GRACIAS A UN VIDEO-PUENTE CON LA CAPILLA DE CRISTAL

| 21/11/2019

El Likui Bariloche volvió a sonar en Moscú

Adrián Moyano
El Likui Bariloche volvió a sonar en Moscú
Borda, Liudkova y Figuero, en El Cordillerano.
Borda, Liudkova y Figuero, en El Cordillerano.

También participó de la inusual experiencia el Coral Melipal. Como contrapartida, siete elencos rusos pudieron escucharse en la sala del Concejo Municipal. Tres integrantes del coro que en esta ciudad hace música litúrgica rusa, confiaron sus experiencias.

El coro Likui Bariloche y sus colegas del Coral Melipal sonaron en Moscú. Para el caso del primer elenco, que se escucharan sus interpretaciones en la capital rusa no es ninguna novedad, pero el dato llamativo es que en esta oportunidad, la actuación conjunta se concretó sin que las y los barilochenses se movieran de la ciudad. Fue a través de Skype, en el marco de la iniciativa que se denominó “Días de Rusia en Bariloche” y que además, tuvo su contrapartida: siete coros rusos pudieron escucharse en la sala del Concejo Municipal.

Pasó revista a la reciente experiencia Olga Liudkova, inagotable fogonera del quehacer coral ruso en esta ciudad. “El domingo, los dos coros, Coral Melipal con la dirección de Patricia Tarantini y Likui Bariloche, preparamos la obra Noches de Moscú y cantamos para los moscovitas. A su vez, ellos cantaron una obra en quechua, Hanaj Pachap, para que nosotros la podamos apreciar de manera comunitaria, entre los dos coros y los dos lugares”.

Destacable reciprocidad. “En Bariloche también cantamos Tiebie Poem, que obsequió el obispo Ilarion, de Moscú, para que cantásemos todos los coros en el Festival Capilla de Cristal”, el acontecimiento del cual coreutas barilochenses ya participaron en dos oportunidades. El video-puente entre argentinos y rusos “fue una idea que nació en 2016 con Olga Kosiborod, directora y presidenta del Festival, entonces lo hicimos de nuevo y fue muy lindo”, realzó Liudkova.

También participaron de la conversación con El Cordillerano Sergio Figuero y Pablo Borda, cantores del Likui. El primero de ellos juzgó que la reciente experiencia “fue muy interesante. Estás de un lado de la pantalla, ves gigante y en el otro, estamos nosotros. Que dirigiera la directora (Olga Kosiborod) desde Rusia, junto con nosotros cantando en común, fue muy interesante y enriquecedor”, puntualizó. “Más allá de eso, estamos muy aceitados con la gestión que llevamos nosotros con los eventos, recitales y conciertos. Ellos también ven la calidad de trabajo que hay, además del nivel musical. Así que doblemente grato”, señaló.

Entre el Centro Cívico y Moscú median nada menos que 17.000 kilómetros. “Hay una cuestión técnica que supieron superar: había un poco de delay, más o menos de dos segundos… Entonces, la directora desde Moscú, con la mano izquierda nos dirigía a nosotros, y con la derecha, dos segundos más tarde, dirigía al coro de ella”, ilustró Borda. “Realmente, increíble lo que se logró para que allá, sonaran los dos coros juntos. Muy interesante, además es muy importante el crecimiento”.

Los dos elencos y la delegación que llegó desde Buenos Aires.

Con la mira en Italia

En ese sentido, dio a conocer el coreuta que “si bien el origen del Festival Capilla de Cristal es Moscú, que es además donde está la Capilla de Cristal, también se hace en Italia y en Israel. Al haber salido en segundo puesto, fuimos invitados a participar en Israel pero por la situación económica, apenas si pudimos ir a Moscú”, lamentó. “Pero es un festival muy importante y de hecho, el proyecto a futuro es participar en 2021 en el de Italia, junto con otras actividades”, adelantó Borda.

