11/11/2019

Repudio del Consejo Directivo de la UNCo Bariloche

La comunidad del Centro Regional Universitario Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue, a través de su Consejo Directivo, desea expresar su preocupación y repudio ante los graves hechos de violencia y autoritarismo que se viven en estos momentos en nuestra América, que han mostrado su peor expresión en el golpe de Estado cívico militar que obligó a renunciar al presidente boliviano Evo Morales Ayma y en la represión que sufre el pueblo chileno que reclama una nueva Constitución para regir la vida institucional de ese país.

El presidente Evo Morales había accedido a realizar un nuevo llamado a elecciones presidenciales, que era lo que reclamaba parte de la oposición de ese país, dada la falta de confianza en el resultado del 20 de octubre. La oposición de derecha más recalcitrante y reaccionaria del país fue por más, fue por la renuncia del actual gobierno. Parte de la policía boliviana se rebeló y finalmente la plana mayor de las fuerzas armadas le pidió al presidente la renuncia, en realidad un eufemismo para decir que le exigió la renuncia al restarle su apoyo como presidente constitucional. Todo esto sucedió junto con acciones violentas hacia dirigentes y militantes del MAS, la fuerza política de Evo. Las consignas, acciones y gestos de quienes se oponen a Morales son de una violencia y racismo extremos. Morales renuncia, según sus propias palabras, para evitar el derramamiento de sangre boliviana y mayores sufrimientos al pueblo. Este es un golpe de Estado clásico, en el que quienes dan el golpe no buscan recuperar o cuidar la democracia, más bien lo contrario. No tiene sus raíces en el fracaso de un modelo económico o en la falta de democracia en el país, se basa en el odio de clase, la intolerancia hacia los pueblos originarios y su acceso a una mejor calidad de vida. Los factores de poder más antidemocráticos y violentos de nuestra América vuelven a realizar golpes de Estado clásicos. Una forma de destruir a gobiernos populares que creíamos ya desterrada ha sido empleada otra vez en Bolivia.

Más al sur, el pueblo chileno viene peleando en las calles desde hace semanas en contra de un modelo económico injusto y excluyente, en el que la riqueza se concentra en pocas manos y no se distribuye, en el que la salud, la educación, la calidad de vida se han visto mercantilizadas al punto tal que el pueblo debe vivir endeudado para acceder a las prestaciones básicas que deberían asegurarse para todos los habitantes de un país. Las protestas son la eclosión de muchos años de tolerancia popular, de la construcción de una sociedad moldeada por una Constitución nacida de uno de los gobiernos más sangrientos de América Latina. No ha sido poco costosa la lucha. Miles de detenidos, feroces represiones a manifestantes y transeúntes, razias, heridos y, el saldo más terrible, más de veinte personas muertas como resultado de la acción de las fuerzas represivas que han actuado con total impunidad. El presidente Piñera ha manifestado que está en guerra y el enemigo es su pueblo.

La sociedad argentina debe observar con preocupación esta vuelta a la intolerancia, la violencia y los golpes de Estado siempre contrarios a los intereses y sentir de los pueblos, aunque parte de éstos los apoyen. Las democracias latinoamericanas habían venido consolidándose, con gobiernos democráticamente elegidos sucediendo a gobiernos elegidos de la misma forma. Nuestras recientes elecciones dan cuenta de ello. Los pueblos eligen a quienes consideran que debe regir sus destinos.

Este Consejo Directivo repudia el golpe de Estado de Bolivia y la violenta represión desatada contra el pueblo chileno por el gobierno del presidente Piñera. El diálogo y la construcción colectiva de una sociedad y sus formas de gobernarse siempre serán la forma más humanista de resolver las diferencias y las disputas.

UNCo Bariloche

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