Una multitud peregrinó hasta la Gruta de la Virgen de las Nieves

Este domingo (3/11) desde las primeras horas se inició la peregrinación hacia la Gruta de la Virgen de las Nieves; columnas de fieles, desde diferentes sectores de Bariloche fueron llegando hasta el lugar. En primera instancia, los peregrinos visitaron la Gruta de la Virgen de las Nieves, donde dejaron una vela como ofrenda; luego participaron de la misa que ofició monseñor Juan José Chaparro. Hubo ausencia total de políticos, lo que mereció la reflexión del obispo, que dijo “tienen que mirar el sufrimiento de la gente”.

Con cientos de familias que se encolumnaron desde diferentes sectores de nuestra ciudad, se conformaron las caravanas de la peregrinación hacia la Gruta de la Virgen de las Nieves; varios grupos de amigos caminaron hacia dicho lugar bajo el lema “María ayúdanos a vivir en paz”.

El primero de los actos que realizaron los fieles fue visitar la Gruta en la que se ubica la imagen de la Virgen de las Nieves, por lo que hubo una extensa fila de hombres y mujeres con velas en mano, que aguardaron pacientemente llegar al altar, para después acercarse a participar de la misa.

Como cada año, hubo muchos vendedores ambulantes y se preparó un espacio especial donde se ubicaron los cientos de fieles para la misa que ofició el obispo de Bariloche, monseñor Juan José Chaparro.

En primera fila se ubicaron los curas de las diferentes parroquias, en tanto que un gran cartel en el costado del escenario recordaba al padre Currulef.

La misa fue seguida con unción religiosa, y los fieles oraron con el acompañamiento del Coro Diocesano.

El obispo de Bariloche, en diálogo con El Cordillerano, destacó que “es una alegría ver a la gente que caminó para encontrarnos y pedir a Dios y a la Virgen; todo esto es un aporte a la vida”.

En su homilía, el obispo habló de “falta una revolución de la fraternidad”, al respecto Chaparro expresó “estamos muy necesitados de encontrar caminos de paz, algo que no es fácil pero hay que aprender a convivir en la diversidad, en el país tenemos muchas necesidades y hay que trabajar en conjunto, en esto tienen una función los sindicatos, los partidos políticos, no solo con slogans, no solo con publicidad, sino con cultura de convivencia para aceptar la historia, e igualmente la iglesia, sin quedarse en casa”.

En relación a esta última frase, el obispo hizo notar la ausencia de la dirigencia política en la peregrinación, y expresó “quedarse en sus casas para los políticos significaría seguir viviendo de la misma manera, tienen que mirar el sufrimiento de la gente, tiene que revolucionarse otras cosas, entre ellos el bolsillo de los que nos gobiernan, parece que no comprenden la situación de su pueblo y, muchas veces, solo el clamor de la gente hace posible el cambio de mirada, ojalá cambios en serio, no solo de matices para ganar una elección, hay que mirar lo que pasa en Chile, debe ser porque la situación no estaba bien y en determinado momento explosiona y son responsables quienes gobiernan, Dios y la Patria los juzgará, como dice la Constitución”.

En el final, el obispo recordó a Zaqueo, quien ante Dios le dijo “quiero compartir mis cosas” y lo relacionó con nuestra realidad: “es difícil que los que más tienen decidan compartir, para ello están los gobernantes y no ponerse del lado de los más poderosos, sino para hacer justicia, sobre todo para los más débiles, ancianos, por los que no tienen una buena jubilación, por los que no tienen empleo, para eso está la política, para que los que más tienen, compartan con los que menos tienen, eso es justicia”, concluyó.

Wilge Delgado / Fotos: Fabio Hernández y Facundo Pardo