HASTA EL DOMINGO EN SALA FREY

| 20/11/2019

Mariana Erlijman se expresa “Con calma”

Adrián Moyano / Fotos: Facundo Pardo.
Mariana Erlijman se expresa “Con calma”
Erlijman, feliz con sus dibujos.
Erlijman, feliz con sus dibujos.

Tal el nombre de la serie de dibujos que la también grabadora pone a consideración de la gente. Abstracciones que sin embargo, tienen conexión con su serie figurativa más reciente.

De Mariana Erlijman teníamos presentes varios cóndores. Nítidos, vigorosos y majestuosos sobre cielos igual de contundentes, en negros sobre blancos y de tramas poderosas. De ahí que sorprendiera la ausencia de figuración en “Con calma”, la serie de dibujos que se podrá apreciar hasta el próximo domingo (24 de noviembre) en la sala Frey. Reproducen espirales interminables en una y mil texturas o figuras geométricas de límites porosos. Parecen universos distintos, pero según la expositora, no es tan así.

“Estoy mostrando una serie de dibujos que no había mostrado en Bariloche”, le dijo la artista a El Cordillerano en ocasión de la inauguración. “Yo me dedico también al grabado y a los grabados sí, los habían visto los vecinos del pueblo, pero los dibujos nunca. Entonces, decidí que esta muestra fuera de dibujo. Me parece que está bueno verlos en vivo y no sólo en las pantallas o impresos en pequeños formatos, porque son laburos que tienen mucho tiempo puesto y eso, sólo se aprecia viéndolos uno a uno. Pedí esta salita hermosa que me encanta, me parece muy bonita y acogedora y bueno, acá estamos mostrando”, se sinceró.

Lejos de excluirse, las dos técnicas que cultiva “conviven. Por supuesto, a veces hay tiempo para una y para otra, pero hay una alternancia bastante fluida. Puede ser que durante un par de meses intervenga el grabado porque su proceso es para mí en general más rápido. Simplemente porque la técnica que yo uso, la xilografía, es más gestual y con tiempos más cortos”, explicó. “En cambio, con el dibujo laburo el tema del tiempo, entonces tardo mucho en terminar cada uno pero porque ahí está eso de lo que quiero hablar. El tiempo del dibujo es más largo y cada tanto, aparece el tema del grabado en el medio”, indicó.

Para Erlijman, aquellos cóndores de sus grabados y los dibujos que pueblan “Con calma”, no sólo no se oponen. “En realidad, tienen mucho que ver. Hay un hilo que lleva… Los cóndores son previos a esta serie de espirales y quizá, si uno se detiene a mirar… Yo entiendo que quizás el espectador no lo vea pero yo sí puedo contar que en los cóndores están sus figuras, pero detrás, en todo lo que pasa alrededor, hay un movimiento de aire y de fluido, que es lo que termina siendo en los dibujos o lo que pasa en los dibujos”, describió.

Hilar continuidad

Efectivamente, “acá se fue la figura y quedó el ambiente, el elemento flotando, pero es el mismo que estaba alrededor de los cóndores. Hay una continuidad que está muy hilada, si se quiere se podría contar como un cuentito. Por supuesto, esto lo puedo ver o contar después, no es algo que haya planeado a priori, pero sí después de haber hecho esta serie de espirales y del aire, del espacio y del tiempo, me di cuenta que en realidad, era el elemento en el que estaban volando esos cóndores que había hecho antes”, descubrió.

Esa convicción “va apareciendo. Las palabras quizá las pongo después, cuando tengo que hablar del trabajo. En realidad, el decir en la palabra viene después, más bien es la imagen. Eso es lo mío, desarrollo mi actividad en la imagen y me cuesta mucho más cuando tengo que escribir que cuando tengo que trabajar en lo gráfico o visual”, resaltó Erlijman. Por otro lado, “a mí también me interesa mucho la física, me atrapa, me apasionan sus conceptos y sus estudios. Como aficionada me encanta tener el Instituto Balseiro tan a la mano, tan generosos que son ellos al hacer tanto laburo de divulgación, a los que trato de ir siempre que puedo, ya sea astronomía o física cuántica, aunque no la entiendo en profundidad. Es algo que me fascina y se cruza bastante con lo que yo hago, por lo menos en mi mente. Eso me inspira”. Esa influencia explica la insistencia en varias de las formas.

La sucesión de espirales y la magnitud de algunos de los dibujos hablan de mucho trabajo, de introspección y hasta de silencio, aunque como se verá, con matices. “Eso está porque es un lugar de mucha profundidad, sobre todo por eso del tiempo que te digo. Cada ratito que pasa en esa obra es un lugar profundo, un espacio más que se recorre y en ese espacio hay mucho silencio, también un vacío. Pero también te sorprendería saber que escucho mucha música cuando dibujo en volumen muy alto y que bailo mucho frente a la obra, así que a veces no hay tanto silencio”, admitió la grabadora y dibujante. “Es un silencio más interior. Por ejemplo, suenan muchas guitarras españolas, a veces suena folklore, a veces rock… Depende. Me gustan mucho géneros diferentes, sobre todo la música acústica”, definió. Mariana Erlijman, vocación por el despojo.

Volver a lo básico

En un punto, el trabajo de Mariana Erlijman es austero: sólo lápiz negro. “A veces uso una barra de grafito, lo que me permite abarcar una superficie un poquito más grande que la punta de un lápiz, pero siempre es una herramienta relativamente pequeña. Me da todas las posibilidades, es increíble. A veces, digo: querría usar el color… Pero no lo uso porque lo que veo como si sobrara. Trato de exprimir todo lo que el lápiz puede dar y pienso que agregar cosas externas en realidad interfiere con la idea o la imagen. Entonces, vuelvo al blanco y negro, vuelvo al grafito, vuelvo a lo básico”, justificó.

Da la impresión de que esa economía de recursos incluye posibilidades sin embargo infinitas. “Totalmente. Lo son. Esa es un poco mi búsqueda desde lo estético, va por ahí. Uno de los dibujos se llama Infinitos absurdos, una manera de hablar esos infinitos”, corroboró la artista. En su percepción, “Con calma” está inscripta en continuidades, más que en rupturas. “No, no cierra nada. Nunca, al contrario. Pienso que así como los cóndores se encadenaron con los espirales y luego con las grillas, los píxeles y los cuadraditos, todo es una secuencia, un fluido. Cierre nunca. Siempre es una apertura pero sí es un conjunto de obras que conviven, charlan entre sí y que me pareció que estaba bueno mostrarlas juntas”, insistió Erlijman, con razón.

Adrián Moyano / Fotos: Facundo Pardo.

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