Gracias al video-puente, “hoy ya no hay más límites entre los coros”, festejó Liudkova. “Llegamos al punto de poder comunicarnos vía Skype, entonces podemos hacer preguntas directas a las personas que están al otro lado, técnicas o personales. También nos ayuda a romper el hielo, al estar tan lejos”. Durante estas alternativas, “entre los coros que participan con nosotros, como el Coral Melipal, nos hicimos muy amigos, nos unimos a través de la música. Con Patricia (Tarantini) hicimos un gran trabajo para acercar otros conocimientos, no solamente musicales, sino también culturales. Ellos cantan música tradicional de la Argentina y nosotros, música rusa, entonces encontramos algunas melodías en común. Fue muy emotivo para los dos grupos”.

En forma simultánea, “los rusos presentaban siete coros, más o menos había 250 personas en el escenario, cantando. Nos observaban con ojos grandes: ¡qué lindo que con diferencia de siete horas, la gente pudiera cantar, juntarse y compartir momentos tan maravillosos! Nosotros, a las 11 de la mañana ya estábamos al frente de la pantalla, donde también nos acompañó el cónsul honorable de Mar del Plata, Jorge Kuznetsov. También vino una delegación desde Buenos Aires, con Olga Muratava e Igor Bodyakov, que representaban a la Casa Rusa. Dos personas que se dedican a preparar eventos culturales en Buenos Aires”, ilustró la directora.

En la valoración de Figuero, entra “una sumatoria de cosas. Como te decía antes, es también lo que nosotros hacemos. Vino el cónsul, vio el trabajo, al igual que la gente que gestiona eventos en la Casa Rusa. Vieron mucha responsabilidad en la gestión que se hace acá, en Bariloche. Estamos medio asombrados… Yo viajé en 2017 y en 2019 a Rusia pero más allá de que es maravilloso, es lindo que ellos vean lo que nosotros hacemos.

Principalmente, la gestión del coro Likui a través de Olga, en Bariloche”, realzó. Tamaña embajada cultural se forjó a orillas del Nahuel Huapi.

Coral Melipal y Likui en pleno video-puente.

Cálidos reconocimientos

“No es que necesitemos que vengan de afuera a decirnos que está bien lo que hacemos o no pero, ellos destacaron mucho el nivel profesional, siendo nosotros coros amateurs”, coincidió Pablo Borda. “Tuvimos también la oportunidad de invitar al grupo de danzas Kalina, de la colectividad rusa, que hizo apertura y cierre durante el primer día (viernes último). En su caso, también vieron mucho profesionalismo, así que para nosotros también fue importante esa categorización. No es que uno viva de reconocimientos, pero una palmada en el hombro siempre está buena”, admitió el coreuta.

La feliz concreción de video-puente implica ratificaciones y nuevas perspectivas para el Likui Bariloche. “Ya estamos terminando el año y también, el repertorio que estamos haciendo hace un año y medio o dos años. Está el proyecto de hacer un nuevo disco para poder asentar nuestro trabajo desde Rusia y también pensamos en empezar a trabajar en un nuevo proyecto, como dijo Pablo, para viajar en 2021 a Italia para presentar un trabajo musical nuevo y si Dios quiere, participar de Capilla de Cristal”, anunció Liudkova.

Admitió la directora que “en mi cabeza hay muchas ideas, hasta tengo miedo de contarlas porque todo lo que pienso se realiza”, bromeó. “Siempre tengo muy buenos amigos al lado mío y mi familia también apoya y aporta. Nos juntamos para hablar, para ver cómo mejorar, a quién hay que invitar, para dónde se puede crecer y dónde parar. Cómo aprender todavía, porque siempre hay que aprender y siempre hay algunos errores que nos dan las pautas para crecer”, proclamó. Los hechos le dan la razón.

Liudkova aprovechó la ocasión para agradecer especialmente las gestiones de la concejal (Juntos Somos Río Negro) Viviana Gelain, quien impulsó la declaración de interés municipal y cultural del acontecimiento, a través del Concejo Municipal. También, la utilización de sus instalaciones y recursos tecnológicos para que el concierto a dos bandas entre Moscú y Bariloche pudiera concretarse de manera espléndida.

Adrián Moyano

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