asalto los espacios públicos hace aproximadamente un cuarto de siglo atrás. “Me cuesta mucho hablar de Bariloche porque hace unos 10 años que vivo en Brasil, pero el auge sigue creciendo y se ha ido mejorando o en algún punto, profesionalizando”, balanceó Flamini. “Ahora mismo nos reíamos del afiche porque tiene código QR. Es un ejemplo… Nosotros empezamos muy de abajo con la ropa de mis viejos en la plaza y ahora, más grandes, siento que venimos a traer el circo en otra movida y está más encajado. Los artistas y los espectáculos que vienen son rebuenos, así que en algún punto está mejorando. A Bariloche llegué hace menos de un mes pero en el mundo, el circo crece”.

Nada más ajeno a los y las artistas circenses que las fronteras. “Conocí a Los Flamini en Chile y emprendí viaje con ellos en 2005”, reconstruyó Silva. “Compartí con Lui como tres años de Familia, en vida”. Ella también trazó un balance. “Creo que desde nuestra entrada a Brasil hace unos 10 años, hemos visto un desarrollo. Sobre todo siento que el circo como lenguaje, integró mucho a las otras artes, a diferencia del circo tradicional que se sustentaba mucho en su técnica específica, fueras trapecista, manos paradas o lo que fueras. Ahora siento que el actor de circo necesita de nutrirse de otras áreas para poder enriquecer el lenguaje y eso es lo que está pasando. El festival es también una oportunidad para mostrar eso: va más allá de la destreza y es más bien un lenguaje”, definió.

Más allá de su labor organizativa, en sus facetas individuales “voy a hacer mi espectáculo, un solo, que justamente cuenta una historia. Se llama Trío Flamini, se aguarda a tres artistas pero aparezco yo solo, un espectáculo con música en el que toco el acordeón, una batería chiquitita y un pandero”, relató Valentín. “Después, Los Flamini vamos a hacer presentadores de la noche de gala, que es el último espectáculo de número sueltos y ahí vamos a hacer los números que hacíamos antes, porque ahora cada uno de los Flamini vive en lugares distintos: la Jose vive en Chile, el Ber vive en Córdoba y yo en Brasil, así que nos juntamos esa noche”, señaló. Por su parte, Silva estará impartiendo cursos el jueves y viernes, “dando clases de danza acrobática y voy a estar en la varieté de presentadora, compartiendo la música con los Flamini”, avisó. No habrá carpa de esas gigantescas, pero Bariloche será un circo. O varios, más bien.

Josefina Silva.

Bariloche como cuna

Si bien Valentín Flamini eligió residir en San Pablo una década atrás, “para mí Bariloche es como una cuna. Nací en La Plata, me vine de pibe y acá conocí el circo. A los primeros que vi fue a Los Salapia, históricos que me explotaron la cabeza. Me acuerdo que con mi primo, los vimos en una competencia de escalada en el Club Andino y nos fuimos a la playa para con piedras, ver cómo era esto de los malabares. Después, ellos se fueron a México, viajaron dos años y yo dije: también quiero hacer eso. Cuando terminé la Secundaria, me fui con Lui a viajar, pero fue acá donde empezamos”.

En efecto, “nuestras primeras temporadas fueron acá, en el Centro Cívico. Nuestro fondo de escenario era un andamio para que no se nos volara, porque acá el viento te vuela todo. Es una de las tantas, pero Bariloche es mi casa. Estoy re-feliz de poder venir y de traer a mis amigos para hacer esta movida, traer lo que aprendí y lo que vivo afuera, porque el circo es un gran familia y me encanta que esté acá”, señaló Flamini.

Por el lado de la porteña, “la primera vez que vine fue por la pérdida de Lui, así que fue un poco triste pero a la vez muy bueno, porque en esa oportunidad le hicimos un homenaje en la Biblioteca Sarmiento. Fue reencontrarse desde el frío, porque veníamos de Brasil. Ahora, para mí significa resignificar toda esa memoria porque estamos más grandes y podemos celebrar su presencia, no solo llorándola. También es rico poder compartir con este lugar nuestro crecimiento y generar un intercambio con los artistas de acá. El circo también pasa por ampliar redes, porque somos autogestión todo el tiempo”, definió.

Valentín Flamini.

Adrián Moyano